Durante este encuentro cordial de casi cinco horas de duración, los estudiantes hablaron con Su Eminencia sobre la vida estudiantil, cultural, social, política y económica de la generación más joven y escucharon las opiniones del Líder Supremo sobre cuestiones académicas, tareas importantes de los estudiantes respecto a la resistencia de la nación, así como una diversidad de temas de actualidad.
 
Al comienzo de su discurso, el Ayatolá Jamenei señaló que las reuniones anuales celebradas con los estudiantes durante el mes de ayuno de Ramadán son realmente atractivas y favorables, y agregó: «diversas cuestiones y diferentes puntos de vista que se han planteado en esta reunión han sido buenos y atractivos e indican el crecimiento del nivel intelectual y las demandas de los estudiantes, y además muestra que con el cambio de época, las motivaciones revolucionarias y el pensamiento brillante, así como la argumentación bien fundamentada han disfrutado de un crecimiento significativo y se incrementan día con día entre los estudiantes».
 
Su Eminencia recomendó a los estudiantes familiarizarse más con el Sagrado Corán y las oraciones, diciendo: «mi punto principal con vosotros los estudiantes, es el fortalecimiento de la fe porque solo con una fe fuerte se puede resistir al combate, los problemas y las presiones».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica estableció un paralelo entre las actuales circunstancias especiales y sensibles del país y la Batalla de Ahzab durante la vida del profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él), y agregó: «hoy en día también, todos los poderes avaros y de la intimidación en el mundo están poniendo en orden sus tropas contra la República Islámica de Irán y están apuntándole desde todos los frentes».
 
«En tales circunstancias, los que tienen una fe débil y quizá tendencias intrínsecas hacia el enemigo expresan decepción, desilusión e inferioridad, pero la gente con una fe fuerte resiste con determinación y voluntad más firme, no importa lo difícil que las condiciones sean», dijo el Ayatolá Jamenei.
Su Eminencia dijo: «si queremos resistir ante el Frente Arrogante y alcanzar la dignidad y el honor que el sistema de la República Islámica merece, necesitamos preservar y fortalecer la piedad en nuestros comportamientos personales y públicos».
 
Citando aleyas del Corán sobre la decadencia de las generaciones futuras en las naciones creyentes, el Líder Supremo señaló: «estropear las oraciones diarias y seguir los deseos carnales, son los dos principales factores de la decadencia y el debilitamiento de la determinación y el combate».
Después de dilucidar el papel de la fe en la resistencia, el Ayatolá Jamenei se refirió al combate fatal e inevitable de la nación iraní con el ''Frente de la Arrogancia'' y dijo: «el comienzo de esta lucha fue cuando la nación iraní decidió independizarse y avanzó y esta cuestión es incompatible con los intereses de las potencias hegemónicas mundiales».
 
Su Eminencia señaló que el principio mismo y la identidad del sistema islámico es el principal objetivo de la lucha de los enemigos con la nación iraní, y agregó: «por sistema islámico, nos referimos a toda la estructura del sistema, y sus valores y objetivos como la justicia, el avance científico, la ética, la democracia, el respeto de la legislación y el idealismo».
 
Enfatizando el hecho de que en esta lucha se enfrentan grandes problemas que podrían resolverse a través de la resistencia y la perspicacia, el Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo: «a lo largo de esta lucha y también a lo largo de la resolución de problemas, los estudiantes como la esencia misma de la capacidades de la nación, disfrutan de una posición especial y tienen un papel preponderante».
 
El Ayatolá Jamenei describió el comportamiento exigente de los estudiantes como muy importante, y señaló: «los funcionarios de alto nivel están dispuestos a resolver los principales problemas del país, y si la conducta que se espera de los estudiantes se hace acompañar de estudio e información precisa y correcta, sin duda esto allanará el camino para que los nuevos funcionarios resuelvan los problemas».
 
Su Eminencia también se refirió a una cuestión planteada por uno de los estudiantes sobre las consecuencias negativas de hablar en contra de las observaciones del Líder Supremo, diciendo: «hemos dicho una y otra vez que hablar en contra del Líder no constituye un delito, ni tampoco coloca a nadie en el sector de la oposición».
 
A continuación, el Líder Supremo de la Revolución Islámica describió a los estudiantes del país como una gran oportunidad, el principal activo y un punto fuerte del sistema islámico. Enfatizando la necesidad de que los funcionarios presten especial atención al sector estudiantil en la planificación, el Ayatolá Jamenei, manifestó: «en comparación con los estudiantes de los primeros días de la Revolución [Islámica de 1979], los estudiantes de hoy tienen mayor prestigio [tanto] cuantitativa como cualitativamente y tienen mucho más arraigado el pensamiento revolucionario e islámico».
 
«Muchos de los estudiantes altamente motivados y revolucionarios de los años posteriores a la revolución están hoy en día entre los investigadores y científicos del país. Por lo tanto, no hay contradicción entre ser revolucionario y estudiar», aseveró Su Eminencia.
 
El Líder Supremo recomendó a los estudiantes estudiar al mismo tiempo que refuerzan su fe y espiritualidad, y agregó: «los estudiantes deben también tener perspicacia y mirar los ambientes estudiantiles, los asuntos y acontecimientos del país, la región y el mundo con los ojos abiertos».
«Si no tienen los ojos abiertos, los estudiantes serán susceptibles de equivocarse y cometer errores de cálculo al distinguir amigos de enemigos o en el análisis de los asuntos regionales e internacionales», agregó.
 
