En sus observaciones a un grupo de comandantes de la Marina, Ayatolá Jamenei se refirió al valioso profesionalismo que la nación ha adquirido haciendo caso omiso a todo los deseos que las potencias intimidantes podrían tener, agregando que la República Islámica de Irán se ha convertido en una potencia regional con la ayuda y protección de Dios, y los esfuerzos sinceros de la nación.

Su Eminencia denominó el 27 de noviembre como día de la Marina Iraní y describió a esta fuerza como altamente capacitada.

Ayatolá Jamenei dijo que la espiritualidad y la relación con Dios incrementan la capacidad - de los seres humanos - para adoptar decisiones más efectivas.

El Líder de la Revolución Islámica señaló que el Ejército pertenecía tanto a Irán como al Islam, y agregó que el origen revolucionario y la alta capacidad de la Marina puede ponerse a prueba en el momento que sea necesario tal como se demostró en los primeros meses de la Defensa Sagrada (1980-1988) contra las fuerzas invasoras de Saddam Husein.

Su Eminencia elogió a la Marina por combinar su espiritualidad, profesionalismo y capacidad operativa, particularmente por construir o reparar los más sofisticados equipos navales pese a las sanciones de Occidente.