Su Eminencia expresó su agradecimiento a la nación iraní por el récord de votantes en los comicios presidenciales del 12 de junio y dijo que el 80 por ciento de los votantes que participaron en la 10ª elección presidencial es un indicador de la esperanza y el compromiso que la nación de Irán tiene en los logros de la era Post-Revolución.

El Líder Supremo se refirió a la participación sin precedentes de la gente en los comicios presidenciales y dijo que ello constituyó un voto a favor de los argumentos, los incansables esfuerzos, y la valiente resistencia de la República Islámica ante las potencias mundiales dominantes, y «la lucha contra la pobreza, corrupción, discriminación y la aristocracia».

Durante su intervención en la ceremonia, Ayatolá Jamenei describió la democracia religiosa como un nuevo y estimulante fenómeno y agregó: «La democracia religiosa - que describe la extraordinaria convergencia de la participación en las elecciones de la gente entusiasta con su preocupación por las normas islámicas y divinas - es una seria respuesta a las necesidades modernas de la humanidad. »

Su Eminencia dijo que la gente que pretende apoyar la democracia y los derechos humanos solían apoyar al régimen dictatorial Pahlavi, a pesar de que el pueblo no podía tomar ninguna clase de decisiones. Asimismo, el Líder Supremo agregó: «Gracias a la gran Revolución de la nación y su sumisión a las enseñanzas divinas, el pueblo tiene una participación activa y logró propiciar una realidad llamada la ‘República Islámica'.»

Ayatolá Jamenei tildó como irrelevante y sin sentido la discusión sobre la prioridad de lo republicano o de los aspectos islámicos de la República Islámica, además reiteró: «Lo republicano y los aspectos islámicos son dos elementos inseparables, porque dependen de la gente y el respeto de su deseo, además el voto es el corazón del aspecto islámico y la confianza en las enseñanzas divinas.»

Su Eminencia se refirió a las distintas vicisitudes que se han tenido que superar durante los últimos 30 años y dijo que demuestran la eficiencia de la República Islámica. «La celebración de elecciones con la participación de gente de diferentes tendencias políticas a lo largo de los últimos 30 años y el sistema de gobierno electo democráticamente, la Constitución, y la administración del país basada en la votación de la gente son indicativos de una gran capacidad que la mayoría de los observadores extranjeros, incluso los que no son parciales, no han sido capaces de entender», añadió.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la amable y pacífica transferencia del poder y de cargos ejecutivos después de la victoria de la Revolución son signos de la encomiable capacidad del sistema, y añadió: «Durante estos años, algunas de las medidas y políticas de gestión no han sido totalmente coherentes con los fundamentos básicos del sistema, sin embargo a través de la solución interna de este tipo de problemas, la Revolución ha utilizado -en la práctica- los problemas para ampliar su capacidad. Y a través del aumento de su capacidad y experiencia, la Revolución ha seguido su camino con mayor fuerza».

Asimismo, Ayatolá Jamenei dijo que la democracia religiosa y la integración total de los aspectos islámicos y republicanos son los secretos de la invulnerabilidad y permanencia de la República Islámica.
En otra parte de su discurso, su Eminencia señaló que la capacidad de la República Islámica de ganarse la confianza del pueblo fue el primer mensaje de la elección del 12 de junio.

«Después de la Revolución, algunas personas esperaban ver que el gobierno islámico cayese en desuso. Esperaban ver que el gobierno islámico cayese en desgracia con la gente. Sin embargo, las recientes elecciones y el nuevo récord en la afluencia de votantes han demostrado claramente que la República Islámica ha aumentado la capacidad de ganarse la confianza del pueblo y movilizar su apoyo. Y esta realidad pura no debe ser dejada de lado debido a los acontecimientos post-electorales», agregó.

El Líder Supremo de la República Islámica manifestó que la mutua confianza que hay entre la República Islámica y el pueblo fue el segundo mensaje de las elecciones presidenciales. Además, reiteró que haber abierto la puerta del debate político y el libre intercambio de ideas es un signo de la confianza que la República Islámica tiene tanto en sí misma como en la nación.

Ayatolá Jamenei, dijo además que «la gente, también, demostró su confianza en la República Islámica. El pueblo ha demostrado su apoyo al gobierno electo a través de la emisión de su sufragio en las diversas urnas electorales. Y esta realidad muestra que aquellos que hablan sobre la desconfianza de la gente no son inconscientes, sino rencorosos.»

«La confianza del pueblo es el principal activo de la República Islámica, y espero que todos los funcionarios que trabajan en las distintas áreas del gobierno hagan aumentar constantemente esta valiosa confianza a través de su conducta.»

