Durante la reunión, el Líder de la Revolución Islámica hizo importantes declaraciones sobre dos temas, a saber, «la conducta correcta respecto a los Estados Unidos, el JCPOA (acuerdo nuclear iraní de 2015 conocido como Plan de Acción Integral Conjunto), y Europa» y «los requisitos y las necesidades de un avance en el movimiento económico dentro del país», recordando varias experiencias didácticas en las relaciones de Irán con Occidente y delineando las garantías necesarias de Europa para la continuación del JCPOA.

Al comienzo de su discurso, el Líder de la Revolución Islámica describió el bendito mes de Ramadán como una oportunidad especial para refrescar el espíritu de fe y espiritualidad, y reiteró: «Esta oportunidad está disponible para todas las personas; sin embargo, este mes es doblemente ventajoso para las personalidades y administradores del país para que puedan mejorar su espiritualidad para llevar a cabo su gran responsabilidad mediante un mayor contacto con Dios, la oración y la súplica».

El ayatolá Jameneí luego señaló varias etapas del Sistema de la República Islámica y las pruebas claves en cada una de estas coyunturas, y manifestó: «En los últimos 40 años, la República Islámica ha pasado por todas estas coyunturas y sus variados procesos y desarrollos, con poder, constancia y prudencia, y también superará la coyuntura actual con poder y prudencia, y continuará su camino hacia el progreso».

«Desde el comienzo de la Revolución Islámica y en todas estas coyunturas, el régimen estadounidense ha sido el principal enemigo de la nación iraní y ha utilizado todas las herramientas y estratagemas políticas, económicas, de seguridad, militares y de propaganda, pero también ha fallado en cada uno de dichos casos», agregó.

El Líder de la Revolución Islámica señaló la repetición del término «cambio de régimen» en las declaraciones de los funcionarios estadounidenses, diciendo: «Esta no es una nueva expresión y los funcionarios estadounidenses la han estado utilizando desde los primeros años del triunfo de la Revolución Islámica. Incluso el presidente [estadounidense] que dijo ''no estamos buscando un cambio de régimen [en Irán]'', pretendía un cambio de régimen [en el país] y sus intenciones y objetivos se hicieron evidentes».

Su Eminencia enfatizó que de acuerdo con la tradición divina, no hay duda en la derrota del enemigo, y reiteró: «El destino del actual presidente estadounidense no será mejor que el de sus predecesores, como Bush y Reagan: él se perderá en la historia como ellos».

«Por supuesto, de acuerdo con la tradición divina, también asumimos algunos deberes y si no cumplimos con estos deberes, no puede haber ninguna certeza sobre el logro de los resultados previstos», reiteró.

El ayatolá Jameneí dijo que el requisito para llevar a cabo las responsabilidades y adoptar la decisión correcta en la coyuntura actual es aprovechar las experiencias previas, y sobre esta base, enumeró seis experiencias y lecciones importantes con respecto a los Estados Unidos.

Al mencionar la primera experiencia, dijo: «La suma del comportamiento de Estados Unidos desde el comienzo de las negociaciones nucleares hasta ahora nos lleva a esta importante experiencia de que la República Islámica de Irán no puede interactuar con Estados Unidos, porque Estados Unidos no está comprometido con sus obligaciones».

«No debería decirse que el incumplimiento de los compromisos solo está relacionado con el actual presidente [Donald Trump] y su administración. No; incluso la administración anterior, que negoció con nosotros, actuó de manera similar y ellos también violaron el JCPOA e impusieron sanciones a Irán», enfatizó.

El Líder Supremo señaló las declaraciones hechas por los diplomáticos del país sobre la repetida violación de la letra y el espíritu del JCPOA por parte de Estados unidos, y agregó: «No puede haber interacción con una administración que viole los tratados internacionales de manera fácil y fría. La experiencia del JCPOA es una respuesta a todos aquellos que preguntaron, ''¿por qué no negocian e interactúan con Estados Unidos?'' Por lo tanto, todos deberían aprender la lección de esta experiencia y saber que es imposible negociar e interactuar con una administración como esa».

«La experiencia de Estados Unidos incumpliendo su promesa no es exclusiva de Irán, porque Estados Unidos incluso ha tratado y sigue tratando a sus lacayos como [el derrocado monarca de Irán] Mohammad Reza Pahlavi y [el derrocado egipcio líder] Hosni Mubarak, de la misma manera», reiteró.

