Su Eminencia dijo que es necesario evaluar las debilidades y fortalezas que existieron durante el año recién finalizado y realizar una debida planificación sobre la base de esta evaluación.

«Así como la gente necesita de constante evaluación en los asuntos personales, de la misma manera el país precisa de la evaluación y recuento; esto es importante cuando se trata de asuntos nacionales porque a través de tal evaluación se aprenden lecciones que nos ayudan a tomar mejores decisiones en el futuro», agregó su Eminencia.

El Líder Supremo señaló que los funcionarios estadounidenses anunciaron abiertamente que el objetivo de las sanciones era doblegar y paralizar a la nación iraní, y agregó: «En este escenario lleno de desafíos, la nación iraní con su inteligencia, capacidad y enorme poder, logró convertir las amenazas en oportunidades.»

El Ayatolá Jamenei dijo que desde esta perspectiva, el año 1391 ha sido uno de los más activos para aquellos que le desean mal a la nación iraní, y agregó: «Ellos anunciaron que su objetivo era doblegar y paralizar a la nación iraní, por lo tanto, si nuestra nación resiste firmemente ante las presiones, mantiene su entusiasmo y logra más avances, ellos perderán toda credibilidad».

Por otra parte, su Eminencia planteó dos preguntas: «¿Qué país es el centro de conspiraciones contra la nación iraní? ¿Quiénes son los enemigos de Irán?»

«El principal centro de planificación de conspiraciones contra la nación iraní es Estados Unidos y hoy tras el paso de 34 años, siempre que se menciona la palabra "enemigo", el pueblo iraní piensa rápidamente en Estados Unidos», respondió el Líder Supremo de la Revolución Islámica.
«Entonces, las autoridades estadounidenses deben pensar cuidadosamente sobre este tema y preguntarse por qué la nación iraní rápidamente piensa en Estados Unidos cuando escucha la palabra "enemigo"», agregó.

El Ayatolá Jamenei refiriéndose a los enemigos de la nación iraní, reiteró: «Aparte de Estados Unidos, que es el archienemigo de Irán y el centro de conspiraciones, hay otros enemigos, incluyendo el perverso gobierno Inglés, que no goza de independencia y desempeña un papel complementario como seguidor del gobierno estadounidense».

Su Eminencia se refirió también al gobierno francés, y manifestó: «La República Islámica de Irán históricamente no ha tenido problemas con el gobierno francés y su pueblo, pero en los últimos años el gobierno francés ha adoptado una evidente política de hostilidad hacia la nación iraní, especialmente desde la época de Sarkozy, y esta política equivocada aún continúa, lo cual no es nada prudente.»

En relación al régimen sionista, el Líder Supremo dijo: «El régimen usurpador sionista es demasiado insignificante para ser considerado un enemigo de primera fila de la nación iraní».

El Ayatolá Jamenei señalando las amenazas de las autoridades israelíes sobre un ataque militar contra la República Islámica de Irán, enfatizó: «Si ellos comenten dicho error, la República Islámica del Irán arrasará Tel Aviv y Haifa».

«Los estadounidenses se refieren constantemente a estos pocos enemigos de la nación iraní como "la comunidad internacional". Sin embargo, la verdadera comunidad internacional no está del todo convencida de que debe ser hostil hacia los iraníes y el Irán islámico», agregó.

Asimismo, su Eminencia se refirió a las negociaciones de Irán con los países del grupo 5+1, y reiteró: «Nuestra interpretación es que las ofertas de negociación son una táctica estadounidense para engañar a la opinión pública mundial y al pueblo iraní, si este no es el caso, los estadounidenses deberían demostrar su sinceridad con hechos.»

El Líder Supremo dijo que los estadounidenses no quieren llegar a una solución a través de negociaciones sobre la cuestión nuclear, y agregó: «Si los estadounidenses realmente quieren resolver el problema nuclear con Irán, la solución es fácil: deben reconocer el derecho de Irán a enriquecer uranio con fines pacíficos.»

El Ayatolá Jamenei propuso una solución a la cuestión nuclear, diciendo: «Si los estadounidenses quieren sinceramente poner fin a los problemas, la solución que se propone es que deben dejar de lado su hostilidad hacia la nación iraní con palabras y acciones.»

Su Eminencia se refirió al fracaso de las políticas hostiles de Estados Unidos contra la nación iraní durante los últimos 34 años y enfatizó que si tales políticas continúan, fracasarán una y otra vez.»

En otra parte de su discurso, el Líder Supremo se refirió a las próximas elecciones presidenciales en Irán, y agregó: «Las elecciones representan el poder y el valor político del sistema islámico, la democracia islámica, la voluntad nacional de Irán y el orgullo de la República Islámica.»

El Ayatolá Jamenei destacó la importancia de una participación electoral masiva en las elecciones presidenciales, y reiteró: «La presencia masiva y entusiasta de la gente en las elecciones, además de garantizar la seguridad nacional frente a las amenazas de los enemigos, frustrará sus perversos deseos.»

Su Eminencia señalando la necesidad de la participación de las diferentes orientaciones y corrientes políticas en las elecciones presidenciales, dijo: «Las elecciones no son para una corriente política o una tendencia en particular, más bien son para todos aquellos que estén comprometidos con nuestros intereses nacionales y la independencia del país, todos ellos tienen el derecho y la responsabilidad de participar en las elecciones».