Durante el encuentro – en el cual también estuvo presente el presidente Mahmud Ahmadineyad - el Líder Supremo enfatizó que los problemas de la región sólo se resolverán poniendo fin a la injerencia de Estados Unidos en el destino de las naciones de la región.
Su Eminencia señaló que el despertar de algunas naciones de la región muestran que la humanidad ha incrementado su capacidad de beneficiarse de las enseñanzas del Islam y el Profeta (PB).
Su Eminencia dijo que el despertar islámico en países como Egipto y Túnez es una señal de su frustración debido a la humillación y opresión que han sufrido. Asimismo, el Líder Supremo señaló que la injerencia de las potencias arrogantes - especialmente Estados Unidos - en los asuntos sociales, económicos, culturales y políticos de los países de la región ha frustrado a los pueblos de esos países y los ha obligado a pensar en una solución.
El Ayatolá Jamenei dijo que la insatisfacción de la gente de los países occidentales con su civilización materialista es comprensible, y reiteró: «Si los musulmanes logran presentar adecuadamente - el Islam a la gente del mundo - a través de sus palabras y acciones, la tendencia y simpatía por el Islam se propagará definitivamente por todo el mundo. Esto constituye una carga pesada en los hombros de los musulmanes, ya que deben perfeccionar sus puntos de vista y comportamiento.»
Su Eminencia manifestó que denunciar la presencia de las potencias arrogantes es uno de los primeros resultados del despertar islámico en la región. El Líder Supremo señaló que los estadounidenses están tratando de mantenerse lejos de este gran movimiento, y agregó: «Ellos fracasarán porque la gente de la región se han dado cuenta de que las políticas de Estados Unidos y sus títeres son la principal causa de la humillación y la discordia que están sufriendo.»
El Ayatolá Jamenei dijo que la creación de rupturas entre los pueblos y sus gobiernos es consecuencia de las políticas de Estados Unidos en el Oriente Medio. Asimismo, enfatizó que la presencia de la gente de un país en el escenario de acciones vuelve inoperante la intimidación de las superpotencias, y reiteró: «Si los gobiernos apoyan las demandas de sus pueblos, ni Estados Unidos ni ningún poder hegemónico será capaz de imponer sus objetivos sobre ellos.»
Su Eminencia describió al falso régimen sionista como un tumor canceroso y dijo que es la causa de diferentes tipos de problemas políticos y económicos en la región. El Líder Supremo, señaló además que las potencias arrogantes han hecho todo lo posible para proteger a este régimen. «Pero hoy en día, el odio de las naciones hacia este tumor canceroso se ha vuelto más claro en la región», reiteró.
El Ayatolá Jamenei, manifestó que los eruditos religiosos, las figuras políticas y los intelectuales tienen una gran responsabilidad para guiar a la ola de despertar islámico en la región. «Las personalidades destacadas de los países de la región no debe dejar que el sistema de la arrogancia secuestre el levantamiento popular y el gran movimiento del pueblo», agregó.
El Ayatolá Jamenei dijo que proteger el Despertar Islámico y dirigirlo hacia nobles objetivos preparará el camino para un futuro brillante para la región y la comunidad islámica mundial (Ummah). Su Eminencia, refiriéndose a los abundantes recursos de los países musulmanes, señaló: «Es necesario transformar la situación actual de la Ummah. Con la ayuda y favor de Dios, lograremos esta transformación en un futuro próximo.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica citando el Sagrado Corán dijo que la bondad hacia los hermanos en religión y la resistencia ante los opresores son las características de una sociedad islámica.
«Gracias al favor Dios, la nación iraní seguirá este camino próspero y otras naciones musulmanas se están moviendo gradualmente hacia la misma dirección.»