Este encuentro se celebró en ocasión del Mab'az, conmemoración en que se recuerda el día en que Muhammad Ibn Abdullah (PB) fue designado como Profeta de Dios.

Durante su intervención, el Líder Supremo expresó sus felicitaciones por la fiesta de Mab'az y dijo que en las actuales condiciones, la responsabilidad más importante de la nación islámica (Ummah ) es ser perspicaz, permanecer vigilante y cuidarse de las conspiraciones del enemigo .

«La principal conspiración del enemigo es crear discordia y conflicto entre los musulmanes. Por esta razón, la necesidad más urgente del Mundo Islámico es la unidad, la solidaridad y la cooperación», agregó.

El Ayatolá Jamenei señaló que los Profetas de Dios y sus misiones siempre se encontraron con la oposición y la hostilidad, y reiteró: «La oposición y la hostilidad al llamado divino del Santo Profeta del Islam (PB) fue más fuerte y más amplio y continuó de diferentes formas hasta el final de su santa vida».

Su Eminencia manifestó que el llamado del Islam todavía se enfrenta a la oposición y hostilidad en la actualidad, y agregó: «Tras el fracaso de los llamados que no son divinos - incluyendo el llamado del marxismo y el liberalismo- para conseguir la felicidad de la humanidad, los corazones y los ojos ahora se han vuelto hacia el Islam. Por lo tanto, hay una mayor hostilidad hacia el Islam, que es el centro del pensamiento y la dignidad humana basados en la búsqueda justicia y nobleza del ser humano».

El Líder Supremo dijo que los insultos al santo Profeta del Islam (PB) son un ejemplo de este tipo de hostilidades, y reiteró: «Es difícil de creer que los insultos al Islam y la islamofobia en el mundo no son promovidos por las conspiraciones de los servicios de inteligencia de las potencias mundiales y su apoyo financiero.»

El Ayatolá Jamenei enfatizó que ciertos comportamientos y acciones de los musulmanes -como la obstinación e intransigencia- le proporcionan a las potencias dominantes el pretexto para oponerse al Islam.

«Los musulmanes deben promover el Islam de una manera abierta, valiente, sincera y justa para que puedan atraer los corazones», agregó.

Su Eminencia señaló que los musulmanes deben levantarse y resistir ante las hostilidades en contra del menaje del Islam, así como lo hicieron el santo Profeta del Islam (PB) y todos los creyentes del Islam a lo largo de la historia.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica insistió en la necesidad de que la nación islámica (Ummah) tenga pleno conocimiento del rumbo hacia el cual deben dirigirse los musulmanes y el rumbo que llevan las conspiraciones del enemigo, y agregó: «El más importante objetivo del enemigo es fomentar la discordia entre los musulmanes con el fin de desviar la atención de la Ummah del centro principal de la enemistad, es decir, el capitalismo corrupto y el sionismo salvaje y usurpador».

«Los musulmanes -incluyendo ciudadanos, políticos, intelectuales, etc. - deben familiarizarse con el plan de trabajo del enemigo, para así poder adoptar medidas prudentes para enfrentarlos y evitar errores», reiteró.

El Ayatolá Jamenei señaló que a través del fomento de la discordia entre los musulmanes, las potencias hegemónicas quieren que los musulmanes pierdan de vista sus principales asuntos y todo aquello que necesitan para alcanzar el desarrollo.

Su Eminencia dijo que en el pasado, los occidentales utilizaron el colonialismo para lograr este mismo objetivo, y enfatizó: «Por supuesto, los occidentales no podrán borrar la vergüenza del colonialismo a través de sus consignas en apoyo de los derechos humanos y la democracia.»

Al comienzo de este encuentro, en el que también estuvieron presentes los jefes de los tres poderes del Estado, el Dr. Ahamadineyyad, presidente de la República Islámica de Irán felicitó a la audiencia en ocasión del Ma'baz, y señaló que el noble Profeta del Islam (PB) es un tesorero de sabiduría y depositario de los secretos de Dios Altísimo.

«La principal tarea del Profeta Muhammad (PB), fue guiar a la humanidad y en este camino soportó grandes dificultades», agregó.

Asimismo, el Dr. Ahmadiyyad señaló que la gran Revolución Islámica de de Irán con el liderazgo del Imam Jomeini fue una invitación al camino -colmado de orgullo y dignidad- de los Profetas de Dios, y reiteró: «El establecimiento perfecto del monoteísmo y la justicia en el mundo se realizará según la promesa divina con la aparición y llegada del último tesoro divino: El Imam Mahdi (Que Dios apresure su aparición).»