Durante este encuentro, Su Eminencia se refirió a las virtudes del Imam Ali y la importancia de establecer la justicia y la unión en la sociedad islámica, y agregó: «La más importante de las necesidades actuales para el Mundo Islámico y especialmente para la nación de Irán es preservar la unión y mantenerse alerta antes las conspiraciones de los enemigos que intentan crear discordia».

Asimismo, el Líder Supremo hizo una advertencia a los mandatarios de algunos gobiernos Occidentales por su interferencia en los asuntos internos de Irán, la cual quedó en evidencia durante los últimos sucesos acaecidos en la nación.

«Este gran movimiento y esplendor de Irán durante el 12 de junio (22 de Jordad) y la participación de 40 millones de personas en los comicios presidenciales sirvió para preservar la unión, amabilidad, entusiasmo y garantizar la continuidad del movimiento revolucionario entre el pueblo y las personalidades destacadas, así como para distinguir amigos de enemigos», agregó Ayatolá Jamenei.

Su Eminencia señaló que el rol del Islam y la Revolución Islámica es mantener la unión e integridad de la nación, y agregó: «La Revolución Islámica con la participación entusiasta y sin precedentes del 85 % del electorado en los comicios del 12 de junio, mostró que tras el paso de 30 años, es capaz de atraer a un enorme número de personas a las urnas. Por ello, los enemigos trataron de fomentar la discordia entre las personas, y aunque tuvieron éxito parcial, el pueblo hizo fracasar su conspiración».

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a las leyes electorales de la República Islámica y dijo que, de acuerdo con estas leyes la campaña de los candidatos presidenciales es una competencia dentro de la familia, y añadió: «A veces esta competencia puede dar lugar al nerviosismo o la ira pero ello no es algo que les incumba a los extranjeros»

Ayatolá Jamenei dijo que con su injerencia en los asuntos internos de Irán, los enemigos tratan de crear discordia y dividir a la gente.

«Algunos de los líderes de los países occidentales -entre ellos presidentes y primeros ministros- han interferido explícitamente en los asuntos internos de la nación de Irán, que no tienen nada que ver con ellos. Y después dijeron que no interfirieron en los asuntos de Irán, a pesar de que persuadieron al pueblo a participar en actos de vandalismo y presentaban a la gente de Irán como revoltosos».

Su Eminencia señaló que los revoltosos son un número limitado de personas que se benefician del presupuesto aprobado por algunos gobiernos occidentales, además de añadir: «Es natural que las personas cuyos candidatos no ganaron la elección se sientan tristes y deprimidas. Y esto no significa vandalismo porque hay una mayoría y una minoría en el país sobre la base del resultado de la elección. Y hay leyes. Por lo tanto, la nación presentar a la gente como revoltosa en los medios de comunicación estadounidenses y europeos, que están dominados por los sionistas, es un insulto a la nación de Irán».

El Líder Supremo advirtió enérgicamente a los mandatarios de algunos gobiernos y subrayó: «Los gobiernos deben ver bien sus declaraciones y el comportamiento hostil debido a que la nación iraní va a reaccionar. Vamos a evaluar las declaraciones intervencionistas y el comportamiento de estos gobiernos, que sin duda tendrá un impacto negativo en las relaciones de la República Islámica con ellos en el futuro».

Ayatolá Jamenei describió a Irán como una nación poderosa y dijo que la República Islámica es un sistema firmemente establecido.

«Incluso si los funcionarios de la República Islámica tienen algunos desacuerdos, se unifican contra el enemigo y son unánimes en cuanto a la preservación de la independencia del país. El enemigo debe saber que no podrá crear un cisma en la nación iraní».

Ayatolá Jamenei reiteró que los mandatarios de los países de la arrogancia deben saber que en la nación iraní se forma un frente unificado a pesar de sus diferentes tendencias a la hora de enfrentar a los enemigos.

Su Eminencia se refirió a la experiencia de 30 años de la nación de Irán ante la enemistad y las conspiraciones de los extranjeros, y agregó: «No imaginéis que vuestro apoyo a movimientos particulares o personas dentro de Irán har{a que la gente se incline hacia vosotros. Tal cosa nunca sucederá, porque vuestra falta de honradez ha quedado evidenciada ante la nación de Irán. La gente sabe que vuestro objetivo es crear la desconfianza entre el pueblo y las personalidades destacadas para continuar vuestra hostilidad contra la República Islámica».

Ayatolá Jamenei insistió en que la aniquilación de la República Islámica es un sueño imposible de algunas potencias arrogantes.

«El apoyo de los gobiernos occidentales para determinadas personas o su desaprobación de otras personas es todo un engaño. En realidad, ellos consideran que cualquiera que esté comprometido con la República Islámica, la Constitución, y los ideales de la nación iraní es un enemigo», señaló.

Además, agregó: «Treinta años de la República Islámica y la resistencia de la nación iraní es la aplastante respuesta a la intimidación y hostilidad de los líderes de los países occidentales que aún no han despertado, y todavía sienten la tentación de sacar provecho de este país y de su nación. Pero están cometiendo un error, y pagarán las consecuencias de este error.»