El Ayatolá Jamenei agregó: «Gracias a la fuerza de este bendito compromiso, la nación será pionera y victoriosa en todos los campos  y el enemigo seguirá fracasando y perdiendo la esperanza.»

El Líder Supremo de la Revolución Islámica felicitó a la gente creyente y altruista de Irán y a todos los musulmanes del mundo en ocasión de la ‘Fiesta del sacrificio’, y enfatizó: «Comprender la filosofía de la ‘Fiesta del sacrificio’ ayudará a abrir caminos diferentes en la vida individual y nacional.

«El gran altruismo del Profeta AIbraham (P) y el enorme reconocimiento divino que - este profeta de la verdad – recibió por su sacrificio nos muestra que no es posible recorrer el camino de la trascendencia, el progreso y la elevación sin el perdón y el altruismo.»

Su Eminencia señaló que la filosofía de las continuas pruebas divinas  es ayudar a los  individuos  y naciones a lograr un mayor nivel de crecimiento y trascendencia. El Ayatolá Jamenei reiteró que cualquier persona y pueblo que pasa a través de pruebas divinas y dificultades dará un paso más hacia su objetivo elevado.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió al éxito de la nación iraní con respecto a la fitna del año 1388 como un  ejemplo de la filosofía de las pruebas de lo divino. Su Eminencia reiteró que el éxito de la nación iraní no fue solo un indicador de su poder, sino que su verdadero significado consiste en que ésta nación apoyándose en la fe,  perspicacia, en su poder de análisis, comprensión de las exigencias de la época y la toma de medidas necesarias, ha llegado  a una nueva etapa de su vida  y ha adquirido una nueva fuerza para lograr su objetivo final. »

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que la yihad genera el crecimiento, el dinamismo y la esperanza de una nación y agregó: «’Yihad’ significa la presencia y el progreso acompañados por el sentido de responsabilidad y el continuo esfuerzo para eliminar los obstáculos que se encuentran en el camino del crecimiento y el progreso. A veces esta presencia requiere sacrificar la propia vida y los bienes.  Otras veces se requiere incluso estar presente en diferentes ámbitos sociales, políticos e intelectuales."

Refiriéndose a los prestigiosos seminarios teológicos y universidades de Isfahán, el Ayatolá Jamenei describió a esta ciudad como un núcleo de estudios religiosos y científicos, y agregó: «En un momento histórico, Isfahán fue el centro de la brillantez científica en el país y en todo el Mundo Islámico. Así, los ulemas, eruditos y artistas de esta ciudad deben tener como objetivo el alcanzar nuevamente esta posición.»