En su intervención, su Eminencia se refirió a Qom como el centro intelectual del Mundo Islámico, y agregó: «En la actualidad, Qom es como el de la época de Fátima Masumah (P), es decir, la base principal del conocimiento de la Casa del Profeta (PB). Así, como un corazón vivo puede hacer circular la sangre del conocimiento y la perspicacia a través de toda la nación islámica.»

El un discurso muy importante, el Líder Supremo describió las diferentes dimensiones del cambio y la administración del cambio en los seminarios teológicos se refirió a las objeciones que existen en la mutua relación entre el gobierno islámico y las tácticas de los enemigos para debilitar a la República Islámica y aislar a los seminarios y a los religiosos.

El Ayatolá Jamenei enfatizó que el esfuerzo y la lucha de miles de seminaristas musulmanes para aprender y divulgar el conocimiento islámico es un fenómeno sin igual y señalando la atención mundial que existe hacia el seminario teológico de la ciudad santa de Qom, dijo: «Qom jamás tuvo tanta influencia - como hoy - en los cambios y las políticas internacionales. Y por esta situación ideal nunca tuvo tantos amigos y enemigos»

Su Eminencia dijo que algunas personas objetan que el Seminario Teológica no debe inmiscuirse en política ni en otra clase de cuestiones y que esto ocasiona que se incrementen las enemistades. Estas personas hacen propaganda y promueven esta postura para que la gente le pierda el respeto al seminario.»

El Líder Supremo en respuesta a esta objeción manifestó: «Nunca se ha visto que un conglomerado importante sea respetado por el hecho de haber sido aislado y apartado o por ser neutral. Por el contrario, sólo los seres activos e influyentes se ganan el respeto verdadero de los amigos e incluso de los enemigos.»

Continuando con su refutación a tales objeciones, el Ayatolá Jamenei dijo que la adopción de postura dará lugar a la marginación progresiva del seminario teológico de Qom y agregó: «En general, los clérigos shiitas han desempeñado siempre un papel central en los acontecimientos sociales y políticos y por esta razón, gozan de una influencia y profundidad sin precedentes tanto en el clero islámico como el no islámico.»

Su Eminencia señaló que la presencia de los religiosos en los asuntos importantes del país es motivo para las intrigas de los enemigos, y agregó: «Se debe estar atento ante estas enemistades. Al final si nosotros nos mantenemos activos y conscientes, crearemos oportunidades, ya que el esfuerzo genera ideas y nos da el valor que se necesita para responder a las objeciones de los enemigos. Además, tenemos muchos ejemplos a lo largo de la historia que nos indican que esto también contribuye enormemente a la divulgación, expansión y desarrollo del conocimiento islámico.»

El Líder Supremo continuó refutando a quienes sostienen que el seminario teológico no se debe inmiscuir en política ni en los asuntos internacionales. «Ser pasivo y neutral no detendrá a los enemigos sino que los estimulará a la agresión y a un mayor antagonismo», sostuvo.

Al final de su discurso ante esta congregación multitudinaria de sabios, profesores, religiosos y rectores de los seminarios teológicos de la ciudad santa de Qom, el Ayatolá Jamenei dijo que la presencia de miles de hermanas seminaristas musulmanas es un fenómeno bendito, y agregó que esto podría convertirse en un medio por el que el mundo sienta un mayor respeto por la Revolución Islámica de Irán.»

Su Eminencia dijo que el fortalecimiento del Islam es la segunda razón por la que los seminarios teológicos deben participar activamente en las cuestiones políticas y mundiales.

«El clérigo es el soldado y servidor de la religión. Si actúa de forma pasiva, la religión sin duda se verá perjudicada. Y ello está en contradicción con la filosofía de su existencia.»