Durante este encuentro, celebrado en la víspera del aniversario del natalicio de la noble Fátima Az-Zahra (P), su Eminencia dijo que la oposición manifiesta al hiyab (velo islámico) en Occidente es una de las consecuencias de la visión occidental sobre la mujer, y agregó: «Los occidentales afirman que el hiyab es una cuestión religiosa y que no debe aparecer en las y sociedades comunidades seculares, pero la verdadera razón para esta oposición es que el hiyab desafía y es un obstáculo para la política fundamental de Occidente respecto a las mujeres, es decir, la explotación de las mujeres y la promoción de la corrupción moral entre ellas.»

El Líder Supremo, dijo que desde la perspectiva islámica, las mujeres disfrutan de una posición muy elevada en la familia.

El Ayatolá Jamenei señaló que hay una crisis respecto a la cuestión de las mujeres en las sociedades occidentales. Asimismo, su Eminencia se refirió a la posición actual de la mujer en la sociedad iraní, y agregó: «Muchas cosas se han hecho en la República Islámica con el fin de restaurar la posición real de las mujeres, sin embargo todavía hay muchos problemas - especialmente con respecto a cómo las mujeres son tratadas en el entorno familiar - y es necesario resolver estos problemas a través del establecimiento de bases jurídicas y ejecutivas».

Su Eminencia dijo que la República Islámica de Irán ha llegado a su punto máximo en términos de formación académica de las mujeres, quienes hoy en día son profesionales expertas en los temas más delicados y sensibles de la sociedad.

El Líder Supremo señaló que la raíz de los problemas respecto a las mujeres es el punto de vista equivocado que Occidente tiene sobre ellas y la grave mala interpretación sobre la familia, y enfatizó que estos dos problemas han provocado una crisis en relación con la cuestión de la mujer.

Explicando la perspectiva occidental sobre la mujer, el Ayatolá Jamenei, dijo que Occidente ha promovido la idea de que los seres humanos se dividen en hombres y mujeres, ‘siendo las mujeres explotadas y los hombres los beneficiarios.'

«A partir de este punto de vista equivocado, si las mujeres en las sociedades y comunidades occidentales quieren tener una identidad, deben actuar irremediablemente del modo en que los hombres quieren que ellas actúen, y este insulto es el mayor tipo de opresión a las mujeres», agregó Su Eminencia.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que los responsables políticos de Occidente están haciendo esfuerzos sistemáticos para promover gradualmente esta errónea norma cultural entre las naciones del mundo, y reiteró: «Por esta razón, hoy en día si alguien rechaza esta clase comportamientos en la sociedad, se convierte en blanco de ataques de la maquinaria política y propagandística de Occidente.»

Citando informes elaborados por centros oficiales a nivel mundial, el Ayatolá Jamenei dijo que el rápido crecimiento de la trata de blancas y la cuestión de los hijos ilegítimos son las consecuencias nocivas de la visión occidental sobre la mujer, y agregó: «La República Islámica debe - de forma manifiesta, seria e implacable - combatir el punto de vista equivocado que Occidente tiene sobre las mujeres. La República Islámica debe cumplir con su deber de defender la verdadera posición de las mujeres.»

Su Eminencia dijo que la visión equivocada de la familia es el segundo problema que ha causado una crisis en la cuestión de las mujeres en las sociedades occidentales, y reiteró: «A diferencia de Occidente, la visión islámica de la familia y de la posición de la mujer está absolutamente clara, y es que el noble Profeta del Islam (PB) y los Imames infalibles (P) han enfatizado la elevada posición de la mujer.»

El Ayatolá Jamenei señaló que para llevar a la práctica la visión islámica de la mujer y la familia se requiere de bases jurídicas y ejecutivas. «A pesar de todo lo hecho después de la Revolución, todavía hay una gran cantidad de deficiencias respecto a las mujeres y la forma en que son tratadas en el entorno familiar. Es necesario eliminar estas deficiencias», agregó.

Por otra parte, su Eminencia enfatizó: «El ambiente familiar debe ser un entorno seguro, digno y pacífico para las mujeres, para que así, ellas puedan cumplir - de la mejor manera posible - con su principal responsabilidad, es decir, mantener la unidad familiar.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la posición de la mujer en Irán ha mejorado durante las pasadas tres décadas. Refiriéndose a los valiosos avances de la mujer en el ámbito político, social, cultural, científico, y en otras importantes áreas, señaló: «Por supuesto que este optimismo no debe cegarnos, pues debemos ver también las deficiencias y tratar de acelerar el éxito de la República Islámica respecto a la cuestión de la mujer y triunfar sobre las erróneas normas de Occidente, identificando y eliminando las deficiencias.»