Al final de este debate, que duró dos horas y media, ayatolá Jamenei describió la reunión como muy agradable y destacó: «Los valiosos puntos que se plantearon en esta reunión deben ser utilizados en la toma de decisiones».

Su eminencia se refirió a su estrecha familiaridad con algunas de las luminarias de la provincia de Kurdistán y agregó: «Me he familiarizado con algunas de las prominentes figuras kurdas mediante la lectura de sus obras y traducciones, y he obtenido un claro entendimiento de las características culturales del pueblo kurdo. Sin embargo, la reunión de hoy me ha ayudado a obtener una mejor comprensión de las enormes capacidades de las figuras destacadas de Kurdistán».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a la valentía del pueblo de Kurdistán como una característica importante, y añadió: «Para ser justos, hay muchas más cosas bellas de las que el pueblo de esta región disfruta. La fe, los buenos modales, la bondad, la mentalidad amplia, y la grandiosa poesía y literatura son algunas de estas características».

Ayatolá Jamenei también insistió en que es deber de los funcionarios públicos apreciar los valores culturales y espirituales del pueblo de Kurdistán y del resto de regiones de Irán.

El Líder Supremo describió la diversidad étnica de Irán como una genuina oportunidad, reiterando además: «La República Islámica no ve a ninguna parte de Irán de forma parcializada ni desde una perspectiva etnocéntrica. Por el contrario, la República Islámica basa sus valoraciones a partir del Islam y la ciudadanía iraní, y nuestras figuras prominentes necesitan aclararle esta indiscutible realidad a la gente».

Su eminencia también se refirió a los esfuerzos por parte de los enemigos del Islam y de Irán -durante las primeras etapas de la Revolución Islámica- de provocar conflictos étnicos y religiosos y causar problemas de seguridad en la provincia de Kurdistán. «La República Islámica ha logrado superar esta enemistad a través de la confianza en la gente, pero es necesario que todas las personas, especialmente las figuras prominentes, permanezcan vigilantes ante las continuas actividades maléficas de los extranjeros», afirmó.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que las conspiraciones que se tramaron durante las primeras etapas de la Revolución Islámica provocaron un retroceso en la provincia de Kurdistán y reiteró que todos deben hacer serios esfuerzos para compensar el atraso y ayudar a la provincia a alcanzar la posición que se merece.

Ayatolá Jamenei se refirió a las causas de la enemistad de los poderes mundiales dominantes para con la nación iraní, y añadió: «Ser independientes y no seguir las políticas de los poderes de la intimidación es la razón de la enemistad de los poderes arrogantes hacia la nación iraní. Y la República Islámica no tiene otra alternativa sino protegerse contra este tipo de hostilidad.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica también dijo que los enemigos cambiarían su actitud hostil hacia la República Islámica de Irán si ésta no fuese independiente o se entregase a las políticas de opresión y humillación de los poderes dominantes. Además, agregó: «Ceder a la opresión y a la degradación de las políticas de los poderes dominantes conducirá al estancamiento y a la pérdida de la grandeza y el orgullo de la cultura y la civilización iraní, como fue el caso durante la época Pahlavi.»

Asimismo, ayatolá Jamenei refiriéndose a los ex funcionarios del régimen Pahlavi, dijo que la amarga realidad sobre el sentimiento de inferioridad y la gran dependencia de los extranjeros que tenía dicho régimen era una vergüenza para todos los iraníes.

Ayatolá Jamenei dijo que la victoria de la Revolución Islámica puso fin a todas las formas de dependencia y humillación, y agregó: «La República Islámica empezó una nueva etapa en la vida y se presentó a la nación con una clara, valiosa, y nueva realidad. Y este hecho fundamental debe tomarse en cuenta en todos los análisis y ponderaciones».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó además la necesidad de proporcionar un presupuesto necesario e instalaciones para los jóvenes destacados, y dijo que ellos deben asumir la responsabilidad en la preparación del terreno para el crecimiento de las figuras prominentes del país. «Por supuesto, parte de la obligación recae sobre los hombros de las organizaciones gubernamentales y éstas han de llevar a cabo esta tarea de manera seria».

Al final de su discurso, ayatolá Jamenei dijo que la unidad, el poder, el progreso, y los grandes logros de la nación iraní han preocupado a los poderes de opresión mundial.
Además, declaró: «Los enemigos no podrán alcanzar sus objetivos e impedir el progreso de la nación iraní, gracias a la unidad de la nación y la presencia vigilante de los funcionarios y las prominentes figuras».