Los resultados de la peregrinación

El conocimiento
La peregrinación es el símbolo de la nación islámica
La característica destacada
La integración nacional e internacional
La eliminación de los problemas de las sociedades musulmanas
La presencia significativa

Las dimensiones espirituales de la peregrinación 

Los ritos
La experiencia espiritual
La liberación de las manifestaciones de la soberbia
Una oportunidad para la autoconstrucción
La adoración para acabar con la negligencia
La peregrinación Abrahámica
Un viaje en cuerpo y alma

Los objetivos generales de la peregrinación

Análisis de las cuestiones importantes del Mundo Islámico
La unión de los musulmanes y el miedo del imperialismo
El mensaje del monoteísmo y la unión
Los objetivos multidimensionales de la peregrinación
Lejos del objetivo

La peregrinación, el factor de la unión

El gran sentimiento de la unión
El significado de esta congregación multitudinaria
El abuso del instrumento de la unión
El obstruccionismo en el camino de la unión
Las divisiones provocadas por el colonialismo

El odio a los asociadores

La base principal de la peregrinación
Una oportunidad para el esclarecimiento
El espíritu que domina en la peregrinación
El enfrentamiento con el repudio de los politeístas

La Peregrinación desde el Punto de Vista del Líder Supremo de la Revolución Islámica

Los resultados de la peregrinación

El conocimiento

Las bendiciones de la peregrinación abrazan todos los aspectos de la vida humana. Esta lluvia de bendiciones incondicionales a nivel personal favorece, fortalece y colma de vida el corazón y el pensamiento del ser humano; y a nivel político y social aumenta el poder nacional de los musulmanes y la cooperación entre las naciones islámicas. Sin embargo, se puede decir que el conocimiento es la llave para obtener estas bendiciones y el primer regalo de la peregrinación. Esta sabiduría la consigue la persona que desea abrir los ojos hacia las verdades y aprovechar la fuerza innata de la ‘percepción de los fenómenos’. Se trata de una sabiduría excepcional que generalmente sólo a lo largo de la peregrinación es alcanzable para este gran número de musulmanes. La peregrinación se destaca del resto de las obligaciones religiosas por la amplia gama de conocimientos que ofrece de una vez a la nación islámica.

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La peregrinación es el símbolo de la nación islámica

Anualmente, la llegada de los días de la peregrinación provoca el entusiasmo y la alegría de los corazones enamorados y los espíritus deseosos en todo el Mundo Islámico, para expresar su amor y su adoración, para aproximarse a Él mediante la oración y la obediencia absoluta en la Casa del Amado y el Adorado, para pasar estos días marcados rezando y recordando a Dios, para conseguir la paz gracias a Su bendición y perdón, para ver a sus hermanos religiosos que provienen de todos los rincones del mundo y para sentir la gloria de la nación islámica en un símbolo vivo.

La peregrinación es el símbolo de la nación islámica y enseña la actitud que se debe perseguir para que esta gran nación pueda llegar a la felicidad. Explicando la peregrinación en breve, podemos decir que es una marcha consciente en una única dirección hacia un objetivo determinado. Dicha marcha se hace posible con la mención de Dios y la concordancia con Sus siervos y su fin, es el establecimiento de una firme base espiritual para la vida feliz del ser humano.

«Dios ha hecho de la Kaaba, la Casa Sagrada, estación para los hombres, y ha instituido el mes sagrado, la víctima y las guirnaldas para que sepáis que Dios conoce lo que está en los cielos y en la tierra y que Dios es omnisciente.» (Corán 5:97)

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La característica destacada

La cantidad de misterios que esconde la peregrinación hace que no podamos relatarlos todos en un discurso, pero cualquier conocedor entiende que hay una característica que destaca esta obligación del resto. La peregrinación es la única obligación islámica en que Dios convoca a todos los musulmanes del mundo que tengan las posibilidades financieras a que dejen sus casas y los lugares privados de adoración y vengan a un lugar preciso, durante unos días determinados para unirse en una serie de ritos que deben cumplir esforzándose, moviéndose, parándose, levantándose y sentándose juntos.

«¡Haced, luego, como los demás y pedid perdón a Dios! Dios es indulgente, misericordioso.» (Corán 2:199)

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La integración nacional e internacional

Cuando un grupo de una nación realiza un viaje en una dirección determinada y con un objetivo preciso, de vuelta a su país además de estar más unido, eleva el nivel espiritual y moral de su sociedad. Dichos efectos también se producen a nivel internacional, ya que las naciones tienen una serie de afinidades que las asemeja y unas diferencias que al separarlas de vez en cuando provocan enemistades. La peregrinación une a las naciones en sus puntos en común haciendo que sus diferencias pierdan su relevancia. Por este mismo motivo, la peregrinación es la obligación religiosa con las dimensiones más amplias.

