Durante la reunión, su Eminencia dijo que día a día el frente del Islam está ganando más poder mientras que el frente de la arrogancia está cayendo cada vez más en la desesperación.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo: «Los más importantes deberes de los intelectuales universitarios y religiosos, así como de las personas influyentes es aumentar la esperanza en la gente, evitar que ronde un ambiente de pesimismo en el país, permanecer vigilantes ante los planes de los enemigos, saber distinguir correctamente entre las cuestiones primordiales y las secundarias, cultivar el espíritu de confianza en sí mismo y tomar medidas concretas a fin de fortalecer la unidad nacional y la solidaridad islámica.»

El Ayatolá Jamenei continuó su discurso enfatizando el lugar de la República Islámica en la escena internacional y la toma de posición del frente de la arrogancia, y agregó: «En la actualidad, la principal característica de la actitud de la arrogancia frente a la República Islámica de Irán es su enfermedad de hiperactividad cuyo síntoma consiste en la exagerada actividad sin concentración ni objetividad, que se concretiza en la adopción de sanciones contra Irán en el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, el bloqueo económico, las calumnias, el apoyo a los grupúsculos de opositores internos, chantaje y puesta en marcha de todas las medidas mediáticas, diplomáticas, culturales y económicas en contra de Irán.»

Su Eminencia, señaló que todas estas actividades desesperadas son señales del poder, la experiencia y el despertar que se ha producido durante los últimos 30 años en el frente del Islam.

El líder supremo, se refirió al lugar que Occidente ocupa actualmente en la escena internacional, e incluso en los países que están bajo sus dominios se ha visto su debilidad e inestabilidad como resultado de la generalización del despertar islámico, que es el motivo por el cual algunos aliados de los occidentales en la región revisen su actitud para salir de este callejón sin salida.

«Algunas de las actividades del frente de la arrogancia en contra de la República Islámica, tales como la adopción de sanciones en contra de Irán, el apoyo al movimiento de Fitna después de las elecciones presidenciales del año pasado y la odiosa ofensa en contra del Sagrado Corán, son parte de las medidas de la arrogancia ha llevado a cabo debido a su debilidad y desesperación.», agregó

Su Eminencia exhortó a los intelectuales del país a fortalecer la unidad interna y enfatizó que se debe superar la fase teórica de esta cuestión y llevarla a la práctica.

El líder supremo recordó que el enemigo ha centralizado todas sus actividades sobre dos ejes: el primero, separar al pueblo del gobierno y el segundo, debilitar las creencias religiosas del pueblo, sobre todo de los jóvenes.

Ayatolá Jamenei consideró a la gente de Irán como el principal apoyo del sistema islámico y enfatizó que es por ello que el enemigo trata de eliminar la confianza del pueblo en sus líderes.

Su Eminencia enfatizó que en la actualidad las consignas de la Revolución están vivas y las palabras y el pensamiento de Imam Jomeini está muy vigente entre la gente, de tal manera que hasta algunas personas que anteriormente manifestaban oponerse a la gente y prácticamente hablaban del enterramiento de la Revolución, hoy para ser aceptados ante esa misma gente hablan en bien de la Revolución.

«Hoy en día el método que se acepta es el del Imam Jomeini y los valores del Islam y la Revolución. Y esto es un gran logro», agregó.

El líder supremo de la Revolución Islámica refiriéndose a las condiciones del país señaló los asombrosos desarrollos científicos, tecnológicos e industriales, y agregó: «Todo este es desarrollo es producto del despertar islámico y del despertar del espíritu de aceptación y confianza nacional en sí mismo y en los científicos del país.»

«Hoy, el país se ha convertido en el escenario del trabajo, la construcción y el desarrollo, y las presiones del enemigos sobre la República Islámica han hecho más resistente a la gente», agregó.

El Ayatolá Jamenei enfatizó que la nueva ronda de presiones está condenada al fracaso porque la República Islámica está mucho más fuerte que antes y con más experiencia que en sus primeros años.

Por otra parte, su Eminencia aclaró que el criterio de estar en el camino recto es el Islam, los fundamentos de la Revolución Islámica, los objetivos del imam y enfrentarse a los arrogantes.

Al comienzo de la reunión, el Ayatolá Hashemi Rafsanyani, presidente de la Asamblea de Expertos presentó un informe sobre las sesiones de ese organismo y las cuestiones consideradas por sus miembros.