Su excelencia, el Ayatolá Jamenei, gran líder de la Revolución Islámica, hoy por la mañana en el último día de su viaje a la provincia de Fars, se reunió con decenas de miles de personas creyentes, amables y revolucionarias de la región de Larestán, en el estadio deportivo de Tajti y calles aledañas de la ciudad de Lar.
El Líder de la Revolución durante esta visita afirmó que «conocer el pasado es la causa para mejor concebir las cuestiones actuales y distinguir correctamente el camino de mañana.» Y señalando el levantamiento islámico, anti-despotismo y anticolonialista del pueblo de Larestán bajo el liderazgo del gran Ayatolá Seyyed Abdulhusain Lari por más de un siglo atrás, agregó: «El pueblo de Larestán, bajo la sombra del liderazgo del clero conciente y combatiente, demostró que es posible vencer a los más grandes e impertinentes enemigos a través de la conciencia, la valentía y el discernimiento, y la gran nación de Irán utilizó esta lección efectiva en la Revolución Islámica.»
Aclarando los frutos benditos de la victoria de la Revolución Islámica agregó: «En aquel tramo de la historia, los poderosos del mundo pensaban que habían cortado la raíz de la religión y la religiosidad en todo el mundo, incluso en los países islámicos. No obstante la nación de Irán teniendo en cuanta las lecciones tomadas de los levantamientos y luchas islámicas de su propio pasado levantó la bandera del Islam y el acatamiento al Corán y las leyes muhamadianas y en medio de la incredulidad de los tiranos universales, devolvió «la religiosidad» a la vida de la humanidad.
Su eminencia el Ayatolá Jamenei refiriéndose al fortalecimiento y profundización de la vuelta hacia la religión y la espiritualidad, incluso en los países no islámicos indicó: «Esta realidad se encuentra entre la serie de resultados del gran milagro que la nación de Irán ha creado a través de la Revolución Islámica y la exposición de un modelo del gobierno y el sistema religioso a toda la humanidad.»
El líder de la Revolución Islámica explicando las necesidades y los factores de la continuidad de la poderosa marcha de la nación de Irán, consideró de extraordinaria importancia el seguir al Islam y enfatizó: «El Islam contiene libertad, independencia, grandeza, bienestar, progreso multidimensional y también todas las bondades y bendiciones de esta vida (pasajera) y la otra (eterna). Por lo tanto seguir correctamente al Islam es el 'único camino para la concreción de las aspiraciones de la nación'».
Su eminencia, consideró una seria necesidad «la unión de la nación de Irán, la fraternidad de las naciones musulmanas y la colaboración de los países islámicos». Y refiriéndose al esfuerzo de los opresores para atemorizar a los países del Golfo Pérsico de la República Islámica, agregó: «El Irán islámico, así como desde el principio ha anunciado que cree profundamente en la unión islámica y hoy día como antes, extiende la mano de amistad y hermandad hacia sus vecinos.»
Además, afirmó que el énfasis de la República en la unión del Mundo Islámico, no se debe a la necesidad de los vecinos, sino que se basa en las profundas creencias islámicas y agregó: «Lamentablemente los complots separadores de los enemigos del Islam en algunos casos llega a tener resultados, pero a pesar de todos los planes , los esfuerzos para crear discrepancia de los aparatos del espionaje de Estados Unidos y el Sionismo, la relación de Irán con los países árabes y los no árabes de la zona es sana, buena y fraterna y se debe fortalecer día a día.»
El líder de la Revolución Islámica consideró muy importante «la unión nacional» e indicó: «La nación de Irán ha desbaratado desde los comienzos de la Revolución Islámica los complots separatistas que se formaban con pretextos étnicos, religiosos y diferencias políticas, y hoy en día también, con inteligencia y un mayor cuidado demostrará al mundo que esta gran nación a pesar de la diversidad que posee en las escuelas religiosas, en las etnias y tendencias políticas es única y una nación unánime. Y al igual que una sola mano defiende sus intereses, identidad y dignidad. Y hará doblegar a los más toscos enemigos.
