Además, destacó la necesidad de que en los ambientes científicos se eviten los asuntos secundarios, y agregó: «Por ningún motivo debe reducirse la velocidad del avance científico del país». En esta reunión que se prolongó por más de dos horas, el Líder Supremo escuchó opiniones y propuestas de una serie de profesores universitarios; y describiendo la influencia natural de los profesores en los corazones y mentes de los estudiantes como una oportunidad excepcional, dijo: «Aprovechad esta gran oportunidad de formar jóvenes que serán creyentes, con fervor nacional, motivados, revolucionarios, estudiosos, éticos, valientes, seguros de sí mismo y llenos de esperanza en el futuro; y educad y formad a los brazos poderosos para el progreso de la querida nación de Irán».

El Ayatolá Jamenei dijo que no depender de los extranjeros, la correcta comprensión de las condiciones y la dirección del movimiento del país, y la sensibilidad y firmeza contra cualquier daño a la independencia del país son parte de otras características que la joven generación debe tener. «Los estimados profesores deben criar a una generación como a través de la influencia de sus propios métodos y conducta», agregó.

El Líder Supremo describió a los profesores como comandantes de la guerra suave, y les exhortó: «Exactamente al igual que los comandantes militares de los ocho años de Defensa Sagrada (La guerra Impuesta Irak-Irán, de 1980-1988), comandad y guiad a los jóvenes estudiantes, es decir, a los oficiales de la guerra blanda, mediante la presencia objetiva en esta lucha vital y profunda, porque este campo es también una Defensa Sagrada».

El Ayatolá Jamenei expresó su satisfacción por la presencia de 70,000 miembros de las facultades en las universidades, diciendo: «La mayoría de estos profesores son creyentes, religiosos y leales a los fundamentos de la Revolución, lo cual es algo muy importante y una fuente de honor para el país». Su Eminencia hizo un llamado a los funcionarios del Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología y el Ministerio de Salud, Tratamiento y Educación Médica para que sepan apreciar el valor de los profesores creyentes y revolucionarios, diciendo: «A aquellos elementos que no le temen a la extensa, astuta, y -en su mayoría- oculta propaganda, y llevan a cabo sus importantes funciones, se les debe tomar en consideración y honrar».

El Líder Supremo dijo que el hecho de que Irán ocupe la posición número 16 en la clasificación científica mundial es resultado de los incansables esfuerzos realizados durante los últimos 10 a 15 años en las universidades y centros científicos, y agregó: «El entusiasmo que ha inspirado la velocidad del movimiento científico del país, ha hecho que Irán tenga este honor, se ha ralentizado hoy en día, por lo que los funcionarios deben redoblar sus esfuerzos para que el movimiento del progreso científico no pierda su impulso y velocidad en proporción a las necesidades del país».

Haciendo un análisis detallado de los factores que han frenado la velocidad del progreso científico del país, el Ayatolá Jamenei criticó duramente la atención indebida a cuestiones secundarias y la politización del medio científico, diciendo: «El ambiente en la universidad debe ser un ambiente de entendimiento político, conocimiento político y conciencia, pero la politización y la atención a cuestiones secundarias le asestará un duro golpe a la principal tarea de las universidades, la cual es hacer trabajos científicos y progreso».

Como ejemplo de la politización de las universidades, Su Eminencia destacó el tema de la concesión de becas, describiéndolo como una de las medidas más erróneas tomadas en los últimos años. «Investigaciones precisas muestran que la cuestión de las becas no fue como se dijo en los periódicos. Sin embargo, incluso si hubiese sido así, los privilegios concedidos a algunas personas en contra de la ley deben haber sido abrogados por la vía legal en lugar de hacer un escándalo sobre eso», agregó.

El Ayatolá Jamenei describió la politización como algo sumamente venenoso para el medio científico, y al mismo tiempo expresó su pesar, debido a que algunas personas fueron tratadas injustamente en la concesión de las becas, y reiteró: «El veneno que se le ha inyectado a las universidades en esta cuestión es el resultado de una actitud basada en la politización y, por desgracia, ha sido ilegal, contraria a la ley, y en contra de la previsión y la ética».

