Bajo una fuerte lluvia, la gente entusiasta y cariñosa de esta región, reunida en el Estadio de los Mártires de Chalus y calles aledañas, aguardaban a Líder Supremo; a su llegada manifestaron de todo corazón sus profundos sentimientos hacia él, creando escenas verdaderamente esplendorosas e inolvidables.

Ayatolá Jamenei durante este encuentro dijo que la gente de Mâzanderân y Guilân es una firme defensora del frente de la verdad. Y agregó que aunque el régimen déspota o tirano había hecho un esfuerzo y una inversión extraordinaria para borrar la religión y la moral de estas dos provincias, la gente de esta bella y verde región en la época de la Revolución y la guerra impuesta, y todos los sucesos de los últimos treinta años, al haber ofrecido veintiún mil mártires se ha convertido en pioneros de la defensa del Islam, la Revolución Islámica y el Sistema Islámico.

Su Eminencia explicando algunos puntos sobre los asuntos generales del país y la Revolución dijo que «la perspicacia es la principal necesidad de la sociedad», y agregó que «la perspicacia no permite que alguien se desvíe ante la pulverulenta discordia.»

El Líder Supremo de la República Islámica recordó que el consejo del Creador al gran Profeta y sus muhammadianos, fue seguir el camino con perspicacia, y agregó: «La perspicacia es la brújula del movimiento correcto en la complicada situación social de la actualidad, de tal forma que si alguien no tuviese esta brújula y no supiese interpretar el plan, es posible que de repente se vea sí mismo en el bloqueo del enemigo»

Ayatolá Jamenei dijo que la perspicacia de la nación y la conciencia de los jóvenes hacen que las espadas de los enemigos pierdan su filo y agregó: «De no haber perspicacia el ser humano aunque tenga buenas intenciones posiblemente se desvía y pone sus pies por el mal camino.»

Asimismo, su Eminencia señaló: «La perspicacia es necesaria para conocer y alcanzar los objetivos, precisar el camino correcto, reconocer a los enemigos y advertir los obstáculos en el camino y quitarlos.»
«Aconsejo a cada joven, así como a cada una de los religiosos, a los universitarios, a los estudiantes de los seminarios teológicos y a la gente del ámbito cultural y educativo, a que comprendan la importancia vital de este asunto y se preparen cada vez más - en la medida que les sea posible- en la obtención de esta arma de la perspicacia y la conciencia», agregó.

El respeto y el cariño de las naciones por el Sistema Islámico y su sensibilidad por los asuntos internos de Irán, es otro punto abordado por el Líder Supremo de la República Islámica, y enfatizó la importancia de explicar este movimiento de perspicacia dentro del país.

Ayatolá Jamenei recordó la preocupación de las naciones amigas del Islam y de la República Islámica por algunos de los acontecimientos posteriores a las elecciones presidenciales, y agregó: «La participación del 85% del electorado en estas elecciones regocijó a las naciones musulmanas, pero cuando el enemigo -para destruir esta gran presencia y gran victoria política- empezó a crear rumores y calumnias, así como a provocar disturbios en los rincones del país, los amigos de la República Islámica se preocuparon y esta realidad demuestra que después de treinta años continúa en el Mundo Islámico, la amistad e interés por el pensamiento de la República Islámica.

Su Eminencia manifestó que mezclar la verdad con la falsedad y dificultar el reconocimiento de la verdad es uno de los procedimientos de los opositores del Islam. Y recordando la advertencia -a este respecto- del Príncipe de los Creyentes, el Imam Ali (P), agregó: «La perspicacia es el más importante camino para afrontar estas discordias.»

El Líder Supremo refiriéndose a uno de los importantes criterios para distinguir el camino y los actos correctos del camino falso, es que cualquier movimiento de esta nación que ponga nervioso a los enemigos de sangre (es decir: a los arrogantes y al sionismo) es un movimiento correcto y está en el camino de la verdad. Y por otra parte, cualquier acto y movimiento que ponga contento y entusiasta a los enemigos, y destaque sus propagandas y políticas, es un camino desviado y torcido, incorrecto y falso.

Ayatolá Jamenei afirmó que con este criterio, es decir, la reacción exasperada o la reacción alegre de los extranjeros ante los acontecimientos y en muchos otros casos, se pueden entender los errores y compensarlos.

Su Eminencia señaló que en el concepto de República Islámica lo ‘republicano' y lo ‘islámico' son dos bases del sistema y refiriéndose a al verdadero contenido de lo ‘republicano' agregó: «La participación y el sentimiento de responsabilidad de la gente en la formación del sistema y la elección de las autoridades son manifestaciones de lo republicano.

El Líder Supremo agregó que otro significado de lo ‘republicano' es que las autoridades del sistema deben ser del pueblo y estar con el pueblo, sus actos deben ser como los del pueblo y no puede haber ninguna huella o secuela de aristocracia y menosprecio para el pueblo.

Ayatolá Jamenei, dijo además: «Respetar las creencias, los valores de la gente, darle importancia al prestigio, personalidad e identidad de la nación es otra dimensión de lo ‘republicano'»

Su Eminencia explicando lo ‘islámico' (el Sistema Islámico) señaló el establecimiento y el apoyo del sistema a la religión, a la ley y jurisprudencia islámica (sharía), así como a la espiritualidad, agregó: «Lo ‘islámico' en las diferentes dimensiones de la República se advierte en el apoyo islámico y espiritual, y que cualquier trabajo tiene recompensa divina, lo que hace que el sistema prospere, y cada trabajo se realiza para la prosperidad de la gente y fortalecimiento y elevación del sistema»

El Líder Supremo refiriéndose al verdadero significado de lo ‘republicano' y lo ‘islámico' del sistema señaló que después del nacimiento del Islam, la República Islámica constituye una receta sin igual, y agregó: «La enemistad de los dictadores y los arrogantes mundiales para con este sistema es una cuestión natural; pero el resultado de treinta años de crear problemas y enfrentar a la República Islámica, con la ayuda de Dios ha sido el desarrollo maravilloso de la gran nación de Irán, mismo que ha de continuar en el futuro.»

En otra parte de su discurso, Ayatolá Jamenei dijo que los mares y los bosques son dos grandes riquezas y dos oportunidades grandes de la nación y agregó: «Las autoridades gubernamentales deben cuidarse del mal uso de éstos por parte de los codiciosos y buscadores de beneficios personales, y deben planificar y esforzarse, pues estas mercedes divinas deben ser aprovechadas económicamente de forma adecuada, hasta que no haya pobreza en estas regiones.