«Lo que hace cincuenta años o más había predicho ya el imam [Jomeiní] sobre el futuro de Palestina se está haciendo hoy realidad paulatinamente. Esa clarividencia del imam en la cuestión de Palestina es algo de suma importancia (...). Él creía que debía ser el propio pueblo de Palestina el que conquistara sus derechos en el campo de la acción y obligara a retroceder al enemigo, al régimen sionista, lo debilitara, y que todos los pueblos del mundo y, en especial, los Estados musulmanes debían apoyar a los palestinos. Él siempre repetía que, si los pueblos entraban en acción y los propios palestinos se ponían manos a la obra y actuaban (…) si eso sucedía, el régimen sionista se vería obligado a retroceder. Eso hoy en día ha sucedido ya (...). En la Tormenta de Al-Aqsa, los palestinos salieron a la palestra, actuaron, entraron en acción y acorralaron al enemigo en un rincón del campo de batalla en el que no tiene ninguna vía de escape ni manera de salvarse. Sí, EEUU apoya al régimen sionista, como lo apoyan muchos Estados occidentales, pero todos admiten y reconocen que las circunstancias que se han creado para el gobierno sionista son circunstancias que no dejan al régimen vía de escape» (