El Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Sayyid Ali Jamenei, comandante general de las Fuerzas Armadas, asistió el miércoles a una ceremonia de graduación para oficiales de la Universidad Militar Imam Hussein (P). El evento se llevó a cabo previo al aniversario del nacimiento del tercer Imam de los musulmanes chiitas -el Imam Hussein (P), en el cual se celebra el «Día del Guardián [de la Revolución]» y que este año coincide con el 22 de mayo- y el aniversario de la liberación de la ciudad sureña de Jorramshahr -el 24 de mayo- de la ocupación de Irak en 1982.

A su llegada a las instalaciones, Su Eminencia, visitó la tumba del Soldado Desconocido y rindió homenaje a los mártires de la «Defensa Sagrada» (la guerra impuesta Irak-Irán, 1980-1988), recitando el Sura de la Apertura del Sagrado Corán y pidiéndole a Dios que les otorgue a los mártires la elevada posición que se merecen.

Posteriormente, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas pasó revista a la guardia de honor, y saludó a los veteranos de guerra lisiados, presentes en la ceremonia.

El Líder Supremo se refirió al «discurso islámico moderno» y al «discurso del paganismo» como los dos principales discursos del mundo en la actualidad, y enfatizó la imposibilidad de cualquier proximidad y reconciliación entre ambos discursos.

El Ayatolá Jamenei refiriéndose a las nuevas y excesivas demandas en las negociaciones nucleares, incluyendo una solicitud para inspeccionar las instalaciones militares, y entrevistar a científicos iraníes, dijo: «Tal autorización no se dará en absoluto y los enemigos deben saber que la nación iraní y los funcionarios de ningún modo darán marcha atrás ante las demandas y amenazas excesivas».

Asimismo, refiriéndose a las noticias sobre los esfuerzos en curso por parte de quienes le desean mal a la nación iraní y algunos funcionarios de los estados árabes del Golfo Pérsico por extender las guerras de poder hasta las fronteras iraníes, dijo: «Si una injuria como esa llegase a ocurrir, la reacción de la República Islámica de Irán será inflexible».

Su Eminencia enfatizó la importancia de la innovación y creatividad en todos los asuntos y señalando que la innovación podría ser vista durante la ceremonia en la Universidad Militar Imam Hussein (P), dijo: «Debe evitarse la superficialidad en todos los asuntos­».

El Líder Supremo manifestó que el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica es un árbol puro que ha alcanzado un nivel aceptable de capacidades, progreso, madurez teórica y práctica, y agregó: «La Universidad Militar Imam Hussein (P) es un signo de la evolución y el progreso del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica».

El Ayatolá Jamenei dijo que la Universidad Militar Imam Hussein (P) se estableció tras importantes operaciones militares durante la «Defensa Sagrada» y las luchas y sacrificios de los veteranos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, y reiteró: «Hoy en día, la bandera del movimiento de la gran Revolución Islámica, que es la bandera del ''discurso islámico moderno'', está en vuestras manos y tenéis que llevarlo a toda máquina tal como vuestros predecesores lo han hecho».

Su Eminencia dijo que la bandera del «discurso islámico moderno» es un faro que guía a la humanidad para alcanzar la felicidad y es muy atractivo para los jóvenes de todo el mundo, y agregó: «Este movimiento honorable comenzó bajo el liderazgo de nuestro venerable Imam [Jomeini] y la nación iraní protegió este movimiento haciendo sacrificios y alzando esta bandera».

Refiriéndose al «discurso del paganismo», el Ayatolá Jamenei, dijo: «El discurso actual del paganismo es un discurso cruel, amenazante, arrogante y egoísta, [desarrollado] por las potencias hegemónicas del mundo. Está en contra del ''discurso islámico'' que favorece la justicia, la libertad de la humanidad, la abolición de la explotación y el colonialismo, y la anulación del sistema hegemónico».

Su Eminencia enfatizó que las naciones serán capaces de referirse a estos dos discursos de forma separada y que reconocerán el enfoque hipócrita del «discurso del paganismo», que se disfraza con los derechos humanos y la no violencia, y reiteró: «No existe la mínima posibilidad de reconciliación y acercamiento entre estos dos discursos, porque uno de estos se dedica a la opresión y la hostilidad contra las naciones mientras que el otro -discurso-apoya a los oprimidos y afronta a los opresores».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a la propaganda de los enemigos para crear la impresión de que la República Islámica de Irán está aislada, diciendo: «El Sistema Islámico ha estado en el corazón de las naciones desde el principio y un claro indicio es que la gente de diversos países han mostrado interés por los presidentes de Irán en los últimos 36 años».

