El Ayatolá Jamenei describió las soluciones racionales y sólidas ofrecidas por Irán en asuntos importantes de la región, incluyendo Siria, Yemen y Bahréin, diciendo: «Los objetivos de Estados Unidos en la región difieren 180 grados de los objetivos de Irán».
El Ayatolá Jamenei dijo que la política exterior de Irán es la política exterior del Sistema Islámico incorporado en la Constitución, y agregó: «Esta política exterior se deriva del Islam y emana de los objetivos y los ideales de la Revolución Islámica, y los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, los embajadores y encargados de negocios, de hecho, son ''representantes, soldados y sirvientes de estos principios e ideales"».
«Todas las tácticas de la diplomacia en las diferentes administraciones deben servir para impulsar los principios de política exterior consagrados en la Constitución y los representantes políticos de Irán en el extranjero deben considerarse a sí mismos como representantes, así como fieles y racionales partidarios de las políticas del Sistema islámico», dijo el Líder Supremo de la Revolución Islámica.
Refiriéndose a la propaganda masiva de los poderes extranjeros acerca de un «cambio obligatorio o voluntario» en la política exterior de la República Islámica, el Ayatolá Jamenei, dijo: Este análisis basado en ilusiones vanas de los gobiernos occidentales de hecho resulta de la presión que la política exterior de la República Islámica de Irán tiene, por lo menos a nivel regional, ha servido como fortificación que ha evitado que los poderes dominantes, particularmente Estados Unidos, dejen caer su peso en la región, y estén siempre soñando con un cambio en estas políticas».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a las políticas de los estadounidenses en la región altamente sensible de Asia occidental como la razón principal detrás de la situación de inestabilidad que se vive en dicha zona, diciendo: «A pesar de ciertos puntos de vista, Estados Unidos constituye la principal parte de los problemas de la región, no parte de una solución a los problemas».
Reiterando que la política exterior de la República Islámica no ha sido configurada por tal o cual individuo y que esta se basa en los principios inquebrantables de la Constitución, el Ayatolá Jamenei, dijo: «En la Constitución, el Islam establece criterios para la política exterior. Por lo tanto, asumir una postura frente a los diferentes países y temas debe estar dentro de un marco religioso».
El Ayatolá Jamenei se refirió a otros principios de la política exterior establecidos en la Constitución, incluidos los compromisos de hermandad con todos los musulmanes del mundo, apoyo incondicional para los oprimidos del mundo, completa negación del colonialismo y la prevención de la infiltración de los extranjeros en todos los sectores, salvaguardando la independencia total, la defensa de los derechos de todos los musulmanes, y el no tener compromisos con los poderes hegemónicos, las relaciones bilaterales pacíficas con los gobiernos no beligerantes, la no injerencia en los asuntos internos de las naciones y el apoyo a las luchas justas de los oprimidos contra los opresores en todas partes.
«Estos principios atractivos, novedosos y sublimes han atraído a las mentes de las naciones, particularmente a las personalidades de los diversos sectores», agregó el Líder Supremo de la Revolución Islámica. El Ayatolá Jamenei dijo, que la política exterior de la República Islámica de Irán, con este tipo de estrategias y dentro de este marco, es una política exterior revolucionaria y si va acompañada de enfoques inteligentes traerá efectos sorprendentes, y agregó: «La política exterior de la República Islámica cuenta con el potencial para resolver una parte importante de los problemas que enfrenta el Mundo Islámico».
El Líder de la Revolución Islámica se refirió a algunos de los efectos positivos de la implementación de estrategias de política exterior, diciendo: «La implementación de las políticas revolucionarias en todos los campos, incluyendo la diplomacia, incrementará el poderío del país y su influencia, y aumentará el prestigio del país así como la dignidad y la credibilidad de los iraníes entre las naciones».
Refiriéndose a la permanencia constante de estrategias inmutables asociadas a la política exterior, Su Eminencia, dijo: «La honorable situación actual del país se debe a estas políticas sabias. Si no hubiésemos cumplido con estos principios, Dios sabe qué problemas extraños y golpes se habrían suscitado dentro de nuestras fronteras».
Resumiendo esta parte de su discurso, el Ayatolá Jamenei exhortó a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajadores y encargados de Negocios, diciendo: «Con determinación, fortaleza y honor, dadle continuidad a los principios revolucionarios y la política exterior, estrategias inquebrantables, de tal modo que los poderes extranjeros y sus seguidores dentro del país dejen de soñar con un cambio en la política exterior de la República Islámica».
