El Líder Supremo agradeció a las diferentes secciones del Ministerio de Inteligencia por sus constantes e ininterrumpidos esfuerzos, diciendo que la victoria y la supervivencia de la Revolución Islámica de 1979 dependen de que se permanezca siendo fieles.

«El fracaso de la Arrogancia Global ante el Sistema Islámico, a pesar de una plétora de conspiraciones y estrategias que ha planeado para confrontar la Revolución [Islámica] desde el primer día, no hubiese sido posible sin el respaldo de la religión y la fe», agregó.
 
El Ayatolá Jamenei dijo que cualquier acción dirigida a socavar la religión del pueblo y los funcionarios es una «traición», y agregó: «La fuerza defensora que ha protegido el país durante estos años es la fuerza de la religión y la fe. Si esta arma poderosa y efectiva llega a debilitarse, ello tendría muchas repercusiones».
 
En este sentido, Su Eminencia enfatizó la necesidad de fortalecer los aspectos espirituales y religiosos en el Ministerio de Inteligencia, diciendo: «el Ministerio de Inteligencia es la sólida superficie externa del sistema [islámico], y de ninguna manera debe volverse vulnerable. Por lo tanto, el fortalecimiento de elementos tan importantes como la religión y la espiritualidad en este ministerio deben ser tomados aún más en serio que en cualquier otro órgano [del Estado]».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló el rico potencial del Ministerio de Inteligencia debido al reclutamiento de fuerzas y jóvenes piadosos y revolucionarios, y agregó: «hay que mejorar y actualizar la nueva generación del Ministerio de Inteligencia con [miembros] devotos y revolucionarios, tal como se ha hecho en el pasado».
 
El Ayatolá Jamenei describió el Ministerio de Inteligencia como el ojo vigilante del sistema islámico, diciendo: «los fundamentos y orientaciones de la Revolución Islámica, deben ser preservados completamente por el Ministerio de Inteligencia».
 
Su Eminencia dijo que los fundamentos de la Revolución Islámica fueron las obras y palabras claramente expresadas ​​del fundador revolucionario de la República Islámica, el Imam Jomeini, y agregó: «distanciarse del vértice de la corriente arrogante, es decir, Estados Unidos, es uno de los más importantes e ineludibles fundamentos de nuestro venerable Imam y no hay espacio para la concesión y la tolerancia en este tema».
 
«El Ministerio de Inteligencia debe estar presente en cualquier parte [y ámbito] que pueda servir como base para la emboscada del enemigo a fin de asestarle un golpe al sistema islámico, y debe considerar esa parte [o ámbito] dentro de su propia jurisdicción», agregó.
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica también destacó el «rol del Ministerio de Inteligencia en la materialización de la Economía de la Resistencia», y dijo: «la solución los problemas del país es la Economía de Resistencia. Ya se han emprendido acciones en este sentido, pero los resultados aún no son tangibles». El Ayatolá Jamenei destacó además el papel del Ministerio de Inteligencia en el tratamiento y prevención de la corrupción económica.
 
Previo a las declaraciones del Líder Supremo, el ministro de Inteligencia, Mahmud Alavi presentó un informe general sobre los proyectos y actividades de dicho ministerio.