Durante la reunión, su Eminencia se refirió al Poder Judicial como una de las partes más delicadas del sistema islámico, por lo que es necesario que todas las organizaciones del país lo apoyen.

El Líder Supremo señaló además que el Poder Judicial no debe desviarse del camino de la justicia y la equidad, ni ser influenciado por la propaganda política, además de evitar tomar en cuenta amistades y enemistades a la hora de realizar juicios o promulgar veredictos.

En esta reunión celebrada con motivo del aniversario del martirio del Dr. Ayatolá Beheshti y 72 de sus compañeros y que contase con la presencia de familiares de los nobles mártires, el Ayatolá Jamenei dijo que los mártires del 7 de Tir del año 1360 eran gente comprometida, experta y dispuesta a entregar su vida, y agregó: «A la cabeza de estos mártires estaba el noble mártir Dr. Ayatolá Beheshti, quien era una persona fiel a sus creencias, piadosa, sincera, honesta y decidida en el trabajo».

Su Eminencia señaló que algunas de las características del oprimido mártir ayatolá Beheshti era el estar realmente comprometido con sus creencias y principios y obrar de acuerdo a dichas creencias, además de no temerle a los peligros que pudiese encontrar durante la persecución de sus objetivos. Asimismo, declaró que este querido mártir era una persona lógica que ponía en práctica los fundamentos, un verdadero creyente que nunca negociaba sus principios con nadie.

El Líder Supremo dijo éstas son características de figuras influyentes que pasan a la historia.

«Hay algunas personas que sólo hablan y no actúan. Hay otros que practican lo que predican, pero no pueden soportar situaciones difíciles, comentarios sarcásticos y la hostilidad injusta, no saben tener paciencia y por tanto se quedan en el camino. También hay algunas personas que se mueven en dirección opuesta cuando se enfrentan a tales circunstancias.», agregó.

Ayatolá Jamenei señaló: «La gente influyente que pasa a la historia es aquella que está de pie por lo que dice debido a sus creencias firmes y puras, y continúa su trabajo debido a una decisión valiente que está basada en el amor a Dios.»

Su Eminencia dijo que el martirio de Shahid Beheshti y 72 de sus compañeros preparó el terreno para la consolidación de la lógica de la República Islámica y del noble Imam (ra) y fortaleció el sistema islámico nuevo. «Aunque el evento que tuvo lugar el 7 de Tir, 1360 fue chocante en ese momento, tuvo un gran y constructivo efecto sobre la Revolución Islámica», agregó.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó: «Hasta ahora, la cultura del martirio goza de una elevada posición en la sociedad, ningún poder - incluyendo las potencias arrogantes o incluso poderes aún más fuertes - podrá superar a la República Islámica y a la nación iraní.»

En otra parte de su discurso, el Ayatolá Jamenei dijo que el Poder Judicial es una de las partes más sensibles del sistema islámico.

Ayatolá Jamenei refiriéndose a los factores fuertes y esperanzadores dijo que uno ellos es la presencia de una personalidad sabia y preparada, un muytahid (jurisconsulto) consciente y joven, con una gran capacidad, a la cabeza del poder judicial. «En poco tiempo se han manifestado los efectos de su presencia», agregó.

Su Eminencia dijo que una de las más importantes - y más difíciles - cuestiones es que el Poder Judicial no debe verse influenciado por las amistades y enemistades o por la propaganda política.

«Uno de los mayores peligros es que la propaganda política de las diferentes corriente políticas, periódicos y medios de comunicación extranjeros puedan afectar el rumbo correcto de la justicia y los procedimientos legales. En este sentido, uno no debe verse influido por las emociones, las amistades y enemistades, ni desviarse del camino de la justicia», reiteró.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica, destacó: «En tal situación, la gente se sentirá satisfecha con las decisiones del Poder Judicial.»

Ayatolá Jamenei refiriéndose al mes bendito de Rayab exhortó a los creyentes a aprovechar esta valiosa oportunidad para hacer súplicas y pedir la intercesión, así como para el arrepentimiento.