Estos días son días importantes. Se recuerda tanto el insólito Incidente de la Ordalía como la revelación de la azora de Hal Ata, así como la proximidad de los días de muharram, además de ser días importantes desde el punto de vista de la región y de los graves acontecimientos que están aconteciendo en ella. Es una etapa importante.

Del mismo modo que en la Ordalía toda la fe se confrontó con el descreimiento, en la actualidad toda la fe en el sistema de la República Islámica se confronta con el descreimiento, y del mismo modo que la espiritualidad, la pureza y la fuerza espiritual del Más Noble Profeta y su familia pudieron dejar al enemigo fuera de juego, la nación iraní podrá, por la gracia y por el poder divino y con su propia fuerza y espiritualidad, dejar al enemigo fuera de fuego.

07/10/2015

Estos diez últimos días del mes de dulhiya —de hecho, toda la segunda mitad de dulhiya— son días importantes desde el punto de vista de la historia del Islam y de los acontecimientos históricos relativos al Islam. Ayer, día 24, como es bien sabido, fue el Día de la Ordalía (o Mubahila) y día de la revelación de la Aleya de la Velayat del Príncipe de los Creyentes (con él la paz): Innama waliyukumu-l-Lahu wa rasuluhu wa-l-ladina amanu-l-ladina yuqimūna-s-salata wa yu’tuna-z-zakata wa hum raki‘un («En verdad, vuestros amigos y protectores son solamente Dios, Su Mensajero y aquellos que tienen fe, hacen la oración y dan limosna mientras están inclinados rezando»). Hoy es además el día de la revelación de la azora de Hal Ata y, según algunos, es el Día de la Ordalía. Son días importantes.

Además, en esta segunda mitad de dulhiya está también el Día de Ghadir, que es fiesta mayor y un suceso importante en la historia del Islam. En la Ordalía, que hay que conmemorar por su gran importancia, se hacen en verdad patentes la seguridad, la fuerza de la fe y el apoyo en la legitimidad, que es lo que necesitamos siempre. En la actualidad también necesitamos esa fuerza de la fe y ese apoyo en nuestra legitimidad por avanzar por el camino de la verdad y la justicia. Es en eso en lo que hay que apoyarse frente a la hostilidad de los enemigos, frente a la hostilidad de la Arrogancia, y gracias a Dios en ello nos apoyamos.

En este sentido, en la nación iraní, la opinión pública y, en conjunto, en las corrientes populares de nuestro país existe gracias a Dios una seguridad general por estar en lo justo, por avanzar por el camino correcto. Y la azora de Hal Ata es un exponente de la bendición que suponen los actos de abnegación; ese desprendimiento abnegado que llevó a cabo la Familia del Profeta (con ellos la paz) y por el que Dios el Altísimo hizo descender una azora para ellos, la azora de Hal Ata, que, además de ser un acontecimiento histórico de gran importancia, preciado y fuente de orgullo, es también una lección. A ojos del Creador, la generosidad y el desprendimiento, cuando están acompañados por la abnegación, merecen retribución, tanto en esta vida como en la otra.

06/09/2018

El Día de la Ordalía es el día en el que el Noble Profeta del Islam saca a la palestra a sus personas más queridas. Un aspecto importante de la Aleya de la Ordalía es que dice wa anfusana wa anfusakum («y a nosotros mismos y a vosotros mismos») y wa nisaana wa nisaakum («a nuestras mujeres y a las vuestras»). El Más Noble Profeta escoge a sus seres más queridos y los coloca ante todos para una argumentación en la que deben quedar con claridad a la vista de todos la distinción entre la verdad y lo inválido. No había precedentes de que, para difundir la fe y poner de manifiesto la verdad, un profeta cogiera de la mano a sus propios seres queridos, sus descendientes, su hija, el Príncipe de los Creyentes —hermano y sucesor suyo—, y los sacara a la palestra.

Ese es el carácter extraordinario del Día de la Ordalía, que muestra lo importante que es poner de manifiesto y proclamar la verdad. Él los saca a la palestra y llama a una ordalía: quien estuviera en lo cierto subsistiría; y quien, de los dos, se situase frente a la verdad y la justicia sería aniquilado por castigo divino.

Esto mismo es lo que sucedió de manera efectiva en el mes de muharram: el Imam Husayn (con él las bendiciones y la paz) agarra a sus seres más queridos para poner de manifiesto la verdad y la luz ante toda la historia, y los saca a la palestra. El Imam Husayn (con él la paz), aun sabiendo cómo acabaría aquello, llevó a Zaynab, a sus esposas, a sus hijos, a sus hermanos queridos. Se trata aquí de propagar la fe, de propaganda en el verdadero sentido de la palabra: propagar, hacer llegar el mensaje, llevar la luz al entorno.

Ahí es donde puede entenderse la dimensión y la importancia de la cuestión de la propaganda. El sermón de Man raa sultanan… («Quien ve a un hombre poderoso tiránico que hace pasar como lícito lo proscrito por Dios y deshace el pacto divino… si no lo hace cambiar, de obra o de palabra, es de justicia que Dios lo coloque junto a él») quiere decir que, si esa persona está corrompiendo el entorno de esa manera, causando estropicios, hay que ir y aclarar las cosas, ya sea mediante los actos o mediante las palabras. Eso es lo que hace el Imam Husayn (con él la paz), a pesar del gran precio que tiene que pagar por ello. Lleva a sus esposas, a sus seres queridos, a los hijos del Príncipe de los Creyentes, a Zaynab al-Kubra, y los saca a la palestra.

13/12/2009