En otra parte de su discurso, el Líder Supremo se refirió a la necesidad de que los funcionarios hagan grandes esfuerzos por realizar cambios en los cursos de humanidades del país, y agregó: «Este cambio necesario precisa del dinamismo interno dentro de las universidades y de instituciones como el Consejo Supremo de la Revolución Cultural y el Consejo de Transformación de las Humanidades, y el apoyo externo de los órganos responsables». «Gracias a Dios, el dinamismo interno ya existe y se requiere que los órganos responsables lleven a la práctica los esfuerzos teóricos para poder así realizar cambios en las humanidades, y ejecutar las decisiones del Consejo de Transformación de las Humanidades», enfatizó.

El cuarto punto en el discurso del Líder Supremo se centró en la atención a la asignación presupuestaria al sector de la investigación. El Ayatolá Jamenei se refirió a su propio reiterado énfasis respecto a este asunto en los últimos años, y expresó su pesar por la no asignación de la cuota presupuestaria prevista al sector de la investigación, diciendo: «En el Plan de Visión, una cuota de cuatro por ciento del presupuesto público ha sido considerada para la investigación.

Tal asignación no puede realizarse en el corto plazo, pero el de casi dos por ciento de participación del sector de la investigación con cargo al presupuesto público debe ser realizado. Mientras tanto, estas asignaciones presupuestarias y los recursos financieros para el sector de la investigación deben ser empleados correctamente y en el lugar correcto».

La necesidad de implementar la hoja de ruta científica general del país fue otro punto mencionado por el Líder Supremo en su discurso ante los funcionarios de educación superior y los profesores universitarios. Refiriéndose a la aprobación de la hoja de ruta científica general por los expertos, Su Eminencia dijo que el primer paso hacia la implementación de este importante documento fue construir un discurso adecuado.

«A medida que el tema del progreso científico del país se ha convertido en un discurso común y se vuelve una corriente científica, respecto a la aplicación de la hoja de ruta científica general, se requiere que los profesores universitarios, directores, y estudiantes se mantengan al corriente de los detalles de esta hoja de ruta científica general, la cual debe convertirse en un discurso establecido», agregó.

Asimismo, el Ayatolá Jamenei destacó el «documento de planificación de la educación superior», y al referirse a la necesidad de su ejecución y aplicación, agregó: «La planificación territorial y científica del país constituye el reconocimiento y toma de decisiones sobre las capacidades de las universidades y disciplinas académicas antes de definir prioridades en las que es posible invertir, específicamente para realizar avances fundamentales».

Su Eminencia dijo que tener una visión a gran escala de la creciente cantidad de estudiantes en los diferentes niveles de educación de postgrado es una ventaja importante y una tarea primordial asignada al Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología. «Al tener una visión a gran escala y a través de una correcta planificación y orientación general, el Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología debe orientar el resultado del trabajo y el esfuerzo de los estudiantes en estos niveles educativos hacia la solución de los problemas del país, porque de lo contrario, los recursos y las instalaciones del país se habrán desaprovechado y mal utilizado», enfatizó.

El Ayatolá Jamenei calificó de sumamente importantes el rol de los profesores y órganos de gestión científica del país en la lucha contra las conspiraciones del enemigo, y agregó: «El objetivo que los enemigos esconden detrás de las sanciones no es la cuestión nuclear, ni temas como los derechos humanos y el terrorismo, ya que ellos mismos son los principal creadores y criadores del terrorismo y centros que van en contra de los derechos humanos.

Su objetivo es evitar que la nación iraní alcance el estado de civilización y desarrollo que se merece, que sabiendo nuestra posición y estado, es necesario -para nosotros- continuar el honorable avance del país, y en este proceso, los profesores e instituciones científicas tienen un papel destacado a jugar».

Al inicio de este encuentro, siete profesores universitarios expresaron sus opiniones y propuestas, entre ellos: - Dr. Mohammad Mehdi Nayebi, profesor de ingeniería eléctrica, de la Universidad Tecnológica Sharif, - Dr. Mohammad Hossein Rajabi Davani, director del Centro Velayat para la Investigación de la Tradición Profética en la Universidad Imam Hussein, - Dr. Mohammad Qanadi Maraghe'i, veterano científico nuclear, director del Centro de Investigación de Ciencias Nucleares y Tecnología, - Dr. Hossein Salimi, profesor de la Universidad Allamah Tabataba'i, - Dr. Jafar Hezar Jaribi, sociólogo y profesor de la Universidad Allamah Tabataba'i, - Dr. Hojjatollah Abdol-Maleki, profesor de Ciencias Islámicas y Economía, - Dr. Sadaf Alipour, profesor asociado a la Universidad Nacional de Ciencias Médicas.