Comentario del Líder Supremo sobre un libro acerca de la Peregrinación a la Meca (Hajj)

Este libro volvió a despertar en mí el entusiasmo y el fervor por la peregrinación a la Casa de Dios y al Santuario del Profeta del Islam (PB). Es un entusiasmo que me aflige, puesto que ya no tengo esperanza de poder cumplir este deseo. Hasta donde puedo recordar -desde los años de juventud que han quedado ya muy lejos-siempre he llevado en mi corazón este deseo fervoroso de la peregrinación. Incluso, durante la oscura época de la dictadura monárquica, cuando cualquier clérigo-fuese por sabiduría o no, o porque tenía algún dinero que le sobraba y quería gastarlo- podía cumplir su deseo de hacer la peregrinación, yo no podía. Es decir, por el miedo a la Savak del Shah, pues los líderes de las caravanas de peregrinos no tenían el valor suficiente para inscribir mi nombre en la lista de sus peregrinos y mucho menos ponerme como el clérigo de la caravana de peregrinos. Sí, aun durante esos tiempos difíciles mi corazón estaba colmado de esperanzas de poder realizar la peregrinación a la Kaaba y besar la tierra donde un día se posaron los pies del Profeta del Islam (PB) en Meca y Medina... Y a pesar de que Dios me concedió el deseo de peregrinar por diez días, gracias a la gestión del mártir Mahalati, las llamas de la esperanza volvieron a crecer, haciéndose cada vez más intensas. Durante los años que ejercía como presidente de la República, tenía esperanza de poder cumplir mi deseo y realizar la peregrinación (Hach) después de mi mandato, ¿pero ahora? Ahora siento que mi entusiasmo y mi esperanza se van marchitando... Lo único que me consuela es leer libros sobre la peregrinación o escuchar las historias sobre tales viajes que los peregrinos a La Meca suelen relatar, pero esto a su vez hace nacer en mí el mismo entusiasmo de siempre.