Ayatolá Jamenei agregó que el Plan de Veinte Años es el criterio y principio de la evaluación de las actividades del gobierno. Asimismo exhortó al décimo gobierno a ejecutar completamente las políticas del principio 44, no apresurarse, poner atención a las opiniones de las personalidades destacadas, dar importancia a la cultura, tomar en cuenta minuciosamente la ley, acoger y aceptar las críticas constructivas, aprovechar los consejos de los sabios y los referentes religiosos (Maryas) y la planificación y redacción de un modelo de Gobierno Islámico iraní para el desarrollo.

Durante este encuentro, que también contó con la presencia de los miembros del noveno Gabinete de Gobierno, el Líder de la Revolución Islámica elogió la memoria de los mártires Rayâí y Bahonar, y se refirió al establecimiento y confirmación del nuevo del Gobierno, dijo: «La participación del 85% de la nación en las elecciones entusiastas e inolvidables del 22 de Jordad es una muestra de voluntad, libertad y sentido de responsabilidad de la gente de designar a las autoridades del país y todos deben estar agradecidos con este gran favor de Dios para el sistema y la Revolución.

El Líder Supremo señaló la necesidad de entender correctamente el mensaje de la partición de 40 millones de personas en los comicios, y la elección de un presidente con un respaldo nuevo de aproximadamente 25 millones de personas. Si las autoridades del país y las personalidades políticas entienden estos mensajes, muchos de los problemas serán resueltos.

Asimismo, manifestó que la presencia del 85% de la nación en las elecciones presidenciales es una bofetada de la República a los enemigos de la nación y agregó que la nación y la Revolución Islámica con este movimiento han afirmado y consolidado con un grito fuerte su República.

Ayatolá Jamenei dijo que entre otros mensajes de las elecciones está la estabilización de la islamicidad del sistema y agregó que los discursos de los candidatos presidenciales ciertamente demostraron la tendencia de la nación hacia el Islam, la Revolución y las directrices del Imam (Jomeini), y por ello los honorables candidatos se esforzaban por mostrar su amor al Imam y a la Revolución.

Su Eminencia en este mismo sentido, agregó que las décimas elecciones presidenciales abrieron una nueva página en la vida de la Revolución y el Sistema, por supuesto que la reacción de algunos ante este gran movimiento popular no fue honrosa, franca, ni moral; pero lo que es importante y permanente para el país y la historia es la gracia Divina del gran movimiento popular y la corriente bendita de la Revolución Islámica.

A continuación Ayatolá Jamenei agradeció los esfuerzos de cada uno de los miembros del Gobierno trabajador y dio la bienvenida al décimo gobierno al inicio de su servicio al pueblo, y agregó que la situación actual demanda mucho trabajo y un poco de perspicacia y calidad total que con el favor de Dios, el Presidente de una forma incansable y enérgica marcha en este rumbo.

El Líder de la Revolución Islámica explicando el decálogo de los gobernantes, agregó: «El factor más importante de la victoria sobre todos los problemas y dificultades es encomendarse y estar atentos a Dios y el fortalecimiento interno de cada persona.»

Al final del encuentro, los presentes procedieron a realizar las oraciones colectivas del ocaso (magrib) y de la noche (isha) que fueron dirigidas por el Líder Supremo de la Revolución, quien posteriormente les acompañó en la ruptura del ayuno (iftar).