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La eliminación de los problemas de las sociedades musulmanas

Las alabanzas y agradecimientos sean para Dios, Prudente y Poderoso, por la bendición de la peregrinación que ha otorgado a los devotos convocándoles a su Casa; por ordenar a Su gran Profeta que levantase la voz llamando a la peregrinación en los alminares de la historia; por haber creado un espacio seguro en Su Casa, por haber acabado con los ídolos que la habitaban en la ‘época de la ignorancia’ y por haber hecho de Su Casa un lugar de cita para los creyentes y un lugar de encuentro para aquellos que habitan en la lejanía; por haber hecho de Su Casa un símbolo de reunión y un lugar de manifestación, de la gloria y de la unidad de la nación islámica; por haber acabado con el monopolio de los actos de la peregrinación durante la ‘época de la ignorancia’, que había sido convertida en un lugar de comercio, aprovechándose del derecho de la gente; por haber devuelto esta bendición y sus frutos a la gente, por haber hecho de la peregrinación un motivo de la unidad y la grandeza de los musulmanes; por haber hecho que este rito tenga la potencia para anular la magia sufrida por los países islámicos. Cuando digo ‘magia’, me refiero a los problemas padecidos por las sociedades islámicas como consecuencia de su desarraigo cultural, originado a su vez en la tendencia hacia los extranjeros, el olvido de los valores originales, la facilidad de ser engañado, la incredulidad, el cautiverio capitalista, el pesimismo hacia los hermanos religiosos, la aceptación de las palabras del enemigo sobre los hermanos religiosos, la falta de sensibilidad hacia el destino de la nación islámica, el no reconocimiento de la nación islámica en su totalidad, la indiferencia hacia los sucesos en el resto de los países islámicos y hacia las conspiraciones de los nuevos enemigos del Islam y de los musulmanes, así como muchas otras enfermedades mortales que durante la historia del Islam han amenazado a los musulmanes debido a que los indecentes y ateos han dominado políticamente su destino. En los últimos siglos, la presencia de los poderes imperialistas y sus mercenarios corruptos y seculares en la región, ha agravado esta situación de una manera preocupante.

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La presencia significativa

En realidad la presencia de los musulmanes en la peregrinación debe ser significativa, porque si el objetivo fuera sólo la espiritualidad y la mención de Dios, los musulmanes podrían realizarla desde sus casas. Esto que se ha dicho reúnanse en un lugar es para esto: para que durante la peregrinación los musulmanes puedan observar los beneficios de su reunión y concurrencia. La peregrinación, de ser cumplida correctamente, puede significar un cambio en el interior de cada uno de los musulmanes despertando el espíritu del monoteísmo, la relación con Dios y la confianza en Él, paralelamente crear un cuerpo unido, eficaz y fuerte de los musulmanes uniendo a los miembros separados de la nación islámica. La peregrinación es una oportunidad para que los musulmanes se informen de los argumentos, los sufrimientos, los desarrollos, las necesidades y las experiencias de diferentes naciones. Por eso podemos estar seguros de que el aprovechamiento correcto de esta obligación islámica, en un futuro no muy lejano hará que la nación islámica llegue a tener la dignidad y el poder que merece.

Esencialmente la peregrinación cuenta con dos elementos principales, uno la aproximación a Dios en el pensamiento y en la práctica, y otro el alejamiento en cuerpo y alma del taqut y el demonio. Todos los actos que hay que hacer o dejar de hacer durante la peregrinación, favorecen la realización de dichos elementos, que en realidad constituyen un resumen del Islam y el resto de las invitaciones divinas.

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Las dimensiones espirituales de la peregrinación