El Líder Supremo citó la revelación de la profunda animadversión de los Estados Unidos hacia la República Islámica de Irán como la segunda experiencia, diciendo: «En las negociaciones de los últimos años y después del JCPOA, quedó muy claro que cuestiones como los programas nuclear y de misiles [de Irán] no eran los temas principales, sino la profunda oposición y antagonismo de Estados Unidos hacia la esencia del Sistema Islámico y la nación iraní, que se debe a la gloria de este Sistema en una región sensible y la promoción del espíritu de resistencia y oposición indiscriminada a la opresión de los Estados Unidos; y al alce de la bandera del Islam, y quieren despojar al Sistema Islámico de sus componentes de poder».

El ayatolá Jameneí señaló luego otra experiencia y dijo: «Cualquier flexibilidad respecto a los Estados Unidos a causa de las conveniencias temporales no solo no disminuirá su hostilidad, sino que también hará que este enemigo sea más descarado».

El Líder de la Revolución Islámica señaló la flexibilidad de la administración iraní hacia Estados Unidos durante el mandato del expresidente estadounidense, George W. Bush, reiterando: «En ese momento y a pesar de esta flexibilidad, Bush apodó a la República Islámica de Irán como [un miembro del] eje del mal».

El ayatolá Jameneí también señaló las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense a Irán tras la conclusión del JCPOA, y agregó: «Muchas de estas sanciones provocaron las protestas [de Irán], pero no se tomaron medidas firmes como resultado de lo cual el presidente de Estados Unidos [hoy] habla con más descaro y de forma escandalosa».

Al enfatizar que esa es la forma de prevenirse ante la hostilidad de los Estados Unidos, y no retrocediendo y mostrando flexibilidad, el Líder Supremo manifestó: «Esto no es particular para los estadounidenses; todos los países occidentales son en su mayoría así, y no olvidaremos el momento en que nuestro presidente apoyó la lenidad hacia Occidente, pero este mismo presidente fue citado ante los tribunales por Alemania, por cuestiones infundadas».

Delineando la cuarta experiencia, el Líder de la Revolución Islámica enfatizó: «Hacer frente a los países occidentales hará que sea muy posible obligarlos a retirarse».

Para aclarar aún más estas experiencias, el ayatolá Jameneí señaló los desarrollos nucleares que se alcanzaron entre los años 2004 y 2005, y dijo: «En esos años, para que el expediente nuclear de Irán siguiera su curso normal en el Organismo Internacional de Energía Atómica [de las Naciones Unidas], se acordó que las instalaciones nucleares [de Irán] fuesen clausuradas, pero frente a estas flexibilidades y retiradas [por parte de Irán] en ese momento, le dijeron a la delegación iraní que todas las instalaciones nucleares de Irán debían ser desmanteladas y destruidas».

«Ni siquiera permitieron el lanzamiento de dos o tres centrífugas en ese momento, pero cuando nos levantamos contra sus demandas excesivas y rompimos los sellos y nuestros fieles y revolucionarios jóvenes llevaron a cabo el 20 por ciento de enriquecimiento de uranio, los occidentales comenzaron a mendigar y, aunque aceptaron un enriquecimiento de 3.5 por ciento, aceptaron la operación continua de cinco a seis mil centrífugas», agregó.

El Líder de la Revolución Islámica enfatizó: «De hecho, la causa fundamental para el reconocimiento del derecho al enriquecimiento de Irán no son las negociaciones, sino los avances realizados por nuestros jóvenes científicos y el logro del 20 por ciento de enriquecimiento; de lo contrario, nunca habrían reconocido nuestro derecho a través de negociaciones».

Resumiendo esta experiencia, el ayatolá Jameneí dijo: «Frente a las demandas excesivas del lado opuesto, se debe hacer un movimiento valiente».

Su Eminencia citó a Europa tomando partido con los Estados Unidos en los casos más importantes como la quinta lección didáctica, y agregó: «No tenemos intención de luchar contra Europa, pero estos tres países europeos han demostrado que respaldan a Estados Unidos en los momentos más críticos».

El Líder de la Revolución Islámica citó la reprochable acción del ministro de relaciones exteriores francés durante las conversaciones nucleares, que jugó el juego del policía bueno y el policía malo junto con Estados Unidos, y el esfuerzo del gobierno británico por bloquear el derecho de Irán a comprar óxido de uranio bajo el JCPOA, como ejemplos de que Europa está del lado de Estados Unidos, y recalcó: «Los europeos dicen algunas cosas, pero no los hemos visto enfrentar a los Estados Unidos en el verdadero sentido de la palabra».

