Durante la reunión, su Eminencia, dijo que el Sagrado Corán es el factor más importante para lograr la unidad, dignidad y la gloria de la nación islámica (Ummah).

El Líder Supremo dijo que las competencias coránicas internacionales son indicadores del enorme potencial del Sagrado Corán para unir a los musulmanes.

El Ayatolá Jamenei criticó la falta de atención - por parte de las naciones musulmanas - al potencial del Sagrado Corán para unir a los musulmanes, y agregó: «La falta de fe en los conceptos y significados del Corán y las promesas divinas es otro ejemplo de su negligencia y falla, que prácticamente ha impedido que la comunidad islámica alcance la unidad, dignidad y poder.»

Su Eminencia señaló que Irán era dependiente de Estados Unidos y los sionistas antes de la Revolución, y reiteró: «El que Irán se haya convertido en un poderoso polo de la lucha contra la arrogancia y el sionismo es un verdadero milagro y un ejemplo de la ayuda divina que ha sido prometido en el Corán.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que los levantamientos regionales son otra señal de que las promesas del Corán serán cumplidas, y agregó: «Estados Unidos, los malvados sionistas y sus aliados políticos en la región no estaban preparados para pensar en la posibilidad de un levantamiento de la nación egipcia, sin embargo, los egipcios entraron en escena para ayudar a la religión de Dios a través de las oraciones colectivas del día viernes, gritando ‘Dios es grande'. Y socorriendo a la nación de Egipto, Dios demostró una vez más que si Él ayuda a alguien, ningún poder puede vencerlo.»