Asimismo, el Líder Supremo insistió en que la poesía es un medio para que el poeta exprese sus sentimientos, pero que esta debe estar también al servicio de los valores, y que el poeta ansioso por cumplir con su deber y su responsabilidad, debe poner este gran don divino al servicio de la religión, la moral y la Revolución.

El Ayatolá Jamenei calificó como necesarias las inquietudes ideológicas y la inspiración poética, y enfatizó que la poesía puede contribuir a la promoción de los valores morales y revolucionarios de la nación, incluso a través de unos cuantos versos, y no debe ser indiferente a los problemas nacionales.

Su Eminencia se refiriéndose a la cuestión nuclear y los atentados terroristas contra los científicos iraníes, dijo: «El bando de la arrogancia utilizando todo su poder político y mediático está trabajando incesantemente en contra de la nación iraní, pero esta se resiste, y todos estos acontecimientos por los que atraviesa nuestro pueblo no deben ser ignorados ni desaprovechados por los poetas comprometidos porque, es imposible ser indiferente y neutral cuando se trata de una confrontación entre el Bien y el Mal».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica en alusión a la indiferencia -de algunos que se hacen llamar "patriotas"- ante las cuestiones como la guerra impuesta y la ocupación del enemigo, señaló: «Estas personas propagan el nihilismo, la laxitud y la falta de compromiso con la religión, la moral y las cuestiones claves del país, y "defienden" la Revolución sin reaccionar ante las actividades de los extranjeros y los enemigos.»

En este sentido, las personas que utilizan su arte para defender la verdad y la espiritualidad, deben ser precavidas, estar atentas y resistir», agregó.

Al comienzo de la reunión, algunos poetas recitaron sus poemas sobre el despertar islámico, el Islam, la Revolución y diversos temas religiosos y sociales.