Su Eminencia, se refirió a las Fuerzas Armadas como los guardianes de las fronteras de Irán y dijo que la verdadera fortaleza del Sistema descansa en la fe en Dios Altísimo, la sabiduría, la autoestima, y el espíritu de resistencia.

El Líder Supremo se refirió a la situación actual del mundo y el dominio de la tiranía, la opresión, la injusticia, ignorancia y los deseos carnales en el mundo y reiteró que el poder militar, el mantenimiento de la vigilancia y tomar medidas prudentes y valientes, tienen doble importancia en tales circunstancias.

Ayatolá Jamenei dijo que algunos poderes y sus dirigentes se comprometen con la injusticia y la agresión bajo la bandera de consignas engañosas, y agregó: «Hoy los que son belicistas en el verdadero sentido de la palabra hablan de paz del diente al labio. Y estas mismas personas que no muestran respeto por los derechos humanos ni por la humanidad gritan consignas en apoyo a los derechos humanos.»

Su Eminencia señaló que los jefes de algunos gobiernos hacen uso de la agresión y los peores métodos, como el establecimiento de organizaciones terroristas y el patrocinio al terrorismo, a fin de promover sus políticas. «Sin embargo, ante la opinión pública mundial se ponen una facha pacífica y filantrópica y hacen declaraciones aparentemente nobles», dijo.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica, dijo que en un mundo que se basa en el engaño, la mentira, la opresión y la tiranía, algunos poderes pierden su control debido a la arrogancia y la dependencia de los cimientos endebles de su poder y voluntad. «Un ejemplo de ello son la declaraciones formuladas por el presidente de Estados Unidos que indirectamente amenazó con usar la bomba atómica contra la nación de Irán.»

Ayatolá Jamenei se refirió a estos comentarios como muy sorprendentes y dijo que los países del mundo no deberían pasar por alto esta cuestión. «El siglo XXI es un siglo en el que se afirma apoyar a los derechos humanos y oponerse al terrorismo. Sin embargo, el presidente de un país amenaza con realizar un ataque nuclear.», agregó.

Su Eminencia dijo que estas palabras son perjudiciales para Estados Unidos, y reiteró que tales declaraciones son indicativas de que de no se puede confiar en el gobierno Estados Unidos.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica, dijo: «Durante los últimos años, los funcionarios norteamericanos han hecho numerosos esfuerzos para demostrar que no se puede confiar en la República Islámica en lo que respecta a su cuestión nuclear. Sin embargo, ahora se ha demostrado que los gobiernos que poseen bombas nucleares y descaradamente amenazan con hacer uso de ellas contra otros países son en los que no se puede confiar. Por tanto, las palabras del presidente de Estados Unidos son ridículas e infames.»

Ayatolá Jamenei, dijo que ante tales circunstancias se debe ser muy inteligente y reiteró que la preparación moral y espiritual, así como la determinación y la resistencia son más importantes que la preparación militar cuando una nación se enfrenta ante situaciones difíciles.

Su Eminencia agregó que la fe, resistencia, determinación, y no el ser engañados son las razones bases de la fortaleza de un sistema.

El Líder Supremo manifestó que las dificultades no son permanentes, y añadió: «Después del paso de treinta años, la nación de Irán es ahora más fuerte que antes en todos los ámbitos y ha demostrado que es capaz de enfrentarse a todo tipo de enemistad».

En otra parte de su discurso, Ayatolá Jamenei, instó a las Fuerzas Armadas a adoptar las medidas necesarias con el fin de mejorar la capacidad combativa y defensiva de la República Islámica. «Las Fuerzas Armadas siempre debe mantener su vigilancia y preparación con el fin de contrarrestar las diferentes amenazas», agregó.

Su Eminencia señaló que las Fuerzas Armadas de Irán han sido caracterizadas por las edificantes experiencias acumuladas durante la Defensa Sagrada (1980-1988) contra las fuerzas invasoras iraquíes respaldadas por Occidente. El Líder Supremo de la Revolución Islámica exhortó a fomentar la espiritualidad, perspicacia y profundizar en las creencias religiosas.

Al final de la reunión, los participantes realizaron la oración del mediodía y de la tarde bajo la guía del Líder Supremo de la Revolución Islámica, Ayatolá Seyyed Ali Jamenei.