Los ritos

Hay que ser muy negligente para desatender los ritos de la peregrinación por atender actos mundanales. Hay que cumplir detalladamente la peregrinación y prestarle suma atención, sintiéndose ante la presencia de Dios. Más allá de la apariencia de los ritos hay un significado y una verdad que hay que entender. Algunos realizan los ritos ignorando el significado que tienen. El cumplimiento de la peregrinación exige la reverencia ante Dios, la mención de Él y la atención a Su presencia. Para cumplir la peregrinación hay que verse ante la presencia de Dios en todo momento y refugiarse en el espacio seguro de la divinidad, este grado es el que alcanzan los creyentes cuando invocan a la Esencia Sagrada de Dios. Hay que entender la peregrinación como una oportunidad para conocer el paraíso espiritual y entrar en él. El cumplimiento de la peregrinación exige el pacifismo y la tolerancia, por lo cual, el trato violento con los creyentes y la pelea con los hermanos religiosos están prohibidos. El cumplimiento de la peregrinación exige el entendimiento de su verdad y el aprovechamiento de la misma reuniendo experiencias que nos sirvan para toda la vida. El cumplimiento de la peregrinación exige la creación y la extensión de la hermandad, del afecto y de la unión. Sólo en la peregrinación se da la oportunidad de consolidar los lazos entre las naciones y las ramas islámicas. Es la mejor oportunidad para reafirmar la hermandad de tantos seres humanos cuyo amor por Kaaba, el santuario del Profeta (PB), la mención de Dios, la circunvalación y la carrera entre las colinas Safa y Marvwa, les ha reunido en esta cita divina provenientes de todas partes del mundo.

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La experiencia espiritual

A nivel personal, la peregrinación es la oportunidad de la entrada al ámbito ilimitado de la espiritualidad, salir de la rutina de la vida ordinaria con todas sus contaminaciones y problemas para encontrarse en el espacio de la quietud, la aproximación a Dios y un ascetismo voluntario. Los ritos empiezan con el Ihram que es la prohibición de una serie de acciones que fuera de la peregrinación son lícitas, pero muchas de ellas pueden ser causas de negligencia y de vez en cuando de decadencia.

La salvación de las contaminaciones materialistas y encontrarse en la presencia de Dios en todas las condiciones, aunque sean sólo durante los días de la peregrinación, es una gran provisión para el ser humano. El conjunto de los ritos de la peregrinación, está dirigido a producir esta experiencia espiritual en el peregrino y hacer que éste, goce de esta experiencia.

La espiritualidad de la peregrinación se abastece con la mención de Dios, por lo que este hecho está en la base de todos sus ritos. Logrando esta espiritualidad una vez acabada la peregrinación, seguiremos bebiendo de su fuente bendita durante toda nuestra vida.

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La liberación de las manifestaciones de la soberbia

La peregrinación ha sido programada para quitarnos todo lo que utilizamos para ostentarnos de forma superficial y materialista. En el primer paso tenemos que dejar la ropa, las medallas y todo lo que nos destaque de otros. Durante la peregrinación no tenemos que mirarnos al espejo porque puede provocar el egoísmo y el narcisismo, tampoco podemos echarnos perfume por si lo utilizamos como un medio de ostentación, no podemos refugiarnos bajo un techo cuando andamos huyendo del sol o la lluvia y así se evita la situación de comodidad y pereza. Otros actos prohibidos durante la peregrinación tienen explicaciones parecidas. Todo lo que sea causa de pereza, lujuria, tentaciones, soberbia o discriminación, está prohibido durante la peregrinación. En este momento debemos despojarnos de todo lo que medio de ostentación y de discriminación.

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Una oportunidad para la autoconstrucción

La autoconstrucción supone el primer paso de los peregrinos. Ihram, la circunvalación, el rezo, Mashar, Arafat, Mena, el sacrificio, la lapidación del demonio, el corte de las uñas y el rapado de la cabeza, todos son actos que simbolizan la sumisión y la humildad del ser humano ante Dios y debe ser el lugar del recuerdo, de la súplica devota y acercamiento a Él. No hay que desatender el profundo significado de estos actos. El viajero de la peregrinación, durante todos estos actos se sienta ante la presencia de Dios, el Supremo, se ve solo con el Amado aun estando entre la multitud, le cuenta sus secretos y necesidades a Él, le pide a Él y ata su corazón a Él, rechaza al demonio y los deseos de su corazón, elimina el óxido la codicia, la envidia, el miedo y la concupiscencia de su ser, agradece a Dios por haberle orientado y por haberle ofrecido sus bendiciones, tranquiliza su corazón para el combate en el camino de Dios, hacer crecer la amabilidad hacia los creyentes, el odio y rechazo a los contumaces y a los que luchan contra la justicia, establecer su voluntad para reformarse a sí mismo y reformar el mundo que le rodea y hacer pacto con su Dios para lograr la prosperidad en este mundo y el otro. La peregrinación es una gran oportunidad para que dichas verdades y muchas otras -que gracias a la sabiduría y la orientación islámica están en manos de la nación iraní- se transmitan a la opinión pública del mundo provocando su despertar. El gran número de personas concienciadas del Mundo Islámico, al darse cuenta de que su pensamiento tiene partidarios en todo el Mundo Islámico, encuentra la valentía que le hace falta para expresarse. Todos estos logros se consiguen gracias a la espiritualidad de la peregrinación, no hay que ser negligentes en cuanto a la espiritual de la peregrinación y el uso correcto de los contenidos sublimes de las súplicas, visitas a los lugares santos, y nobles aleyas del Corán.

