El Líder Supremo de la Revolución Islámica ayatolá Jamenei, después del encuentro con la gente de Marivân se hizo presente en el cementerio de los mártires y en su recuerdo brindó un homenaje a su honorable memoria.
Su eminencia recitando el capítulo de apertura del Corán, le pidió a Dios por ellos para que sea exaltada su posición.