Él se refirió a la adhesión de la nación iraní a los principios y objetivos de la Revolución Islámica y dijo que preservar y fortalecer el espíritu de resistencia es el secreto detrás de la estabilidad de la Revolución Islámica.

«Si bien el Marxismo ya ha fracasado y al mismo tiempo somos testigos de la decadencia de la democracia liberal de Occidente, cada día el movimiento islámico está ganando más y más terreno. Como la fuerza impulsora de esta gran escuela de pensamiento [el movimiento islámico], la Revolución Islámica debe fortalecer aún más su progreso y resistencia», dijo.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica mencionó el hecho de que la nación iraní ha prometido lealtad a la Revolución, al Imam Jomeini (ra), y al Islam, y agregó: «La nación iraní ha cumplido su promesa, y ello ha llevado a la realización de las promesas divinas y el establecimiento de un gobierno religioso en nuestro país».

Su Eminencia dijo también que los 10 años de liderazgo del Imam Jomeini (ra) y su fe firme y voluntad férrea han sido el principal factor que contribuye a la resistencia por parte de la nación.

Ayatolá Jamenei reiteró que la victoria de la Revolución Islámica en un momento en que el Marxismo y la democracia liberal eran muy predominantes fue más allá de los cálculos materiales.

«A pesar del hecho de que ha sido objeto de distintas conspiraciones y dificultades, el movimiento islámico - que fue una rama de la Revolución Islámica - está creciendo cada día más y más fuerte debido a la asistencia divina, al igual que nuestra resistencia.

Hoy el Marxismo ya no es una popular escuela de pensamiento. Del mismo modo, a pesar de todo su impresionante poder político, económico y militar, la democracia liberal ya ha sido derrotada ante los ojos de la gente de todo el mundo».

En otra parte de su discurso, el Líder Supremo de la Revolución Islámica también expresó: «La Revolución Islámica tuvo que hacerle frente a dos grandes rivales ideológicos, a saber, el Marxismo y la democracia liberal de Occidente. Estas dos escuelas de pensamiento solían planificar los asuntos internacionales, a partir de sus propias ideas».

Su Eminencia se refirió a la vergonzosa caída del Marxismo y dijo que éste había establecido algunas consignas que perdieron gradualmente su credibilidad. «Finalmente, la estructura del Marxismo fue destruida como una tela de araña».

Asimismo, agregó: «Tras el fracaso del Marxismo, la democracia liberal de Occidente tuvo la tentación de monopolizar al mundo entero con el fin de promover sus políticas en ausencia de rivales. Llegaron a creer que tenían el monopolio en todo el mundo.»

Ayatolá Jamenei examinó brevemente la actual situación de la democracia liberal occidental, reiterando: «La falsedad de las reivindicaciones políticas y consignas de los derechos humanos y la democracia por parte de esta escuela de pensamiento quedó en evidencia públicamente en Guantánamo y Abu Ghraib. La falsedad de estas reivindicaciones quedó demostrada después de sus incursiones en Irak y Afganistán».

Su Eminencia dijo que los problemas actuales de Occidente son indicadores de las irracionales reivindicaciones económicas de la democracia liberal occidental. Él dijo que incluso los analistas occidentales reconocen que las políticas económicas de la democracia liberal son ineficientes.

«Hoy el capitalismo ha perdido su mal ganada popularidad en Occidente. Y ellos mismos admiten que la absoluta dominación de Estados Unidos en el mundo está llegando a su fin», agregó.

Ayatolá Jamenei dijo que estas cuestiones son dignas de una reflexión profunda, y reiteró: «En la situación actual, debemos hacer esfuerzos para fortalecer aún más los factores que condujeron a la aparición y continuidad de la Revolución Islámica - entre ellos, la fe religiosa, el optimismo sobre el futuro , y la motivación para ejercer esfuerzos.».

Dirigiéndose a la audiencia, su Eminencia dijo que la promoción del optimismo sobre el futuro entre la población, especialmente los jóvenes, es una de las más esenciales necesidades culturales del país.
«Los imames de la oración colectiva del viernes pueden desempeñar un papel importante en este sentido», agregó. Además, enfatizó que hay algunas personas que están haciendo todo lo posible para decepcionar a la opinión pública y desviar su atención de los principales objetivos.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a la promoción de la moral islámica en la sociedad como uno de los más importantes derechos de los imames de la oración colectiva del viernes. Y agregó que la vida austera, la rectitud, la generosidad, la cooperación, la disciplina individual y social, y el respeto por la ley son algunas manifestaciones de la rica cultura islámica y deben ser promovidas entre la gente.

El Líder Supremo aconsejó a los imames de la oración colectiva del viernes a crear una estrecha relación con la gente, especialmente con los más desfavorecidos y las familias de los partidarios de la Revolución Islámica.

Al final de este encuentro, Ayatolá Jamenei dirigió y realizó en compañía de la audiencia las oraciones del ocaso y la noche, respectivamente.