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La adoración para acabar con la negligencia

La peregrinación es una oportunidad extraordinaria. Todas las adoraciones son oportunidades para que el ser humano se reencuentre consigo mismo. Los seres humanos, ignorando a Dios, el Supremo, que es el espíritu y la verdad de la existencia, se ignoran a sí mismos, a su corazón y a su verdad.

«No seáis como quienes, habiendo olvidado a Dios, hace Él que se olviden de sí mismos.» (Corán 59:19).

En la actualidad, el gran dolor de la humanidad es que las personas olvidando a Dios -el Supremo- se han olvidado de sí mismos. Las necesidades del ser humano, la verdad y los objetivos de la creación humana se han perdido bajo las ruedas de la gran maquinaria materialista del mundo. Las oraciones, las adoraciones y las súplicas dirigiendo la atención del ser humano a Dios, hacen que se dé cuenta de su verdad, sus necesidades y sus sentimientos. Entre todas las adoraciones, la peregrinación particularmente tiene una gran valía debido al tiempo, al lugar y a la secuencia de acciones que incluye. La ciudad de Meca y las ceremonias de la peregrinación, producen un sentimiento de seguridad que es la gran necesidad del ser humano, que se encuentra harto del infierno que le han provocado los poderes y las motivaciones materialistas. El ser humano puede refugiarse en la peregrinación y sentir la seguridad del paraíso en el lugar y el período de unos días en que se realiza.

La peregrinación es una adoración que incluye menciones de Dios, oraciones y peticiones de súplica, está orientada a crear la ‘buena vida’[1] para la nación islámica, salvarla del yugo de los dioses de la riqueza y el poder, recuperar su espíritu de dignidad y grandeza eliminando su debilidad y su tedio. Por eso, la peregrinación ha sido considerada como una de las bases de la religión, el Imam Ali (P) en una frase recogida en el libro Nahyul-Balagha la subraya como la bandera del Islam, la lucha sagrada de toda persona débil, la solución de la pobreza y la causa del acercamiento de los musulmanes..

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La peregrinación Abrahámica

La peregrinación al estilo de Abraham es aquella que dirige a los musulmanes desde la dispersión hacia la unidad y desde la apariencia de los ritos hacia su contenido y su significado, hace que los peregrinos circunvalen la Casa de Dios estando conscientes de que la Kaaba es una edificación que simboliza el monoteísmo y repudia el politeísmo, y que beneficia a los musulmanes tanto a nivel personal como dentro del conjunto de la nación islámica.

La peregrinación Abrahámica es la misma peregrinación del profeta Muhammad (PB), en ella, el movimiento hacia el monoteísmo y a la unión es el alma y la prioridad de todas las ceremonias y consignas; es una peregrinación que constituye el medio de la bendición y guía, y el principal pilar en la vida y levantamiento de una nación. Una peregrinación llena de beneficios y desbordada del recuerdo de Dios, una peregrinación en la que las naciones musulmanas sienten la existencia de la Ummah del profeta Muhammad (PB) y con el sentimiento de hermandad y el acercamiento de las naciones se liberan del sentimiento de debilidad, carencia, y de impotencia. La peregrinación es aquella en la que los musulmanes marchan de la división hacia la unión.

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Un viaje en cuerpo y alma

La peregrinación no es un viaje de recreo sino un viaje espiritual en cuerpo y alma hacia Dios. El viaje hacia Dios para el místico no es físico, sino espiritual. La peregrinación para todos los que la emprenden es un viaje hacia Dios en cuerpo y alma. Algunos realizan el viaje de la peregrinación físicamente, sin llevar su alma. Hay gente que por haber realizado este viaje en reiteradas ocasiones, poco a poco se vuelve indiferente y le da poca importancia. No está bien que la peregrinación deje de producir esa euforia interna que siente el peregrino primerizo.

La peregrinación en su esencia tiene dos elementos principales, uno la aproximación a Dios a nivel mental y práctico, y otro el alejamiento del tagut y el demonio en cuerpo y alma. Todos los actos que hay que hacer y los que no hay que hacer durante la peregrinación están dirigidos a lograr estos dos fines, que en realidad constituyen un resumen del Islam y el resto de las invitaciones divinas.