Al mencionar la sexta experiencia con respecto al JCPOA, el ayatolá Jameneí dijo: «En los últimos años, se aprendió la lección de que vincular la resolución de problemas internos, particularmente económicos, al JCPOA y [lo que existe] más allá de las fronteras es un gran error».

«Cuando vinculamos cuestiones económicas y comerciales al JCPOA, el resultado es que los empleadores y los inversores esperan la firma del JCPOA durante varios meses y luego esperan su implementación o no implementación y luego esperan [para ver] si los Estados Unidos permanecerán en el JCPOA o no y, en última instancia, el aparato económico activo del país siempre está esperando [lo que] los extranjeros [decidan o hagan]», agregó.

El Líder de la Revolución Islámica recapituló sus palabras, diciendo: «Se debe tener cuidado respecto a otros asuntos para que estas experiencias no se repitan y no debemos caer en el mismo truco dos veces».

El Líder de la Revolución Islámica dijo que fijar las esperanzas en temas como la pérdida de crédito de Estados Unidos o la aparente división entre Estados Unidos y Europa en el caso reciente va en contra de hacer uso de las experiencias.

«El objetivo de las conversaciones nucleares fue la eliminación de las sanciones [impuestas a Irán] y muchas de ellas no fueron eliminadas, aunque recientemente han amenazado que a pesar del énfasis en la resolución de las Naciones Unidas, restablecerán las sanciones», reiteró.

Mencionando un punto importante y fundamental, el Líder de la Revolución Islámica advirtió a los «elementos políticos, administrativos y mediáticos» que no se deben criticar mutuamente respecto al JCPOA, y enfatizó: «No hay nada de malo en una crítica correcta, justa y racional, y los funcionarios también deben prestarles atención a estas críticas. Sin embargo, el insulto, la desacreditación, la acusación y la creación de división [en la sociedad] respecto al JCPOA no debe suceder, y la unidad y la unanimidad no deben ser violadas».

El ayatolá Jameneí planteó una pregunta fundamental: «¿Cuál es el enfoque correcto para el JCPOA después de que Estados Unidos se ha retirado?». El Líder Supremo explicó una serie de puntos en respuesta a esta cuestión: «El primer punto es que debemos ver los problemas de manera realista y sin fijar la esperanza en las probabilidades, y compartirlas con la gente de manera explícita y realista».

En este sentido, el Líder de la Revolución Islámica señaló la falsa suposición de la entrega de 100 mil millones de dólares al país después de la conclusión del JCPOA, y agregó: «Desafortunadamente, algunos divulgaron esta suposición delirante a la gente».

El segundo punto delineado por el Líder de la Revolución Islámica sobre «el enfoque correcto del JCPOA bajo las circunstancias actuales» fue la realidad de que la economía del país no se puede arreglar a través de un «JCPOA europeo».

«Un JCPOA europeo es, por supuesto, un problema; sin embargo, muchos elementos de prueba como el abandono y el escepticismo de las grandes empresas europeas y las observaciones hechas por funcionarios de los tres países europeos muestran que la economía del país no puede avanzar a través de un JCPOA europeo», agregó.

El ayatolá Jameneí señaló la traición y la deshonestidad de los tres países europeos a principios de la década de 2000 por el tema nuclear, y agregó que «los europeos deben demostrar que no tienen la intención de repetir esa violación de la promesa».

El Líder de la Revolución Islámica criticó a los tres países europeos por no protestar por las reiteradas violaciones estadounidenses al espíritu y letra del JCPOA, y agregó: «Si hubieran protestado contra los Estados Unidos, podría no haber llegado a esto; los europeos deben compensar esta negligencia».

El ayatolá Jameneí dijo que el retiro de Estados Unidos del JCPOA es una violación a la Resolución 2231 de la ONU y agregó: «Los europeos deben redactar una resolución contra los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad [de la ONU] y protestar contra la medida de Estados Unidos».

Delineando las condiciones necesarias para continuar con el JCPOA junto a los europeos, el Líder de la Revolución Islámica dijo: «Los jefes de los tres estados [europeos] deben comprometerse y prometer que de ninguna manera plantearán el tema de los misiles y el de la presencia de Irán en la región».

El ayatolá Jameneí citó la explícita oposición de los europeos a cualquier sanción de Estados Unidos contra Irán como otra condición necesaria, y reiteró: «Que se sepa que la República Islámica definitivamente no renunciará a sus elementos de poder, incluida la defensa de largo alcance».

El Líder describió la profundidad estratégica como otro elemento del poder de Irán y agregó: «La presencia en la región y el apoyo de las naciones a la República Islámica es nuestra profundidad estratégica y ninguna administración sensata ignora estos factores de empoderamiento».