El Ayatolá Jamenei señaló que la nación iraní es conocida como una nación respetable y honorable por otras naciones, incluso por los políticos justos y la gente de espíritu libre del mundo. «Aquellos que están aislados son los que solo pueden atraer a la gente a través de la fuerza y un puñado de dólares», agregó.

Su Eminencia señaló que la nación iraní ha logrado su dignidad a través del Islam y de los ideales y movimientos islámicos, y refiriéndose a algunos de los desafíos que enfrenta el Sistema Islámico, dijo: «No le tememos a estos desafíos porque la existencia de desafíos indica dinamismo, actividad y avance». «La nación iraní resistirá estos desafíos con determinación y confianza en sí misma, y sobre todo con la confianza en Dios», reiteró.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica manifestó que uno de estos desafíos son las demandas excesivas de la parte occidental en las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán, y reiteró: «Los enemigos todavía no conocen bien a la nación y a los funcionarios iraníes y es por eso que mantienen su intimidación. Esta nación y el gobierno emergido del seno de esta misma nación, nunca cederán ante las amenazas».

El Ayatolá Jamenei enfatizó que Irán no dará marcha atrás sino un paso hacia adelante ante las amenazas de la contraparte, y agregó: «Ante estas demandas excesivas debe erigirse un muro fortificado de determinación, confianza y poderío nacional».

Su Eminencia dijo que un ejemplo de las demandas excesivas de la contraparte en las negociaciones nucleares es su demanda de inspeccionar las instalaciones militares, y entrevistar a científicos e investigadores iraníes, y agregó: «Como ya se ha dicho, no se les permitirá la inspección de ninguna de las instalaciones militares, ni que entrevisten a los científicos nucleares o de alguna otra rama sensibles, ni que invadan su privacidad».

«No voy a permitir que los extranjeros vengan y hablen con los científicos e hijos destacados de esta querida nación y los interroguen», enfatizó. El Líder Supremo señaló que ningún país y gobierno sabio autorizaría una cosa así, y agregó: «El enemigo descarado e insolente espera que les dejemos conversar con nuestros científicos e investigadores acerca del más grande avance nacional; pero esto no será permitido de ninguna manera».

«Los enemigos del Sistema Islámico y todos aquellos que están a la espera de la decisión de la República Islámica de Irán entienden fácilmente esta cuestión», agregó. «Los queridos funcionarios del país que se están desempeñando con valentía en este campo, deben saber que la única manera de enfrentar al enemigo insolente es tener una firme determinación y no cruzarse de brazos», dijo el Ayatolá Jamenei.

Su Eminencia señaló que los funcionarios y equipo negociador deben demostrar el mensaje de la grandeza de la nación iraní durante las conversaciones. El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que todos los funcionarios iraníes han tomado posesión del cargo bajo la égida de la Revolución Islámica, y agregó: «Todos estamos dedicados a servir a la gente y estamos obligados a plantarnos con firmeza ante la intimidación, la impudencia, las expectativas inapropiadas y conspiraciones».

El Ayatolá Jamenei se refirió también a algunas noticias sobre los esfuerzos conjuntos de los enemigos y algunos funcionarios pavitontos de la región del Golfo Pérsico para extender la guerra hasta las fronteras iraníes, diciendo: «Los Guardianes de la Revolución Islámica y todos los guardianes de la seguridad nacional de las Fuerzas Armadas están vigilantes, en alerta. Si una injuria como esa llegase a ocurrir, la reacción de la República Islámica de Irán será inflexible».

Su Eminencia enfatizó que la nación iraní espera seguir avanzando hacia sus horizontes brillantes, y agregó: «Moverse hacia ideales elevados tendrá definitivamente sus costos hasta el final de la historia, solo las naciones que se han negado a ceder ante los desafíos han sido condecoradas con una medalla al mérito y han demostrado tener firme determinación y poderío nacional frente a cualquier invasión dura o blanda».

Al final de su discurso, el Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la nación iraní está entre esas naciones, y expresó su esperanza de que la juventud iraní y la generación más joven asuman la gran responsabilidad que les asigna la generación anterior, de manera más eficaz y más firme que nunca.

Durante la ceremonia, el Jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, el general de división mayor general Mohammad Ali Ÿafari, dijo que el objetivo de la mejora y perfeccionamiento del nivel de preparación total de los Guardianes de la Revolución es la defensa de la Revolución Islámica y sus logros.