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Los objetivos generales de la peregrinación

Análisis de las cuestiones importantes del Mundo Islámico

Los peregrinos de la Casa de Dios, deben tratar los temas de actualidad del Mundo Islámico considerándolo como parte del objetivo de la peregrinación. Si la peregrinación es el gran congreso anual de los musulmanes de todo el mundo, sin duda alguna, la actualidad de los musulmanes en todas las partes del mundo es el tema más urgente a ser abordado. El imperialismo, en sus propagandas plantea las noticias relacionadas con los musulmanes de modo que no le den ninguna lección, experiencia o esperanza a los musulmanes de todo el mundo; en los casos que ha habido mala intención y actuación del imperialismo, o directamente no lo transmite o lo hace de manera que el culpable no sea delatado y la verdad no salga a la luz. En la peregrinación hay que revelar la verdad, demostrando la traición mediática del imperialismo y preparando el terreno para la concienciación pública de los musulmanes.

¿Qué cuerpo sediento es aquel que bebe del manantial de Kauzar[2] muhammadiano y la corriente de Zamzam[3] huseini y todavía duda del contenido político de la peregrinación?

Desde luego, la peregrinación sin repudiar a los idólatras, sin unión, sin el dinamismo y el movimiento, la peregrinación que no sea una amenaza contra la incredulidad y el politeísmo, no es peregrinación y carece de alma y significado.

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La unión de los musulmanes y el miedo del imperialismo

Uno de los objetivos más importantes de la peregrinación a la Casa de Dios, es el acercamiento de los musulmanes. Dios le ordenó al Profeta (PB) que convocara a la gente a realizar la peregrinación:

«¡Llama a los hombres a la peregrinación para que vengan a ti a pie o en todo flaco camello, venido de todo paso ancho y profundo» (Corán 22:27)

Así es como Dios reúne a todos los musulmanes del mundo en unos días determinados y en ciertos lugares como Arafat, Mashar, Mina y la Mezquita de Al-Haram. ¿Por qué los países imperialistas tienen tanto miedo de la integración de los musulmanes? Su miedo se origina en que la unión islámica, la unidad de las visiones, opiniones y palabras de los musulmanes, representan un peligro para el imperialismo engañoso liderado por Estados Unidos y sus instrumentos en el aparato del dominio del mundo. Ésta es una verdad explicada en reiteradas ocasiones por el Imam Jomeini (ra).

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El mensaje del monoteísmo y la unión

La peregrinación reúne a los musulmanes del mundo para que puedan escucharse unos a otros. El lazo que une a todos los corazones de los musulmanes es el mensaje del monoteísmo y la solidaridad, la creencia en la unicidad de Dios y la unidad de su pueblo que surgió en las tierras donde se encuentra la Kaaba, teniendo eco en todo el mundo a lo largo de toda la historia. El monoteísmo es el rechazo del dominio de tagut, de los imperialistas poseedores de la riqueza y la fuerza del mundo, la unión es la manifestación de la dignidad y del poder de los musulmanes. La peregrinación por encima de toda definición, es la renovación anual de este mensaje eterno y su emisión a todo el Mundo Islámico por la gran congregación de los peregrinos. De esta manera los musulmanes en cualquier parte del Mundo Islámico, durante el mes de la peregrinación vuelven a conocer esta verdad que el florecimiento, el orgullo y la felicidad multilateral de los países islámicos, sólo se consiguen practicando el monoteísmo y la solidaridad en todas las dimensiones de la vida personal y social, en su significado correcto y real en el mundo de hoy.

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Los objetivos multidimensionales de la peregrinación

Los ritos de la peregrinación están dirigidos a conseguir objetivos multidimensionales como la mención de Dios, la presencia espiritual, el encuentro consigo mismo del ser musulmán en su soledad con Dios, la purificación del corazón de las manchas del pecado y la negligencia, la participación en la reunión, el sentimiento de unión con todo la nación islámica, el sentimiento de poder originado en la grandeza de la congregación de los musulmanes, el esfuerzo de los musulmanes para curar las heridas y las enfermedades espirituales, es decir, los pecados hasta la curiosidad y el esfuerzo para conocer y curar los dolores y las profundas heridas profundas en el cuerpo de la nación islámica, la solidaridad para con las naciones musulmanas que son los diferentes órganos de este gran cuerpo.

