El Líder Supremo de la Revolución Islámica Ayatolá Jamenei durante una reunión el día sábado con el presidente y los miembros de su gabinete señaló al compromiso, al adherirse a las consignas y principios del Imam Jomeini (r.a.) y la Revolución, y el crear lazos estrechos con la gente como tres de las principales características de la actual administración.
El Ayatolá Jamenei reiteró que: «La cuarta década de la Revolución marca la promoción de la justicia y el progreso en el país, y esto debería actuar como criterio para los planes y esfuerzos futuros».
Refiriéndose a las destacadas características de la administración, el Ayatolá Jamenei describió al compromiso como la primera característica destacada de la actual administración y agregó: «Ser activo, enérgico, y formal en la prestación de servicios a la nación es una de las más importantes y valiosas características de esta administración.»
Ayatolá Jamenei agregó: «La administración después de pasados tres años todavía goza de esta destacada característica, y los viajes del presidente a las distintas provincias del país son manifestación de esta realidad».
Ayatolá Jamenei describió la correspondencia entre las consignas y principios de la administración y los de Imam Jomeini (r.a.) y la Revolución como la segunda característica destacada de la administración y describió el restablecimiento del «esplendor y la independencia nacional» como una admirable medida de la administración.
Su Eminencia agregó: «Creer y sentirse orgulloso del esplendor y la identidad nacional es la base de la independencia de todas las naciones».
Su Eminencia señaló a la continuación del plan de energía nuclear como una de las manifestaciones de la defensa de la identidad nacional y reiteró: «Algunos de los poderes intimidadores y sus mercenarios trataron de imponer su voluntad a la nación iraní, pero la nación, el presidente, y los miembros del gabinete se opusieron a las potencias expansionistas y han realizado progresos».
Ayatolá Jamenei describió la oposición y el no ceder ante la intimidación de las potencias del mundo como una de las manifestaciones de adherirse a las consignas y principios de la Revolución y reiteró: «Los poderes arrogantes tienen una gran cantidad de debilidades y deberían ser hechos capitular mediante la exposición de estas debilidades. Y esto es algo que la administración es muy capaz de hacer.»
Ayatolá Jamenei describió «el ser democrático» como la tercera característica destacada de la administración y añadió: «Su dignidad radica en que tienen una vida austera y mantienen el contacto con la nación. Y la manifestación de esta característica es que la conducta del presidente y los miembros del gabinete se han ganado la confianza de la nación dando como resultado la erradicación de extravagantes estilos de vida».
Su Eminencia se refirió al apoyo de toda la República Islámica a las administraciones como una de sus políticas, y un principio que también fue observado por Imam Jomeini (r.a). «El Poder Ejecutivo tiene en sus hombros una pesada carga en la gestión del país, y es debido a esta razón que las administraciones anteriores fueron también apoyadas. Pero las características distintivas de la actual administración han dado como resultado un mayor apoyo y mayor optimismo sobre las medidas que ha implementado», agregó.
Ayatolá Jamenei dijo también que apoyar a la administración no significa ignorar sus debilidades y añadió: «Por supuesto, la actual administración necesita reflexionar sobre ciertas cuestiones e implementar ciertas medidas».
En otra parte de su discurso, Ayatolá Jamenei puso en claro sus peticiones a la administración. Subrayando la necesidad de que los funcionarios de la administración obedezcan la ley agregó: «Las leyes que son aprobadas en conformidad con la constitución deben ser obedecidas siempre, salvo que sean cambiadas».
Su Eminencia dijo además: «La administración podría encontrar defectos en ciertos procesos de la legislación, pero esta cuestión no cae dentro de su área de responsabilidades, y los funcionarios de la administración deben obedecer la ley incluso si creen que una determinada ley tiene ciertas imperfecciones.».
Ayatolá Jamenei describió la colaboración con los Poderes Legislativo y Judicial y la colaboración organizada con las elites como otra responsabilidad de la administración y agregó: «Las opiniones de las personalidades destacadas y la capacidad de todas las personas deben ser aprovechadas adecuadamente.»
Su Eminencia también instó a los funcionarios de la administración a prestar continua atención a la promoción de actividades científicas y tecnológicas en el país y agregó: «La cultura tiene una importancia primordial, y los funcionarios de la administración debería prestarle una seria y constante atención a ella».
Su Eminencia se refirió a las críticas como una especie de servicio y difamación así como una traición al gobierno y a la nación. Expresó su tristeza por la difamación en la actual administración disfrazadas de críticas constructivas y agregó: «Negar las fortalezas, exagerar las débiles, y los constantes insultos son 'difamación', no 'críticas'».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica mencionó las crecientes críticas normalmente obtenidas por las diferentes administraciones durante el último año de su mandato, reiterando además: «Por supuesto, la actual administración ha estado sujeta a una mayor cantidad de difamación, y ha sido criticada tanto a nivel nacional como internacional.»
Ayatolá Jamenei dijo que hay una serie de motivos detrás de la difamación: «Algunas de estas personas no difaman a la administración por maldad. Por el contrario, su difamación es debido a que están mal informados o desinformados. Algunos otros lo hacen por motivos personales. Sin embargo, hay quienes fueron renuentes a aceptar el liderazgo de Imam Jomeini (r.a.) o desaprobaron la Revolución más adelante. Y este último grupo son los que están difamando en forma rencorosa a la actual administración.»
Su Eminencia subrayó que la administración debe prestar atención a las críticas de los expertos. «Por supuesto, la administración debe evitar la adopción de posturas insultantes. Debe evitar el escándalo por parte de quienes la difaman.», señaló.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica describió la espiritualidad y racionalidad como necesarias para la administración de justicia. «Si queremos que nuestro querido Irán sea un modelo para otros países, debemos poner plena atención tanto a la justicia como al progreso», agregó.
Ayatolá Jamenei también mencionó el plan de reorganización económica como uno de las grandes obras de la actual administración. Su Eminencia describió el esquema general del plan como aceptable: «Debe asegurarse la aplicación de este plan extremadamente importante, pero es absolutamente necesario evitar el apresuramiento».
Él dijo que la adecuada implementación de este plan es un gran paso hacia el progreso. Su Eminencia advirtió también que la apresurada aplicación del plan tendría como resultado peligrosas consecuencias. «Si con la aplicación de una parte específica de este plan se prevé que llevará a la inflación, es necesario tomar las medidas necesarias para evitar la inflación y prevenir sus consecuencias».
Ayatolá Jamenei instó a la administración a hacer esfuerzos más formales para controlar la inflación y describió estos esfuerzos como una demanda pública a la administración: «Desde luego que la inflación mundial, la sequía, y muchos otros factores han contribuido a las actuales tasas de inflación. Pero hay otros factores que la administración puede manipular para ayudar a reducir la inflación. La reducción en las tasas de inflación hará que los efectos de los servicios de la administración le sean más tangibles a la gente.»
Ayatolá Jamenei también expresó su agradecimiento al presidente, a los miembros del gabinete, y al cuerpo administrativo del Poder Ejecutivo y agregó: «La oportunidad para servir al público es una gracia divina, y esta oportunidad debería ser apreciada mediante más esfuerzos y servicios».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica también expresó su agradecimiento por el informe presentado por el Sr. Ahmadineyad y agregó: «Lograr la satisfacción de Dios es el objetivo final de todos los esfuerzos. Pero ofrecer al público información precisa sobre los esfuerzos y logros es absolutamente necesario, y es necesario hacer más esfuerzos en ese sentido.»