Ayatolá Jamenei dijo que la Peregrinación Mayor (Haĵĵ) ofrece tres diferentes oportunidades a los musulmanes. Él se refirió a los aspectos individuales del Haĵĵ como una de esas oportunidades, y agregó: «Durante el Haĵĵ, los musulmanes evitan muchas de las cosas ordinarias en la vida. Estas cosas ordinarias dan lugar a la decadencia, falso orgullo material, y a la falta de vigilancia. En el transcurso de la realización de los rituales de la peregrinación, los musulmanes entran en un vasto mundo espiritual. De hecho, el Haĵĵ es una ocasión que nos brinda la oportunidad de apartarnos de las atracciones materiales».
«Vuestro deber es concienciar a los peregrinos iraníes y no iraníes de esta oportunidad dorada y alentarlos para que la aprovechen al máximo», dijo el Líder Supremo a los funcionarios encargados de los asuntos del Haĵĵ.
Su Eminencia describió el Haĵĵ como una oportunidad para la Ummah (Nación Islámica) y agregó: «La Nación Islámica está en peligro de división debido al gran número de etnias, razas, culturas y tendencias que conforman el Mundo Musulmán. Además, este peligro está amenazándonos debido a las diferencias convencionales que les han sido impuestas a los musulmanes. El Haĵĵ le provee a los musulmanes una gran oportunidad para resolver dichas diferencias.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que la unidad islámica le ofrece a la Ummah un gran privilegio, y agregó: «Los musulmanes deben estar siempre vigilantes para que esta oportunidad para la unidad no sea utilizada para brindarle oportunidad a la división.»
Ayatolá Jamenei dijo que la República Islámica es un poderoso pero oprimido gobierno. «El Haĵĵ es una oportunidad apropiada para expresar las maravillosas realidades que la República Islámica ha estado tratando de promover. La República Islámica ha sido oprimida por una diversidad de acusaciones y mentiras intelectuales y políticas. El Haĵĵ debe ser utilizado como una oportunidad para aclarar los principios de la República Islámica y las realidades relacionadas con ella», añadió.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que los chiítas y sunnitas iraníes están viviendo pacíficamente en virtud de la República Islámica, el Corán, y la Sharia (Ley islámica). Y agregó: «En los países musulmanes y en diferentes partes del mundo, los corazones de los musulmanes están llenos de afecto hacia la República Islámica, el Imam Jomeini (r.a.), y la nación iraní. Sin embargo, los enemigos están tratando de acusar a nuestro gobierno de ser hostil a las diferentes denominaciones islámicas. Estas mentiras tienen que ser reveladas a todos los musulmanes».
Su Eminencia se refirió a la frustración de los musulmanes que viven en todo el mundo y su odio hacia la enemistad y a la injerencia de las potencias arrogantes, especialmente los Estados Unidos, y agregó: «Debido a diversas razones, a la mayoría de los musulmanes no se les permite expresar su descontento. Pero la República Islámica de Irán es un enorme faro, independiente y globalmente activo, que habla para y desde los corazones de los musulmanes. Esa es la razón de la enemistad de Estados Unidos hacia nuestro gobierno».
En otra parte de su discurso, el Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a los esfuerzos por parte de algunos individuos para crear dudas y confusión psicológica en la sociedad y agregó: «La nación iraní es fiel, sincera y determinada, una nación que ayudó a esta gran Revolución a alcanzar la victoria. Durante treinta años, la nación iraní utilizó todas sus fuerzas para defender a la República Islámica. Los logros de la República Islámica no se han obtenido fácilmente. Por lo tanto, nadie está autorizado a suscitar dudas sobre los principios básicos de la República Islámica debido a ciertos motivos personales y enemistad hacia la administración.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica expresó su profunda insatisfacción con el actual clima imperante en la prensa nacional y reiteró: «Este ambiente sin escrúpulos en el que diferentes objeciones son formuladas contra la administración no es algo que Dios dejará pasar por alto fácilmente».
Ayatolá Jamenei insistió en que las bendiciones divinas beneficiarán a la gente siempre y cuando presten mucha atención a su discurso y conducta.
«Algunos tipos de opresión crean problemas tan graves que las consecuencias plagan a todas las personas, tanto a las que cometen opresión como a quienes no. Por lo tanto, todos deben prestar atención a sus actividades y a la expresión de sus opiniones», dijo Su Eminencia a la audiencia.