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Lejos del objetivo

Lamentablemente, se debe confesar -con amargura- que la forma en que se está realizando actualmente la obligación divina de la peregrinación está muy alejada de su ideal, dejando mucho que desear. El gran esfuerzo que realizó el Imam Jomeini (ra) para mejorar la calidad de esta obligación divina, hasta el momento ha sido la causa de muchas bendiciones en el Mundo Islámico, porque presentó una imagen clara de la peregrinación original, como el profeta Abraham (P) la realizaba, creadora de grandeza y de dignidad, edificadora y revolucionaria ante los ojos de todas las naciones musulmanes. Sin embargo, la práctica de la peregrinación -con esta calidad- por parte de todas las naciones musulmanas, exige el esfuerzo honesto de los líderes religiosos aunado al comportamiento realista y la ayuda de los gobernantes de todos los estados islámicos, esperamos que éstos tengan en cuenta que mejorar la calidad de la peregrinación es un deber fundamental.

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La peregrinación, el factor de la unión

El gran sentimiento de la unión

La peregrinación es la manifestación de la unión de los musulmanes. El primer efecto relevante de la convocación divina a todos los musulmanes que tengan las posibilidades necesarias para reunirse en un punto preciso, en un tiempo preciso y realizar una serie de actos a lo largo de varios días y noches, es la creación del sentimiento de la unión, la dignidad y la manifestación de la gloria de la reunión de los musulmanes. Dicho sentimiento hace que los musulmanes, aunque vivan en los lugares más apartados del mundo no se sientan solos. Sintiendo esta realidad, los musulmanes en cada uno de los países islámicos encuentran la valentía necesaria para el enfrentamiento con el campamento de los enemigos del Islam, es decir, los que tienen el dominio político y económico del mundo capitalista así como sus elementos y sus armas como el engaño, el belicismo y la humillación, esta último ha sido la primera arma que han utilizado los imperialistas occidentales en contra de sus víctimas. Sintiendo esta grandeza, la distancia preocupante que separa a las naciones musulmanas de sus gobiernos, desaparece porque los gobiernos musulmanes se apoyarán en sus naciones y no en los poderes extranjeros. Sintiendo esta solidaridad, la intriga que el imperialismo ha utilizado desde siempre, es decir, la provocación de fanatismos nacionalistas, pierde su fuerza y ya no habrá más que temer por la discordia entre las naciones musulmanas y las etnias árabe, persa, turca, africana y asiática, ya que los musulmanes reconocerán su identidad común, dejarán de sentirse rivales o enemigos, tendrán más tolerancia y en vez de rechazar o humillar a otras etnias aprovecharán la variedad étnica del nación islámica para aprender las características positivas de la historia, la cultura y la geografía de cada una.

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El significado de esta congregación multitudinaria

Aunque en el Islam hay diversos actos de adoración sociales como la oración colectiva, la oración del Yumua, las oraciones del Id, etc., esta gran congregación y concentración viene a ser muy significativa, porque es la convocación de una gran reunión con la participación de los musulmanes de todas las partes del mundo en un lugar determinado para realizar ritos en los que la mención de Dios y el monoteísmo siempre constituyen el centro y la base.

El que todas las naciones musulmanas, la nación islámica en su totalidad -a pesar de la diferencia de idiomas, razas, costumbres, tradiciones, gustos y ramas religiosas- tengan la obligación de reunirse en un punto y realizar juntos una serie de actos consistentes en adoraciones, súplicas, menciones de Dios y meditaciones en Él, todo esto tiene mucho significado. La cualidad de esta obligación divina nos enseña que de acuerdo al Islam, la unidad de los corazones y las almas no es sólo en la parte política y en la lucha sagrada, sino que es importante ir a la Casa de Dios. Por eso, en el Sagrado Corán, leemos: «Aferraos todos a la Cuerda tendida por Dios.» Aferrarse solo no será lo mismo, debemos aferrarnos todos juntos a la Cuerda tendida por Dios, juntos debemos seguir la educación y la orientación divina. El hecho de estar juntos es importante, debemos estar juntos física, moral e intelectualmente. En la circunvalación –la marcha giratoria alrededor de un centro común-, el movimiento simbólico de los musulmanes alrededor del eje del monoteísmo nos enseña que tenemos que realizar todos los trabajos y tomar todas las medidas, teniendo en cuenta la unicidad de Dios y de Su Esencia Sagrada. Ésta es la lección que debemos seguir en toda nuestra vida.