El Líder de la Revolución Islámica pasó a hablar sobre las obligaciones derivadas del cumplimiento de los principios y estrategias de la política exterior. «Tened en cuenta que las tácticas de política exterior deben servir a los fundamentos estratégicos y no actuar en contra de los principios en nombre de la táctica», dijo el Ayatolá Jamenei.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a «la auto-confianza, franqueza y firmeza frente a los factores y obstáculos opuestos» como otros requisitos de la política exterior, diciendo: «Por supuesto, el arte de la diplomacia debe expresar ideas y obstáculos de tal manera que sea influyente».
El Ayatolá Jamenei describió la lógica de la República Islámica en temas regionales como mundialmente popular y fuerte.
Detallando soluciones de Irán a estas cuestiones, el Líder de la Revolución Islámica dijo: «Sobre la cuestión de Palestina, mientras se ha rechazado reconocer la usurpación y al régimen falso [israelí] y se ha condenado enérgicamente las atrocidades y crímenes diarios de este régimen, hemos sugerido que se lleven a cabo elecciones con la presencia de todos los palestinos, lo que es totalmente compatible con los criterios actuales en el mundo».
«Cualquier gobierno que nazca de los votos de la nación palestina decidiría el futuro de los sionistas y los residentes de los territorios ocupados. Por supuesto, en oposición a nuestra propuesta lógica, se nos ha dicho que eso significaría el colapso del régimen usurpador, y es natural que este régimen falso deba colapsar», dijo el Ayatolá Jamenei.
En cuanto a Siria, el Líder de la Revolución Islámica dijo: «Nuestras palabras en este ámbito son las más fuertes. En nuestra opinión, no tiene sentido que otros países se sienten a tomar decisiones acerca de un sistema de gobierno y el jefe de ese gobierno. Eso sienta un precedente peligroso al cual ningún gobierno en el mundo querría ser sometido».
«La solución a la cuestión de Siria son las elecciones, y en este sentido, la guerra y los disturbios debe terminar primero con el cese de la ayuda militar y financiera a los disidentes, para que el pueblo sirio elija a alguien en un ambiente seguro y tranquilo», dijo el Ayatolá Jamenei.
En este sentido, el Líder de la Revolución Islámica rechazó la idea de la desintegración de los países y su transformación en unidades étnicas de pequeño tamaño, diciendo: «Reconocer a uno de los grupos armados como referencia para la toma de decisiones y la formación de un gobierno no es una fórmula lógica ni aceptable y eso realmente haría la guerra interminable».
Sobre Irak, el Ayatolá Jamenei, dijo: «La división de este país en chitas árabes, y regiones sunitas árabes y kurdas perjudicaría plenamente los intereses de la gente y es poco práctica, sin sentido e inaceptable».
«La unidad territorial de Irak, la integridad territorial y el respeto al voto de la gente como referencia para la toma de decisiones, definen los principios de solución de Irán para Irak», dijo el Líder Supremo de la Revolución Islámica.
Refiriéndose a Yemen, el Ayatolá Jamenei, dijo: «El cese inmediato de los crímenes de Arabia Saudita y el inicio de un diálogo interno entre el pueblo yemení podría poner fin a los conflictos en este país».
«El comportamiento de los sauditas en Yemen y Siria es una política basculante. Dicen que han intervenido militarmente a Yemen a petición del ex presidente prófugo de Yemen, pero en Siria, no están dispuestos a dejar de apoyar a los disidentes armados actuando en contra del presidente legal de dicho país», dijo el Líder Supremo de la Revolución Islámica.
El Ayatolá Jamenei se refirió también a la cuestión de Bahréin: «El pueblo de Bahréin quiere nada más que se le otorgue el derecho de voto y el derecho a elegir, y consideramos esta solicitud como lógica».
Después de expresar las propuestas de la República Islámica para la solución de problemas de la región, el Ayatolá Jamenei, reiteró: «La principal causa de estas inseguridades radica en el apoyo de Estados Unidos al régimen sionista y los grupos terroristas, y estas políticas difieren 180 grados con las políticas de la República Islámica».
Previo al discurso del Líder de la Revolución Islámica, el Dr. Zarif, ministro de Relaciones Exteriores, dio un informe completo sobre todas las actividades y políticas implementadas por esa cartera de Estado.