El Líder Supremo se refirió a la esperanza y el dinamismo como el tercer mensaje de la elección, y enfatizó: «Un pueblo deprimido y sin esperanzas no participaría en las elecciones. La participación entusiasta de los jóvenes y las personas de diferentes edades en los puestos de votación fue una señal de la esperanza que nuestra sociedad tiene en el futuro».

Ayatolá Jamenei exhortó a la gente y a los funcionarios del Gobierno a que piensen seriamente en los acontecimientos acaecidos a raíz de los comicios presidenciales. «Los acontecimientos post-electorales fueron una seria advertencia de que el enemigo está tendiendo una emboscada y no ser conscientes de sus posibles embestidas y agresiones es muy peligroso, incluso en las mejores condiciones»

Su Eminencia dijo que las conspiraciones y esfuerzos del enemigo por crear problemas para el pueblo son una realidad, y añadió: «Si desconfiamos los unos de los otros en los asuntos políticos y sociales, y si nos consideramos unos a otros como enemigos, y si no somos inteligentes, sufriremos las embestidas del enemigo. Esa fue la importante lección que nos dejó la elección del 12 de junio ».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica también destacó: «La gente de todas las clases, los funcionarios del gobierno por completo, las personas con diferentes tendencias políticas, aquellos que se han consagrado al país y a la República Islámica, y todos y cada uno de los iraníes deben ser verdaderos vigilantes. Y en efecto, la nación ha demostrado que está alerta, y no le permitió al enemigo pescar en aguas revueltas».

Ayatolá Jamenei también exhortó a los enemigos a que aprendiesen las lecciones de los acontecimientos post-electorales y declaró: «El enemigo debe conocer a cuál nación y gobierno se enfrenta. No debe pensar que puede poner a esta nación de rodillas a través de medios convencionales. Los enemigos no deben pensar que pueden asestarle un golpe a la República Islámica a través de una pobre imitación de la impresionante presencia del pueblo en la Revolución de 1979, a través de una caricatura de ese gran movimiento. Esto se debe a que este gobierno legalmente establecido y poderoso no será derrotado a través de acciones como esas.»

Su Eminencia dijo que la fe y la vigilancia de la nación evitará el éxito del enemigo. «No es posible engañar a esta nación vigilante tratando de imitar al Imam cuyo magnánimo corazón y alma se sumergieron en el Corán. Esto se debe a que el corazón de esta nación está iluminado por la luz de la fe».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica describió las elecciones presidenciales como una prueba divina, y dijo que la nación iraní ha superado dicha prueba. «Muchas personas, los jóvenes, y las personalidades destacadas participaron en los comicios electorales a causa de su fe, sinceridad y sentido del deber. Entonces ellos han obedecido la ley. Estas personas son los que han aprobado esta gran prueba.»

Ayatolá Jamenei se refirió al fracaso de algunos individuos en la prueba post-electoral y agregó: «Algunas de las personalidades destacadas fracasaron en esta elección, y algunos de los jóvenes cometieron yerros.»

Su Eminencia dijo que expresar su gratitud por la presencia de la gente -prácticamente- es una prueba para el presidente electo y para el resto de funcionarios del gobierno, añadiendo: «El honorable presidente, quien ha sido elegido por el pueblo con un número récord de votos, y sus colegas de la próxima administración deben valorar la fe del pueblo y no escatimar esfuerzos para alcanzar los objetivos de la Revolución».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a la observación de la ley y la cooperación entre los tres poderes del Estado como un requisito para valorar la presencia del pueblo en las elecciones. Asimismo, pidió a los tres poderes del Estado unirse y cooperar entre sí.

Ayatolá Jamenei dijo que el presidente y la 10ª administración pertenecen a todos aquellos que votaron en las elecciones del 12 de junio y añadió: «Esta realidad debe tenerse en cuenta en toda planificación».Su Eminencia dijo que el Presidente Mahmud Ahmadineyad tiene muchos seguidores, y reiteró: «Además de estos seguidores, hay otros dos grupos de personas que han de tenerse en cuenta: Los furiosos y heridos opositores que seguirán oponiéndose a la administración y los críticos que no se oponen a la República Islámica ni al presidente. Hay que tener en cuenta las opiniones y sugerencias de los críticos, y espero que sea la forma en que la administración actúe. »

El Líder Supremo destacó la necesidad de apoyar a las personas que sufrieron lesiones físicas y pérdidas económicas, así como las personas cuya reputación se ha visto empañada. «Las víctimas deben ser apoyadas. Los que han causado sufrimientos a la población deben ser identificados y amonestados, sin importar quiénes sean.»