Él describió como un «admirable modelo de la unión entre musulmanes», la hermandad y la solidaridad de la población shiíta y sunnita en Larestán y recordó: «Las opiniones, las conclusiones (religiosas) y las diferentes tendencias no deben vulnerar 'la unión y el esfuerzo común de shiítas y sunnitas' en pro de la glorificación de la palabra del Monoteísmo, la concreción de los valores islámicos y la aplicación de las leyes muhammadianas (PB)»
Su eminencia el Ayatolá Jamenei, consideró «alejar a las naciones musulmanas de seguir el modelo de la Republica Islámica», como el principal objetivo de «la ofensiva y la amenaza política, de seguridad, económica y propagandística de los ajenos», de entre ellas los vergonzosos escritos de algunas plumas viles y mercenarias, en algunos diarios árabes y agregó: «La nación de Irán es el corazón de la comunidad islámica y el centro y núcleo de 'la gran marcha del levantamiento y progreso islámico' y los tiranos del mundo están desconcertados y atemorizados por la atención creciente de la comunidad islámica a este modelo práctico.»
El líder de la Revolución Islámica, afirmó que el único camino para enfrentar a los diversos complots de la arrogancia, es la unión creciente y el esfuerzo constante en pro del progreso multidimencional del país. Y agregó: «Hoy en día, naturalmente la verdadera esencia de las políticas de los enemigos del Islam para la gente de la zona, está perfectamente revelada y ha quedado clara la falsedad de sus falsos alegatos.»
El consideró la presencia de Estados Unidos en la zona como el factor de la inseguridad y enfatizó: «La seguridad del Golfo Pérsico se debe garantizar a través de los gobiernos de la zona y todos deben saber que ya ha acabado la era del dominio de los países tiranos a «los países, canales de agua y pasadizos».
Su eminencia el Ayatolá Jamenei denominó «una vergonzosa mentira», el alegato de los estadounidenses de «esforzarse para la creación de seguridad en Irak» y agregó: «Así como algunos estadounidenses han confesado, ellos han ocupado este país por el petróleo de Irak y por su desprecio hacia 'la vida, la dignidad y el orgullo nacional del pueblo de Irak', son los factores más importantes para la inseguridad en este país.»
El líder de la Revolución, señalando las mentiras y acusaciones de Estados Unidos en relación a la intervención de Irán y otros países en la inseguridad de Irak, indicó: «El solo hecho de la presencia de los ocupadores estadounidenses es suficiente para estimular al pueblo de Irak. Entonces ellos son los principales responsables por la situación de Irak.»
El consideró la intervención de Estados Unidos en la cuestión de Palestina y el apoyo de Washington al régimen sionista, como la causa de la mayor complicación de la cuestión Palestina y agregó: «La nación despierta, libre e intelectual de Palestina, ha elegido su gobierno y este gobierno está en función; no obstante los estadounidenses con sus vanas intervenciones y apoyo a los sionistas no permiten que la situación se calme.»
El líder de la Revolución Islámica concluyó su discurso haciendo énfasis en que «indudablemente, la cuestión de Irak y Palestina será resuelta y con su resolución no quedará rastro de la dignidad y la identidad de la arrogancia estadounidense.»
Su eminencia el Ayatolá Jamenei, en otra parte de este encuentro se refirió a las medidas de los benefactores de Lar para ayudar a los desposeídos, el crecimiento de la enseñanza y la construcción de mezquitas, y agregó: «Esta voluntad e inversión en especial en las áreas productivas, es la mejor de las buenas acciones y una caridad, y la política del sistema también es pedir ayuda a los capitales monetarios, intelectuales y los brazos poderosos de la nación.»
Anunciando el fin de su viaje a la provincia de Fars, agradeció íntimamente al pueblo de esta provincia e indicó: «En este viaje de nueve días la gente de la gloriosa y extensa provincia de Fars ha perfeccionado su cariño y cordialidad.»
Al comienzo de este encuentro el Ayatolá Seyyed Abdul-Ali Ayatullahi le dio la bienvenida a su eminencia el Ayatolá Jamenei, de su parte y la de la población shiita y sunnita de la zona.