Durante este encuentro, Su Eminencia se refirió a la difusión del Despertar Islámico en los países musulmanes y dijo que es el resultado de la resistencia y la constancia de la gran nación iraní durante los últimos 33 años, y enfatizó:  «Gracias a la fe en Dios y el Islam, hoy en día el esplendor, la dignidad, el progreso y la influencia del Irán islámico brilla con mucha más intensidad que en el pasado, y la nación iraní está aún más decidida a llegar a la cima de la gloria ».

Su Eminencia elogió la fe ejemplar, la sinceridad, la determinación y la perspicacia de la gente de Azerbaiyán Oriental a lo largo de la historia, especialmente en las diferentes etapas del movimiento islámico y la Revolución Islámica de Irán, y agregó: «La característica más importante del movimiento de la gente de Tabriz, el 29 de Bahman de 1356 fue convertirse en un modelo para los próximos movimientos de la nación iraní, y si dicho levantamiento no hubiese ocurrido, el levantamiento de la gente de Qom el 19 de Dey habría sido olvidado, y se le hubiese evitado a la nación iraní el moverse en la senda del movimiento islámico.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que la característica más importante de la Revolución Islámica de Irán es el haberse convertido en un modelo para otras naciones y reiteró: «El principal propósito de los diferentes tipos de presión - que ha sido ejercida sobre la República Islámica de Irán, después de la victoria de la Revolución Islámica - es evitar que el impresionante movimiento de la nación iraní se convierta en un modelo para el mundo.»

El Ayatolá Jamenei se refirió a las sanciones económicas, el asesinato de prominentes científicos y los diferentes tipos de acusaciones en materia de derechos humanos, y enfatizó: «El propósito de todas las presiones y la propaganda es detener el movimiento de la nación iraní y hacer que la opinión pública mundial y regional esté en contra de la República Islámica de Irán, sin embargo el Irán Islámico se vuelve más poderoso y avanza día a día en contra de la voluntad de las potencias hegemónicas.»

 «Los ocho años de la Sagrada Defensa hizo que salieran a la luz los soldados jóvenes y valientes de la nación iraní, y las sanciones económicas y han hecho que aparezcan los talentos, las habilidades y capacidades de los jóvenes.»

 El Ayatolá Jamenei explicó que la característica más importante de la gente de Azerbaiyán y Tabriz es su entusiasmo, sabiduría y su firme determinación, y agregó: «Estas características, especialmente la perspicacia – la cual conlleva al pensamiento crítico - deben fortalecerse tanto en la joven generación como en las futuras generaciones, tal como ha ocurrido en los últimos 33 años».

 Su Eminencia reiteró: «A pesar de que los jóvenes no llegaron a ver al Imam (ra) ni a personas como el mártir Bakeri, y no experimentaron la dificultad de los ocho años de la Defensa Sagrada, su pensamiento, criterio y camino son los mismos que el pensamiento y camino de los primeros años de la Revolución Islámica.»

 El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó que la percepción que se basa en la fe revive en los corazones y pensamientos, y agregó: «Esta idea que se basa en la fe debe mantenerse, al igual que se ha mantenido hasta ahora y ha dejado su huella en el mundo.»

 El Ayatolá Jamenei dijo que la actual ola del despertar islámico en la región se ve afectada por el movimiento religioso y la firme determinación de la nación iraní. «Los acontecimientos críticos en Egipto han sido causados por el despertar islámico y la humillación – de tantos años - del sabio y antiguo pueblo de Egipto.», destacó.

 Su Eminencia dijo que se necesitan muchos años para que los grandes movimientos sociales sean conformados, sin embargo a veces suceden de repente. «El pueblo egipcio y los jóvenes se vieron frustrados ante la humillación que les fue impuesta por su gobierno en los últimos años, debido a dependencia de Estados Unidos y el régimen sionista, y esta frustración se manifestó repentinamente de esta manera», agregó.

 El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que la juventud egipcia, su fe en Dios y su firme determinación, han jugado un papel clave en el impresionante movimiento del pueblo egipcio. «El movimiento de la gente de Egipto – iniciado por su juventud – partió de las mezquitas y sedes de la oración del viernes, y finalmente se convirtió en un movimiento público."

 El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a la fe en Dios y el Islam como el factor esencial de la gloria y el progreso de la nación iraní. Asimismo, su Eminencia reiteró: «El fortalecimiento de la fe, la determinación de la juventud y el esfuerzo por satisfacer las necesidades de la sociedad islámica, prepararán el terreno para que aumente la gloria, el progreso y se cambie la vida material y espiritual.»