Su Eminencia manifestó que con costos exorbitantes, los enemigos se han embarcado en una campaña mediática complicada y amplia contra el sistema islámico, y agregó: «su principal objetivo es cubrir los puntos fuertes de la República Islámica y poner de relieve ciertos puntos negativos, en un intento de insinuar la desesperación y la desilusión en la mente de las personas y los jóvenes».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la negativa de los medios de comunicación extranjeros de proporcionar una cobertura adecuada a la presencia masiva y animada de la gente en las marchas del Día Mundial de Quds este año es un ejemplo del comportamiento de los medios de comunicación del enemigo, y agregó: «las marchas del Día Mundial de Quds en la que participan masivamente los ayunantes en un clima excesivamente caliente es realmente algo descomunal, pero este fenómeno peculiar no se reflejó como debería haber sido en los medios extranjeros, mientras que cuando hay un punto negativo lo magnifican cientos de veces».
 
El Ayatolá Jamenei señaló que los estudiantes que son miembros de los sindicatos deben sentirse más responsable que los demás, y en referencia al laberinto sofisticado de la política, expresó: «En la primera década de la Revolución y durante la Sagrado Defensa, confrontar al enemigo era una tarea evidente y comprensible para el público, pero hoy el entrelazamiento de los diferentes aspectos culturales, sociales, políticos, económicos y de seguridad han creado condiciones completamente complicadas que requieren de las tareas más pesadas. Frente a estas condiciones es necesario que se tengan los ojos abiertos, el escrutinio, la sabiduría y la perspicacia».
 
Posteriormente Su Eminencia, brindó 12 recomendaciones a las uniones de estudiantes, considerando el ejercicio de sus tareas, a saber:
 
1. La presencia intelectual en los principales asuntos del país y la presencia física cuando sea necesaria.
2. La elucidación y la persuasión de los corazones.
3. Elevar el nivel de conciencia política y religiosa.
4. El desarrollo de las asambleas de estudiantes.
5. Defender el sistema islámico abiertamente y sin temor.
6. La continuación y el desarrollo de los viajes de gente que se esfuerza y combatiente a los pueblos y zonas desfavorecidas.
7. Prestar atención al estilo de vida iraní-islámico en el pensamiento tanto en teoría como en la práctica.
8. El fortalecimiento de las principales consignas de la Revolución incluida la justicia, la economía basada en el conocimiento, la economía de resistencia, el progreso islámico-iraní y avance científico.
9. Formar un frente unido anti-sionista contra Estados Unidos a nivel de estudiantes de todo el Mundo Islámico.
10. Evitar acusar a la gente de no ser revolucionaria.
11. La sinergia de los grupos revolucionarios en las universidades inclinándose hacia los puntos comunes.
12. Tener una visión estratégica ante la Revolución y reflexionar sobre el futuro.
 
«Los presidentes de las próximas décadas, los miembros del parlamento y futuros funcionarios del país serán escogidos de entre vosotros queridos [estudiantes]. Por lo tanto, con una vista totalmente esperanzadora y entusiasta, esbozad una imagen ideal del país para los próximos 20 a 30 años y disponed de vuestro ímpetu de hoy a la luz de un horizonte tan brillante», agregó el Líder Supremo.
 
El Ayatolá Jamenei se refirió también a cuestiones relacionadas con la necesidad de la sabiduría en el país, diciendo: «en estos días, hay mucho sobre el racionalismo y la necesidad de diálogo entre las personas sabias de las facciones [políticas]. El principio mismo del racionalismo es muy favorable y respaldado por el Islam y el Corán y el Imam Jomeini fue uno de los individuos sabios más importantes del mundo».
 
Su Eminencia dijo que la Revolución Islámica fue una revolución inteligente, y agregó: «basándonos en el racionalismo, hay que decir que los que creen que para que el país progrese se debe recurrir a Occidente, han perdido su sabiduría, puesto que la sabiduría implica aprender de las experiencias».
 
El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó las amargas experiencias de la nación iraní con Occidente, incluyendo la imposición de la dictadura y el despotismo Pahlavi, el derrocamiento del gobierno nacional y el establecimiento del terrible aparato de represión de la SAVAK, y agregó: «incluso después de la victoria de la Revolución Islámica, las primeras sanciones, [casos de] traición, [los actos de] espionaje, las campañas de propaganda generalizadas, el apoyo a los grupos contrarrevolucionarios, la imposición de la guerra de ocho años, el apoyo total al [dictador iraquí] Saddam [Hussein], el derribo del avión de pasajeros civiles [iraníes], así como la falta de compromiso y el obstruccionismo en la [aplicación del] JCPOA, han sido [llevados a cabo] por los gobiernos occidentales y en particular por Estados Unidos».
 
El Ayatolá Jamenei se refirió a las alegaciones de los estadounidenses acerca de su interés en las negociaciones y la coordinación con Irán sobre cuestiones regionales, entre ellos Siria, diciendo: «no queremos tal ''coordinación'' debido a que su principal objetivo es poner fin a la presencia de Irán en la región».
 
«Estas posturas del sistema islámico acerca de los problemas de la región se encuentran dentro del marco de la sabiduría», enfatizó Su Eminencia. El Líder Supremo señaló: «en virtud de mi obligación religiosa y moral, voy a resistir el tiempo que yo viva y confío en que la gente también está -como yo- segura de los resultados de la resistencia, es decir, la victoria».
 
«Entre las élites del país, en particular los académicos y estudiantes, hay figuras piadosas que creen en la resistencia y son lo suficientemente numerosas como para animar incluso a los más desilusionados», manifestó el Ayatolá Jamenei.
 
Al inicio de este encuentro, ocho representantes de las uniones de estudiantes expresaron sus opiniones e inquietudes durante más de dos horas.
 
Al final de este encuentro, se procedió a realizar las oraciones de la tarde y la noche, bajo la conducción de Su Eminencia y luego, los estudiantes rompieron el ayuno en su compañía.