«Los enemigos del Islam, con Estados Unidos a la cabeza, están en contra de la esencia del Islam y de todos los países islámicos, y sus principales armas en nuestra región son la penetración en los centros de decisión sensibles, crear división entre las naciones y hacer creer que rendirse ante EE. UU. es una solución a los problemas», ha dicho el ayatolá Jameneí, antes de apuntar como medio eficaz de hacer frente a esa triple estrategia la concienciación y la firmeza en la vía del bien y la justicia.

El Líder de la Revolución ha iniciado su intervención felicitando el aniversario del nacimiento del Profeta Muhammad (P) y el Imam Sadeq (P), y calificó al Profeta del Islam de «Corán encarnado», «la más excelsa y gloriosa de las criaturas de Dios» y «luz y vehículo de la vida y la iluminación de las sociedades humanas». «El ser humano comprenderá esas verdades de manera gradual. Esperemos ser testigos del día en que, en el aniversario del nacimiento de ese ser sagrado, el mundo islámico sonría, habiendo desaparecido de su rostro penas y sufrimientos», ha dicho. 

El ayatolá Jameneí ha planteado una evolución progresiva hacia la unidad entre los musulmanes, en la que el primer paso sería «que las sociedades, los Gobiernos, los grupos étnicos y las escuelas islámicas se abstengan de agredirse unos a otros»; el segundo, «la unidad frente al enemigo común». «En los grados superiores, los países islámicos deberán esforzarse y crear sinergias entre sí en la ciencia, la riqueza, la seguridad y el poder político para alcanzar la nueva civilización islámica», ha agregado antes de puntualizar que la República Islámica de Irán se ha dado a sí misma como objetivo final la llegada a esa nueva civilización islámica.

Sobre los desastres que azotan el mundo islámico, el máximo dirigente persa ha mencionado la ocupación de Palestina y las cruentas guerras en curso en Yemen y, de manera general, en Asia Occidental y en África del Norte, que ha achacado a la falta de respeto de los principios de no agresión y unidad frente al enemigo común. Con todo, «la mayor calamidad que sufre hoy día el mundo islámico es la cuestión de Palestina, donde un pueblo ha sido expulsado de sus casas y de su patria», ha enfatizado.

«Desde el principio de la Revolución Islámica hasta hoy mantenemos la misma postura: hemos ayudado y seguiremos ayudando a los palestinos sin dudas y sin contemplaciones, y consideramos que hacerlo es deber de todo el mundo islámico», ha recalcado el Líder de la Revolución tras calificar esa postura de «definitiva y de principios» y recordar la claridad al respecto del difunto imam Jomeiní, con sus tempranas advertencias sobre el peligro que suponían la penetración, las injerencias y los atropellos del sionismo.

La oposición al régimen sionista de ocupación de Palestina no tiene, sin embargo, nada que ver con el antisemitismo, pese a los intentos que se hacen por tergiversar la postura constante del imam Jomeiní y de las autoridades de la República Islámica respecto a la «desaparición de Israel». «Nosotros estamos a favor de Palestina, de su independencia y de su salvación, y “desaparición de Israel” no quiere decir que desaparezca la población judía, contra la que no tenemos nada, del mismo modo que en nuestro país hay una comunidad judía que vive en total seguridad», ha aclarado el Líder de la Revolución.

Cuando se reclama la desaparición de Israel, lo que se busca es la eliminación del gobierno y el régimen sionista impuestos a Palestina, ha enfatizado el ayatolá Jameneí, antes de agregar: «El pueblo de Palestina, que es el dueño genuino de esa tierra ―musulmanes, cristianos y judíos incluidos― debe poder elegir a su propio Gobierno, echar a los extranjeros y a maleantes como Netanyahu y administrar su país, como de hecho sucederá».

A continuación, el máximo dirigente persa ha advertido a los presentes de que la hostilidad de EE. UU., del régimen sionista y de los enemigos de la unidad islámica se dirige contra todos los países islámicos. «La esencia del Islam es el rechazo de la injusticia, la arrogancia y la dominación, por lo que están en contra de los fundamentos del Islam y de todos los países islámicos. La idea de que su enemistad atañe solo a la República Islámica no es correcta», ha insistido. 

A modo de ejemplo, el ayatolá Jameneí ha recordado las expresiones ofensivas utilizadas por los responsables estadounidenses respecto a los saudíes. «Cuando dicen a las claras que los saudíes no tienen otra cosa que dinero, eso quiere decir “tenemos que ir a saquearlos”, lo que implica una enemistad evidente con un país y una nación, y los aludidos deben entender cuál es el deber que tienen ellos, con su orgullo árabe y su dignidad islámica, ante semejantes ofensas», ha aconsejado.

«Hoy en día, las principales armas de EE. UU. en la región son la penetración en los centros sensibles y de decisión, la creación de división y de zozobra en la determinación de las naciones, la creación de desconfianza entre los pueblos y sus gobernantes y la manipulación de los cálculos de quienes toman las decisiones, fingiendo que la solución de los problemas está en rendirse y colocarse bajo la bandera estadounidense, todo lo cual es más violento y peligroso que las armas militares», ha advertido el máximo dirigente persa tras considerar que la presencia estadounidense en Asia Occidental es causa de la proliferación de fechorías, corrupción, inseguridad y creación de grupos como Daesh, por lo que ha señalado la necesidad de que los pueblos musulmanes se familiaricen con el «auténtico rostro hipócrita» de Washington.

Los occidentales, ha añadido el ayatolá Jameneí, «saben que nosotros, por cuestiones fundamentales y de convicciones, no estamos intentando hacernos con armas nucleares, por lo que la razón de su oposición a la actividad atómica de la República Islámica es denegar a Irán el conocimiento, la industria y la capacidad nucleares».

Ante de las palabras del Líder de la Revolución Islámica, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, ha realizado una intervención en la que ha dicho a propósito de las actividades de Irán en Asia Occidental: «Es la influencia de la Revolución la que ha atraído los corazones. Si hoy en día los pueblos de Siria, el Líbano, Yemen, Irak y Bahréin se sienten próximos a la República Islámica, se debe al mensaje de la Revolución».

Los hijos del Irán islámico, ha recordado Rohaní, han mostrado su disposición a sacrificar sus propias vidas como consejeros en la defensa de las naciones de Siria e Irak. «Si nuestros hijos acudieron a Siria, Irak y el Líbano, lo importante para ellos era la libertad de las personas y avanzar por el camino del Mensajero de Dios, y lo que queremos hoy es unidad, fraternidad y avance por la senda del gran Profeta del Islam», ha añadido el jefe del Ejecutivo persa. 

En el mundo actual, ha proseguido, la única vía para salvarse de la división, el reaccionarismo y las agresiones de Estados Unidos y el régimen sionista es seguir al Mensajero de Dios (PB). «En el día del nacimiento del querido Profeta del Islam, lo que pedimos es que el mundo islámico se mantenga firme, unido y fraternal frente a la injusticia y las agresiones, y que alcance la victoria», ha concluido el mandatario.