Durante dicha ocasión Su Eminencia, elogió a los valiosos mártires de la Revolución Islámica y la Defensa Sagrada y honró sus memorias con la recitación de 'Al-Fatiha', la sura de apertura del Sagrado Corán.

Asimismo, el Líder Supremo pidió a Dios que le otorgue a los mártires, la elevada posición que se merecen.

Por otra parte, el Ayatolá Jamenei también honró con su presencia el sepulcro del jefe militar Rayab'ali Muhammadzâde (uno de los mártires de la unión), para quien su Eminencia también recitó la 'Sura de la Apertura'.

Al final, el Líder Supremo de la Revolución Islámica realizó una visita especial al santuario del «Seyyed Abbâs», hijo del Imam Musa (La paz sea con él).