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El abuso del instrumento de la unión

Comete una gran tiranía el que utilice este instrumento de unión para provocar divergencias y abrir brechas. Eso lo digo dirigiéndome a todos y no sólo a los que pertenecen al grupo Takfiri[4], celosos Salafi, quienes en Medina se han atrevido a insultar a las santidades de los shiitas. Los responsables de la peregrinación –los responsables de las caravanas de los peregrinos y los clérigos de la peregrinación- deben tener el cuidado de no utilizar la peregrinación -que es el instrumento de unión- para provocar discordia, rencor y dolor entre los hermanos musulmanes. Hay que evitar que los sunnitas y los shiitas se tengan rencor unos con otros, hay que ver cuáles son los factores que los separan y evitarlos. La peregrinación es un medio para unir los corazones, las intenciones y las voluntades en el Mundo Islámico y no tiene que ser utilizada en la dirección contraria. El conocimiento de esta cuestión y sus efectos exige mucha inteligencia y precisión.

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El obstruccionismo en el camino de la unión

Los que en las ceremonias de la peregrinación buscan la provocación de discordias, conflictos o la difusión de pensamientos supersticiosos y anticuados -lo sepan o no- son las uñas y los dedos del imperialismo ocasionando daños al recurso espiritual que es la peregrinación. Los que no permiten que la gloria, la dignidad y la grandeza de esta solidaridad tengan reflejo ante los ojos de la gran nación islámica, están entre los que quieren eliminar dicho recurso. Los que no permiten que la unión y la gloria de la nación islámica marche en el camino de Dios y en dirección de los valores divinos y el monoteísmo –que hay que recordar que no es la expresión de la grandeza para ostentarse, para esclavizar o humillar a las naciones, ni para provocar guerras en contra los oprimidos del mundo- tenga eco en el Mundo Islámico, están oprimiendo a la humanidad. En la actualidad, el Mundo Islámico está sufriendo graves daños por haber ignorado el gran recurso de la peregrinación.

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Las divisiones provocadas por el colonialismo

Hoy, uno de los objetivos esenciales del imperialismo y Estados Unidos en el Mundo Islámico es la provocación de discordia, y el mejor camino para realizarlo es el enfrentamiento entre los shiitas y sunnitas. Estáis observando lo que dicen, el veneno que echan y la discordia que siembran los que han sido educados por el imperialismo en los asuntos relacionados con Irak. El imperialismo lleva muchos años haciendo lo mismo, en la peregrinación encuentra una buena oportunidad para provocar el enfado de los sunnitas contra los shiitas y viceversa haciendo que ofendan a las santidades de cada uno. Hay que estar en alerta, no sólo en la peregrinación sino a lo largo de todo el año y en todos los ámbitos. Una guerra entre shiitas y sunnitas le daría un gran placer a Estados Unidos. El que los shiitas y sunnitas después del paso de siglos del acontecimiento que los separó, se traten con los corazones llenos de rencor y se insulten como enemigos en el campo de guerra, es motivo de satisfacción de Estados Unidos. Por eso, en esta coyuntura tan delicada durante la época de la peregrinación emplean a unos cuantos mercenarios para provocar conflictos. La gente debe estar en alerta, los estimados clérigos de las caravanas deben actuar con sumo sentido de responsabilidad al respecto y estar conscientes de lo que quiere el enemigo. Sería una gran negligencia que uno pensando que está defendiendo la verdad, defienda el plan del enemigo y trabaje para él. Hay un grupo de gente pagada para provocar conflictos, otro grupo que por ser superficial y dogmático se deja llevar y acaba haciendo lo mismo que los mercenarios. Si uno responde a una ofensa contra sus creencias y sus santidades con otra ofensa, el enemigo ha llegado a su objetivo, eso es lo que quiere y así se sentirá tranquilo.

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El odio a los asociadores

La base principal de la peregrinación

En el gran escenario de la peregrinación, tanto la mención de Dios como el anuncio del repudio de los politeístas son primordiales:

«Cuando hayáis cumplido vuestros ritos, ¡recordad a Dios como recordáis a vuestros antepasados o con más fervor aún!» (Corán 2:200)

y

«En el día más importante de la peregrinación (el Día de Sacrificio), Dios y su Profeta anuncian a la gente su repudio a los asociadores.» (Corán 9:3)

También hay que evitar cualquier palabra o acción que pueda producir separación o enemistad entre los hermanos, que son los miembros de una nación única, una mínima discusión entre los hermanos musulmanes que en la vida ordinaria no sería tan importante, en la peregrinación está prohibida:

«…el peregrino debe abstenerse de las relaciones maritales, los actos de desobediencia y las discusiones.»(Corán 2:197)

El rechazo a los asociadores -que son los enemigos fundamentales de la nación unida monoteísta- es una obligación que debe ser cumplida de forma simultánea con la prohibición de discusiones y peleas con los hermanos musulmanes para que el mensaje de la solidaridad sea transmitido con una mayor claridad.