El ayatolá Jameneí también describió la unidad de la gente bajo la bandera del Islam y el orgullo del Sistema, en sus lemas islámicos como fuente de consolidación y fortaleza para el país.

Con respecto a la necesidad de obtener garantías de los europeos para la continuación del JCPOA, el Líder de la Revolución Islámica dijo: «Si los estadounidenses logran perturbar las ventas de petróleo de Irán, los europeos deben garantizar la compra de petróleo de Irán tanto como lo requiramos».

El ayatolá Jameneí, al respecto, recibió garantías de los bancos europeos sobre la recepción y el pago de sumas relacionadas con las transacciones del Estado y del sector privado con la República Islámica.

«Irán no tiene ninguna pelea con los tres países europeos; sin embargo, teniendo en cuenta la trayectoria de los europeos, no confiamos en ellos y, por lo tanto, deben proporcionar garantías reales», manifestó.

El Líder de la Revolución Islámica recalcó: «Si los europeos posponen las cosas para responder a nuestras demandas, el derecho de Irán a reanudar las operaciones nucleares paralizadas está reservado».

Su Eminencia hizo un llamamiento a los funcionarios de la Organización de Energía Atómica de Irán para que estén preparados para la posible reanudación de estas actividades, y agregó: «No vamos a comenzar el 20 por ciento de enriquecimiento ahora; sin embargo, si es necesario y vemos que el JCPOA no tiene ningún beneficio, debe estar listo y las actividades cesadas como resultado del JCPOA deben reanudarse».

La segunda parte de las observaciones del Líder en la reunión con funcionarios del Sistema Islámico estuvo dedicada a asuntos internos.

El Líder describió el tema de la economía como el principal problema del país y agregó que «las actividades de la administración deben continuar a través de la expansión de los servicios, pero a pesar de todos los esfuerzos [que se realizan], la situación económica del país no es digna de elogio y muchas personas están bajo la intensa presión de los altos precios y [otros] problemas».

El ayatolá Jameneí dijo que la resolución de los problemas económicos, en primer lugar, depende de la creencia sincera de los funcionarios en algunos asuntos, y agregó: «Debemos creer profundamente que los problemas económicos se pueden resolver confiando en las abundantes potencialidades del país y las recetas occidentales no pueden resolver los problemas del país ni en el campo de la economía ni en otras áreas, como el control de la población».

Al dirigirse a los funcionarios, el Líder dijo: «Delegar tareas a los extranjeros solo debe tener lugar de manera urgente, dado que no cumplen sus promesas, y solo debemos dirigirnos a los demás cuando hayamos perdido la esperanza en las capacidades internas».

Refiriéndose a los recursos naturales y minerales, las reservas, potencialidades del territorio nacional iraní, la mano de obra joven e instruida, el acceso a aguas internacionales y otros puntos positivos del país, el ayatolá Jameneí enfatizó: «Los expertos creen que si Irán usa estas potencialidades correctamente, se convertirá en uno de las mejores economías desarrolladas».

«Hacer planes, formular estrategias y progresar, todo ello debe hacerse teniendo en cuenta estas realidades», enfatizó.

El Líder de la Revolución Islámica se refirió a su reunión de hace unas semanas con los funcionarios del Estado sobre asuntos económicos, y agregó que «las decisiones de esa reunión deben cumplirse seriamente».

El ayatolá Jameneí señaló que los estadounidenses han convertido su departamento de tesorería en una sala de guerra contra Irán, y agregó: «Se debe establecer un comité para contrarrestar esta maldad del enemigo en el centro económico de la administración, y el Ministerio de Asuntos Exteriores también debe ayudar en esta cuestión».

«La ''economía de resistencia'' es la cura a todos los problemas del país y hoy, dadas las medidas del enemigo, algunas partes de la ''economía de resistencia'' deben tener prioridad», agregó.

El ayatolá Jameneí describió la «economía dirigida por las personas» y el compromiso de la gente en el campo de la economía como algo muy necesario, y agregó: «La economía estatal no es eficiente y, como he dicho en reiteradas ocasiones, las políticas del artículo 44 [de la Constitución iraní] debe tomarse en serio y debemos poner al sector privado en la refriega».

El Líder de la Revolución Islámica dijo que la filosofía subyacente en la formación del Fondo Nacional de Desarrollo de Irán es ayudar al sector privado, señalando que «este fondo está completamente en manos de la administración, pero los recursos del fondo deben estar disponibles para activistas del sector privado y no deben asignarse a los gastos actuales».

