En el primer día del bendito mes de Ramadán, el mes del descenso del Corán, gran numero de los destacados recitadores del Corán, los maestros y los memorizadores del Corán de todo el país fueron huéspedes del Ayatollah Jamenei, el líder de la revolución islámica.
Durante esta reunión que duró cuatro horas, un grupo de presentes recitó el Corán y realizó canticos coránicos colectivos.
En esta ceremonia el líder describió de dulce, delicioso e impresionante su reunión con los recitadores, maestros y memorizadores del Corán. Y agregó: el crecimiento progresivo de atracción del Corán en la sociedad, en especial en medio de los adolescentes y jóvenes, es una gran merced divina incomparable con otras.
Él enfatizando en la necesidad de gratitud frente a esta gracia divina, consideró imprescindible para beneficiarse de los conocimientos coránicos intimarse con estos elevados conceptos y agregó: la lectura y memorización del Corán, debe ser como una introducción para entender las enseñanzas del Corán y llevarlas a la práctica.
El líder recomendó a los recitadores y memorizadores del Corán a esforzarse en obtener un perfecto dominio para traducir el Corán e indicó: Los conocimientos del Corán en realidad son lecciones de la vida. Poder traducir el Corán adecuadamente ayuda a comprender los significados profundos y los conocimientos del mismo.
En la parte final de esta reunión los presentes realizaron las oraciones el ocaso y la noche dirigido por el líder y luego los presentes acompañados por el líder supremo rompieron su ayuno.