«Siempre he aconsejado a los jefes de los tres poderes del Estado que aumenten su cooperación, y esto incluye asunto inter-institucionales, así como los principales problemas del país», reiteró.

El Ayatolá Jamenei destacó la importancia de los intereses nacionales del país, y agregó: «Los jefes de los tres poderes del Estado deben aumentar sus sesiones conjuntas, porque esta clase de reuniones ayudan enormemente a resolver problemas, hacer avanzar las cosas y resolver las quejas.»
 
Su Eminencia enfatizó que uno de los principales retos del país es la hostilidad y oposición seria de la arrogancia mundial hacia la República Islámica, y reiteró: «Esta realidad debe ser muy bien comprendida, porque si no entendemos la hostilidad de la arrogancia mundial hacia nosotros, cometeremos un error en el análisis de los problemas del país. Aquellos que no están preparados para ver el comportamiento hostil del campo del enemigo son como esas personas que cierran sus ojos ante el enemigo.»
 
El Líder Supremo, afirmó que la razón principal detrás de la hostilidad de la arrogancia mundial hacia la República Islámica de Irán es el nuevo discurso de la República Islámica y el colapso inminente de la arrogancia global.
Refiriéndose a los recientes acontecimientos en Irak, el Ayatolá Jamenei dijo: «Respecto al tema de Irak, las potencias imperiales occidentales - particularmente, el régimen de los Estados Unidos de América- están tratando de aprovecharse de la ignorancia y los prejuicios de una serie de elementos indecisos.»
 
«El objetivo principal de los recientes acontecimientos en Irak es privar a la gente de este país de todos aquellos logros que han alcanzado -el más importante de los cuales es la democracia- a pesar de la presencia e injerencia de Estados Unidos», agregó.
Su Eminencia dijo que Estados Unidos no está satisfecho con las condiciones actuales en Irak -es decir, la celebración de las elecciones con una alta participación por parte de las personas y de la elección de los candidatos dignos de confianza- porque lo que desean es dominar a Irak y poner al mando a personas que les sean obedientes en todo.»
Señalando los esfuerzos de algunos funcionarios estadounidenses que tratan de describir los últimos acontecimientos en Irak como una guerra religiosa, Su Eminencia mencionó: «Lo que ha ocurrido en Irak no es una guerra entre chiitas y sunitas. Más bien, la arrogancia mundial está tratando de quebrantar la paz y la tranquilidad en Irak y amenazan la integridad territorial de este país mediante el uso de los restos del régimen de Saddam como los elementos principales y a los terroristas takfiri como infantería».
«La principal lucha en Irak es entre aquellas personas que quieren convertir a Irak en la base de Estados Unidos y los que quieren ayudar a Irak a que logre la verdadera independencia», reiteró
El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó que el propio pueblo de Irak es capaz de enfrentar y extinguir esta fitna, y agregó: «Nos oponemos firmemente a la interferencia de los estadounidenses y otras personas en los asuntos internos de Irak porque creemos que el gobierno, la gente y los sabios jurisconsultos de este país tienen la capacidad de poner fin a esta fitna y por el favor de Dios, van a acabar con ella».