De hecho, la peregrinación es una de las medidas más eficaces tomadas por el Islam para eliminar la ignorancia. El hecho de que las ceremonias de la peregrinación sean un acto internacional nos da el mensaje de que el pueblo islámico tiene que tomar conciencia sobre su identidad común.

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Una oportunidad para el esclarecimiento

No hay que perder la oportunidad que nos ofrece la peregrinación para ilustrar las mentes en estos ámbitos y anunciar el rechazo hacia el imperialismo y Estados Unidos. El Mundo Islámico debe conocer los asuntos que tiene enfrente. La peregrinación debe ser aprovechada para crear dinamismo y movimiento. El imperialismo en sus propagandas quiere aparentar que tarde o temprano acabaremos bajo su dominio. Es el puño y la alezna… ¡Esto no es verdad!, la nación islámica tiene vitalidad y si pone voluntad y toma las medidas pertinentes, ningún poder por más grande que sea –aún superior a Estados Unidos- no puede hacer nada en su contra.

Las naciones, como les sea posible deben manifestar su interés por los asuntos del Mundo Islámico insistiendo en su solidaridad y expresando su repudio a los enemigos del Mundo Islámico. Esta manifestación es lo mínimo que se puede hacer en la peregrinación, tal como el Islam lo ha determinado.

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El espíritu que domina en la peregrinación

El repudio a los politeístas no es un asunto ajeno a la peregrinación que nosotros hayamos intentado inyectarlo en la misma, es parte de la peregrinación, está en su esencia y constituye el verdadero significado de esta reunión multitudinaria. Algunas personas en la prensa y en sus declaraciones nos critican diciendo que hemos introducido la política en la peregrinación. ¿Qué significa eso? Hay quienes son ponzoñosos. Si con eso quieren decir que hemos dado un concepto político a la peregrinación, hay que decirles que la peregrinación desde su origen ha tenido este concepto.

El repudio a los politeístas, a los ídolos y a sus creadores, es el espíritu que domina en la peregrinación de los creyentes. Cualquier lugar de la peregrinación es la manifestación del amor hacia Dios y el esfuerzo en Su camino, el repudio hacia el demonio con la lapidación simbólica y el enfrentarlo. Todo en la peregrinación es la manifestación de la unidad, la solidaridad y la fraternidad verdadera de aquellos a los que les ha unido su fe y rezan de cara a la alquibla, y la perdición de sus diferencias naturales y convencionales. La peregrinación es la rememoración y el aprendizaje de estas grandes lecciones.

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El enfrentamiento con el repudio de los politeístas

Personalmente no admito que el gobierno que se ha comprometido a dar servicio a los peregrinos de la Casa de Dios, prohíba la realización de actos que son la causa de la unidad de los musulmanes, la dignidad de las naciones islámicas y el repudio hacia los imperialistas enemigos del mundo islámico. ¿A quién y a qué frente favorecen con esta prohibición? ¿Acaso el apoyo a las naciones oprimidas del mundo es un delito? ¿Acaso la revelación de los planes de Estados Unidos y el resto de los países imperialistas en contra del Islam y los musulmanes es actuar en contra de los deberes? ¿Acaso la convocación de los musulmanes a solidarizarse y a expresar su repudio por los que siembran discordia, no es la orden explícita del Corán? Estados Unidos y el sionismo son quienes se favorecen del incumplimiento de estos deberes tan importantes.

Aunque los musulmanes en la peregrinación manifiestan su repudio por el imperialismo y sus elementos, éstos mantienen su poderosa influencia en los países islámicos, imponen su cultura, su política y su sistema de vida politeísta a las sociedades islámicas, destruyendo las bases de la práctica del monoteísmo en la vida de los musulmanes y haciendo que adoren otras cosas diferentes a Dios, el único, de modo que del monoteísmo en su vida no ha quedado ningún efecto.

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[1]  Esta es una referencia a la aleya 97 de la Sura ‘La Abeja’: «Al creyente, varón o hembra, que obre bien, le haremos, ciertamente, que viva una buena vida y le retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras...» La ‘buena vida’ es una referencia repetitiva en las declaraciones del Líder Supremo de la Revolución Islámica y según él mismo ha descrito significa «Una vida que en el aspecto material contiene el bienestar, la seguridad, el alto nivel científico, la dignidad política y la independencia económica. Y en el aspecto espiritual abarca la educación de seres humanos creyentes, devotos y respetuosos hacia la ética superior y divina.»

[2]  Fuente en el Paraíso.

[3]  En La Meca.

[4]  Grupo que dice que los musulmanes shiitas son ‘incrédulos’.

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