El ayatolá Jameneí dijo que la economía basada en el petróleo es uno de los defectos fundamentales de la economía iraní, y enfatizó: «Hace 20 años dije que teníamos que llegar a un punto en el que cerráramos los pozos de petróleo cada vez que lo decidiéramos, y esto es algo posible».

«Hoy, somos rehenes del petróleo, porque su precio así como también su compra están en manos de otros. Esta situación debe cambiar y, como activo nacional, el petróleo debe estar realmente bajo nuestro control y debemos reducir nuestra dependencia cada día más», agregó.

La importancia de la economía basada en el conocimiento, la atención a los jóvenes empresarios en los medios de comunicación, la promoción de la producción nacional, otorgar gran importancia a los productos iraníes y la abstinencia total de todos los órganos estatales de comprar productos extranjeros, fueron otros de los temas destacados por el Líder de la Revolución islámica.

En la parte final de este segmento de su discurso, el Líder destacó: «No deberíamos relacionar los problemas económicos al JCPOA y cosas por el estilo, porque habéis visto que el problema de la economía no se resolvió mediante dicho acuerdo. Por lo tanto, la economía requiere de otros factores».

En otra parte de su discurso, el ayatolá Jameneí señaló la política hostil de los estadounidenses para inculcar un estancamiento e inyectar desesperación e incapacidad en la sociedad [iraní], diciendo: «En este momento, la nación iraní se enorgullece de su independencia, firmeza, prestigio internacional e influencia regional; sin embargo, el enemigo busca despojar a la nación de este sentido del honor a través de rumores, mentiras y resaltar debilidades y [también] destruir el movimiento que inspira esperanza, que es la solución a los problemas del país, retratando victorias y avances como una derrota».

El Líder dijo que el objetivo principal de la República Islámica es enorgullecer al Islam e implementar la ley islámica en la sociedad. Resumiendo esta parte de su discurso, el ayatolá Jameneí dijo: «al identificar las potencialidades [existentes] y prestar atención a las experiencias y, lo más importante, al buscar la ayuda de Dios Todopoderoso, sin duda tendremos la capacidad de superar todos los problemas económicos».

La última parte de las observaciones formuladas por el Líder de la Revolución Islámica se dedicó a evaluar el desempeño de las Naciones Unidas y hacer énfasis en la necesidad de realizar un seguimiento de algunos casos importantes de crímenes contra los derechos humanos en los Estados Unidos.

El Líder describió la actuación de las Naciones Unidas como inaceptable y bajo el dominio de los Estados Unidos, diciendo: «Hace un tiempo, el secretario general de las Naciones Unidas retiró sus declaraciones un día después de condenar los crímenes de los saudíes contra el pueblo yemení. Estos ejemplos muestran que las Naciones Unidas están bajo la presión de los Estados Unidos y los estados [árabes] ricos de la región del Golfo Pérsico».

Al enumerar los crímenes y casos de violación a los derechos humanos por parte de los Estados Unidos, el Líder de la Revolución Islámica señaló casos como «el quemar vivos a los miembros de la secta davidiana durante el mandato del [ex presidente] Clinton; el encarcelamiento y atroces torturas de reclusos en la Bahía de Guantánamo y las cárceles iraquíes de Abu Ghraib y en una cárcel estadounidense en Afganistán; la legalidad de la venta de armas de fuego en Estados Unidos para provecho de los fabricantes de armas; el trato brutal de la policía estadounidense a los afroamericanos; el papel efectivo de Estados Unidos en la creación y el apoyo de Daesh; el apoyo de Estados Unidos al régimen sionista en la masacre del pueblo palestino, incluida la reciente masacre en Gaza; y la ayuda y el apoyo [de Estados Unidos] a los saudíes en la matanza del pueblo yemení y sus medidas enérgicas contra el pueblo de Bahréin».

El Líder destacó que «si las Naciones Unidas son [realmente] las Naciones Unidas y no dependen del régimen estadounidense, deben hacer un seguimiento serio de estos casos y compensar sus deficiencias del pasado».

Al final de su discurso, el ayatolá Jameneí dijo que las declaraciones de la República Islámica sobre varios temas son mesuradas, bien fundadas y verificables, y agregó: «La República Islámica se ha fortalecido cada día más en estos años y continuará avanzando hasta alcanzar un mayor poder mediante la promoción de la producción nacional y el tratamiento correcto de la gente por parte de los funcionarios».

Antes del discurso del Líder de la Revolución Islámica, el presidente iraní Hassan Rouhaní se dirigió a la audiencia.

23 de mayo de 2018