Ayatolá Jamenei Líder Supremo de la Revolución Islámica se reunió con los jefes y funcionarios de los tres poderes del gobierno.
Durante la reunión, describió la paciencia y la adhesión a los principios del Islam y la Revolución como una fuente para seguir progresando en distintas áreas. Asimismo dijo que la racionalidad domina los cimientos de la República Islámica.
Su Eminencia se refirió al hecho de que el sagrado Corán ha puesto especial énfasis sobre el pedir ayuda a Dios a través de la paciencia y la oración y la confianza en estos dos factores, y añadió que es necesario prestarle atención a la relación entre ambos factores agregando: «Si la paciencia y tolerancia se unen al espíritu de la oración, es decir apelan a la eterna fuente divina, al recuerdo de Dios y la sumisión hacia él, la resistencia del ser humano jamás se acabaría y en este caso no habría ningún obstáculo en la marcha del ser humano y la sociedad hacia las cimas materiales y espirituales como la ciencia, la riqueza, el poder político, ético y la espiritualidad.
Ayatolá Jamenei describió el mes sagrado de Ramadán como una valiosa oportunidad para la auto-edificación, la piedad y descubrir la verdad de la paciencia y las oraciones.
«La perseverancia en la adoración a Dios, resistir ante la tentación del pecado, y tener paciencia en los infortunios puede solucionar muchos de los problemas que uno puede enfrentar. Sin embargo, el punto importante con respecto a los funcionarios es que observando estos tres principios y demostrando paciencia y perseverancia al tratar con el público y los asuntos nacionales prepararán el terreno para los logros nacionales en el campo político, económico, social y cultural y otras áreas», agregó.
El Líder Supremo también señaló la necesidad de la perseverancia por parte de los funcionarios cuando presten servicios públicos y realicen sus funciones, y les aconsejó el evitar tomar decisiones y medidas que perjudicarían a la gente. Asimismo, se refirió a la paciencia ante las dificultades en casos como la propaganda política de los poderes arrogantes contra la República Islámica.
Su excelencia consideró a la paciencia y tolerancia en cuanto a los principios y los ideales de la Revolución, asimismo el resguardo de las políticas del sistema como la más importante materialización de la resistencia de las autoridades y los directores del sistema e indicó: «La Republica Islámica ha sido fundada en los principios del Islam y se debe ampliar estos principios en todos sus pilares y también la parte práctica del sistema.
Ayatolá Jamenei dijo que la oposición de la República Islámica a la opresión internacional y la arrogancia y despotismo interno y externo son las razones básicas detrás de la enemistad de los opresores mundiales hacia la nación iraní.
Él agregó: «Los arrogantes mundiales nos conocen perfectamente y nosotros también podemos observar sus garras sangrientas y su interior violento e intervencionista detrás de su apariencia de terciopelo. Entonces el enfrentamiento de la arrogancia con el sistema islámico es un enfrentamiento esencial y basado en la conciencia mutua.»
El Líder de la Revolución consideró a la resistencia de las autoridades en cuanto a los principios y pilares como la cristalización de la verdadera paciencia y enfatizó: «Los opresores mundiales escandalizan los temas de talión islámico, economía islámica, el canon islámico, la forma del gobierno islámico y otras cuestiones a través de su red de comunicación masiva. No obstante todas las autoridades del sistema siguen insistiendo en los principios del Islam y la Revolución.»
Su Eminencia se refirió a la necesidad de que predomine la racionalidad en todos los cimientos de la República Islámica y agregó: «La racionalidad no significa resignación ni concesión. Por el contrario, significa hacer esfuerzos para reforzar los cimientos y encontrar las vías para lograr los objetivos fijados por la Revolución Islámica».
Su eminencia criticó a aquellos que buscan socavar los cimientos de la Revolución Islámica en nombre de la racionalidad, la moderación, y evitar el escándalo. Y agregó: «Son ellos los que se han cansado de la resistencia en pro de los principios del Islam, que es el anhelo del pueblo, sin embargo lo atribuyen al pueblo.»
Además, el Líder Supremo expresó: «Ser dedicado, suministrarle servicios a la gente e interesarse por sus deseos y sentimientos, así como adherirse a los principios y las consignas de la Revolución son cuestiones fundamentales que tienen que ser tomadas en consideración por los funcionarios del gobierno».
Ayatolá Jamenei reiteró: «Cuando los funcionarios del gobierno se sienten orgullosos de ser musulmanes, de oponerse a las potencias arrogantes y hegemónicas del mundo, y de suministrar servicios al público, la nación también estará satisfecha con sus esfuerzos y los amará».
En otra parte de su discurso, el Líder Supremo dijo: «Los enemigos siempre han intentado hacernos creer que el progreso será imposible si continuamos adhiriéndonos a los principios del Islam y la Revolución. Sin embargo, el país ha hecho grandes progresos a pesar de esas aseveraciones, lo cual se ha debido a la adhesión de la nación a esos principios y consignas.»
Refiriéndose a los importantes progresos del país en campos como la ciencia y la tecnología, Ayatolá Jamenei dijo: «Algunos de los logros alcanzados no tienen precedentes en el país e incluso en el mundo, e Irán está en algunos casos entre los pocos países que han desarrollado ciertas tecnologías».
Ayatolá Jamenei se refirió al plan de energía nuclear como una de las manifestaciones de los diversos logros científicos del país. «Nuestro país también ha logrado avances considerables en la reconstrucción, el desarrollo y el incremento de los niveles de vida», agregó.
Su Eminencia también criticó a quienes cuestionan los grandes logros de la nación en sus escritos y discursos, y dijo que ese comportamiento es insultante para la nación. «La nación iraní aún se siente orgullosa de las consignas de la Revolución después de 30 años de Revolución y -20 años de la desaparición del Imam Jomeini (r.a) y nuestros jóvenes que no vieron ni a Imam Jomeini (r.a.) ni los días de guerra, elogian el movimiento de la nación iraní en sus palabras, obras artísticas y poemas, y esto es un valioso e importante factor.», agregó.
En otra parte de su discurso, el Ayatolá Jamenei señaló la satisfacción pública por las diferentes medidas como un decente y encomiable acto, reiterando: «Los funcionarios de la administración deberían considerar sus deberes divinos como la más alta prioridad en sus medidas y decisiones».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica también aconsejó a los funcionarios de la administración evitar la toma de decisiones imprudentes y arriesgadas con respecto a las principales cuestiones del país y enfatizó: «Los planes importantes para el país no se deben detener debido al miedo al fracaso. Asimismo, debe evitarse la prisa en tales decisiones».
Ayatolá Jamenei también se refirió al plan de revisión económica en el país y la satisfacción y de los expertos respecto al esquema general del mismo: «Es agradable señalar que el plan se llevará a cabo en consonancia con las políticas de la Asamblea Consultiva Islámica (MaÅ·lis) y que -de acuerdo al presidente- ha sido formulado basándose en la ley y considerando todos los aspectos.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica subrayó: «La cooperación entre los poderes del gobierno es necesaria para la implementación del plan de revisión económica así como las políticas generales del artículo 44 de la constitución.»