Periodista: En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso. ¡Su Eminencia! Lo saludo de parte de la comunidad mediática del país y, en particular, del medio nacional. Buenos días.

Su Eminencia: Con ustedes la paz y la misericordia de Dios. Buenos días tenga usted también.

P.: Gracias. Al igual que en periodos electorales anteriores, ha acudido usted a las urnas y ha depositado su papeleta en los primeros minutos de la votación. Ahora mismo, millones de iraníes son testigos de su presencia aquí, en la Husainiya del Imam Jomeiní. Díganos Su Eminencia, ¿qué recomendación, qué mensaje tiene a propósito de las elecciones para la orgullosa y digna nación del Irán islámico en este día histórico y determinante para el futuro?

S.E.: En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso. Lo primero es que la jornada electoral es un día de fiesta nacional. Felicito esta fiesta a todos los queridos compatriotas de todo el país. En segundo lugar, es un día de realización del derecho civil de la nación, que quiere ir a votar y hacerse con su participación en la gestión de los asuntos del país ―como es su derecho―. En tercer lugar, es un deber religioso, como he señalado antes. Y la verdad es que las elecciones son una garantía para los intereses nacionales del país. Quien tenga apego a los intereses nacionales del país participa en las elecciones.

Mi recomendación es, primero, que todos participen con afán, votando a las personas de su preferencia, conforme al resultado al que han llegado, y que lo hagan cuanto antes. Esa es siempre mi recomendación: que no lo dejen para la noche o para el último momento. Que acudan a votar a primera hora, es decir, al principio del día, en la primera mitad del día, de manera que no se concentre la multitud al final del día. Y, a continuación, que en cada ciudad voten a la cantidad de candidatos de esa ciudad. Por ejemplo, en Teherán, que voten a las treinta personas. Que escriban el nombre de las treinta personas. Esto ayuda mucho a que, Dios mediante, la Asamblea por venir sea una Asamblea fuerte.

Pedimos a Dios el Altísimo que depare éxitos y bienes al pueblo de Irán, y que haga descender sobre esta nación Su misericordia y Sus bendiciones, haciendo de estas elecciones una fuente de bienes y bendiciones para el país.

Y a ustedes, amigos de los medios de comunicación, les doy las gracias por la labor que han realizado y realizarán.

Con ustedes la paz, la misericordia de Dios y Sus bendiciones.

P.: Le damos las gracias, Su Eminencia.