Durante esta reunión que duró cuatro horas, un grupo de presentes recitó el Corán y realizó canticos coránicos colectivos.

En esta ceremonia el líder describió de dulce, delicioso e impresionante su reunión con los recitadores, maestros y memorizadores del Corán. Y agregó: el crecimiento progresivo de atracción del Corán en la sociedad, en especial en medio de los adolescentes y jóvenes, es una gran merced divina incomparable con otras.

Él enfatizando en la necesidad de gratitud frente a esta gracia divina, consideró imprescindible para beneficiarse de los conocimientos coránicos intimarse con estos elevados conceptos y agregó: la lectura y memorización del Corán, debe ser como una introducción para entender las enseñanzas del Corán y llevarlas a la práctica.

El líder recomendó a los recitadores y memorizadores del Corán a esforzarse en obtener un perfecto dominio para traducir el Corán e indicó: Los conocimientos del Corán en realidad son lecciones de la vida. Poder traducir el Corán adecuadamente ayuda a comprender los significados profundos y los conocimientos del mismo.

En la parte final de esta reunión los presentes realizaron las oraciones el ocaso y la noche dirigido por el líder y luego los presentes acompañados por el líder supremo rompieron su ayuno.