Durante el encuentro 30 poetas recitaron sus versos de contenido religioso, social, épico y moral.
El Ayatolá Jamenei refiriéndose al movimiento de la nueva época de la poesía iraní hacia la evolución y perfección, señaló: «En nuestro país, la poesía contemporánea es muy consistente desde el punto de vista lingüístico y creativo, al mismo tiempo, describe detalladamente los tópicos actuales. Es por ello que para esta poesía se vislumbra un porvenir venturoso. Y es que, en verdad, se está desarrollando un nuevo método lingüístico, de contenido, y en el futuro se podrán dilucidar mejor todas sus dimensiones.»

Su Eminencia, refiriéndose a las tendencias de los poetas clásicos y las inclinaciones de los poetas contemporáneos, dijo: «Este nuevo método se perfecciona y evoluciona cada día y nosotros estamos contentos de que los poetas buenos y destacados ejerzan su arte enmarcados en este movimiento poético.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica señalando la necesidad de ponerle atención especial a la poesía entre las distintas ramas del arte contemporáneo, dijo: «En el ámbito de la poesía, nuestro país ocupa un primer nivel, gracias a sus antecedentes históricos y su valiosa herencia poética.»

«La República Islámica de Irán cuenta con los talentos necesarios y la capacidad de desarrollo en el destacado campo artístico de la poesía y todo esfuerzo de pensamiento, planificación, administración y estudio que realiza en este sentido, no es demasiado, gracias a las abundantes capacidades existentes», agregó.

El Ayatolá Jamenei señaló la necesidad de crear sociedades literarias y recordó que esta clase de organizaciones constituye la unión de un grupo de poetas que se reúnen para recitar sus versos y realizar conversatorios sobre éstos, y que todo ello, no necesita del apoyo del gobierno ni de fundaciones.»

Su Eminencia, dijo además: «En un tiempo, los mejores poetas de Irán evolucionaron e incursionaron en la sociedad emergiendo de las sociedades literarias de Mashad que se reunían en casas de los maestros de la poesía de la época.»

El Líder Supremo señaló: «La naturaleza de la poesía y el ser poeta son dones divinos y mercedes destacadas que Dios otorga y éstas no se pueden comparar con otros dones más evidentes, por eso es adecuado que el poeta utilice este talento y capacidad como Dios Altísimo lo requiere.»

El Ayatolá Jamenei refiriéndose al alma sutil de los poetas, expresó: «Saber utilizar la poesía en el camino de la sensibilidad y el afecto humano, es algo inevitable, pero además de hacer poesía religiosa, se le debe dedicar una parte a la sociedad y a las cuestiones más importantes de la Revolución y del país.»

«Irán después de la llegada del Islam y de los cambios de gobierno, así como de las distintas situaciones sociopolíticas, jamás había sido testigo de un suceso tan grande como la Revolución Islámica y nunca como hoy, la nación de Irán pudo levantarse orgullosamente de las ruinas y destruir las diversas murallas artificiales construidas a su alrededor», manifestó su Eminencia.

Sobre el mismo tema, el Líder Supremo dijo: «La inteligencia y el heroísmo del pueblo iraní en ningún momento de su historia tiene semejante, en lo que respecta a su ingreso al campo político, militar y su evolución social de la nación después de la Revolución Islámica»

«La Revolución Islámica es un buen terreno para la evolución de la cultura, el pensamiento y el arte. Además, de poder incrementar su valor y su contenido con un diseño sólido, beneficioso y sabio», agregó.

Ayatolá Jamenei exhortó a los poetas a cuidar los límites y conservar el pudor, la castidad y el recato en sus versos cuando describan asuntos del corazón y del amor. Asimismo, explicó que en los poemas en que haya indicios de agitación y asombro se debe tratar de fortalecer la base del conocimiento y el pensamiento y extraer esta agitación y asombro, aunque ello sea algo 'sagrado' para algunos de los poetas jóvenes. »

Su Eminencia dijo que los poemas no deben ser complicados a tal punto que los mismos entendidos en la materia no los comprendan y dejen al público en general atónito y anonadado, pues esto se considera un defecto.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica agradeció a los poetas participantes y a los organizadores de este encuentro, diciendo que se había tratado de una reunión «muy exquisita.» Esta reunión duró cuatro horas y se trató de un diálogo amistoso con los poetas.

Al final, los participante realizaron la oración colectiva guiados por Ayatolá Jamenei, y posteriormente rompieron el ayuno.