En dicha ocasión su Eminencia señaló que los mártires y los combatientes son las mejores personas de esta época, y agregó: «Es muy necesario homenajear y revivir la memoria y proceder de los mártires a través de la publicación de obras tanto impresas como en formato multimedia. Hay que realizar todo un trabajo de investigación sobre sus vidas y aprovechar los recursos artístico-literarios para plasmarlas, de modo que permanezcan e influencien a las nuevas generaciones.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica agregó que el gran movimiento de los jóvenes durante la ''Defensa Sagrada'' es uno de los milagros de la Revolución Islámica.»

Asimismo, el Ayatolá Jamenei manifestó que la Defensa Sagrada fue una gran prueba para la nación de Irán en cuanto al surgimiento de talentos en diferentes partes del país, y agregó: «Gracias a la Defensa Sagrada apareció una gran cantidad de talentos literarios, los cuales aumentan cada día más.»

Su Eminencia recordando la trayectoria y desarrollo de algunos de los grandes mártires de la Defensa Sagrada, entre ellos los mártires Bakarí, Jarazí, Bâqherí y Beruz, dijo: «Sus maravillosos talentos durante la Defensa Sagrada, prepararon el terreno para la aparición de jóvenes que se convirtieron posteriormente en grandes comandantes y asombrosos estrategas militares que lograron anular y derrotar al ejército enemigo, el cual era un ejército muy bien equipado -con toda clase de armas- y apoyado por las potencias mundiales.»

Por otra parte, el Líder Supremo agradeció y elogió a la gente de la provincia de Mazandarán por su religiosidad, sacrificio, lealtad, sinceridad y brillante desempeño en las diferentes etapas y escenarios de la Revolución Islámica, jugando un importante rol que fue decisivo para la victoria de la Defensa Sagrada y contribuyó enormemente a la construcción del país.