El Ayatolá Jamenei, Líder Supremo de la Revolución Islámica se reunió con los jefes de los tres poderes del Estado, el presidente de la Asamblea de Expertos del Liderazgo, los miembros del gabinete, miembros de la Asamblea Islámica Consultiva (Maylis), comandantes militares y funcionarios del gobierno de las diferentes instituciones y organizaciones del país.
Durante el encuentro, su Eminencia dijo que la dignidad internacional de Irán es cada vez mayor, y agregó: «En la actualidad, la República Islámica de Irán es un país respetado e influyente que goza de dignidad internacional.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que la dignidad internacional de Irán es el resultado de la insistencia de la gente y los funcionarios del gobierno en los más importantes principios, valores y las consignas de la Revolución. «La dignidad y el prestigio de la República Islámica de Irán es ahora más grande que nunca», agregó.
«Por otro lado, el odio hacia los Estados Unidos está aumentando en la región y el mundo y en la actualidad Estados Unidos es el país menos prestigioso y el más odiado en la región y en el Mundo Islámico», reiteró el Ayatolá Jamenei.
Asimismo, su Eminencia manifestó: «Por supuesto, si los pueblos de Europa se vuelven conscientes de la verdadera causa de sus problemas - es decir, la dominación de los Estados Unidos y el régimen sionista sobre las políticas de los gobiernos europeos - entonces la popularidad de Estados Unidos se reduciría en Europa también y esto es algo que sucederá en un futuro no muy lejano.»
El Líder Supremo dijo que algunas personas están tratando de decir que el prestigio internacional de la República Islámica ha sido dañado, y agregó: «Existen ciertas personas que quieren decir que el prestigio internacional de Irán ha disminuido debido a que la República Islámica ha insistido en sus principios. Mientras tanto, en aquellos momentos en que nuestros funcionarios de gobierno retrocedían en su políticas contra Occidente, sus respuestas crecían, eran más duras y más insultantes.»
«En un momento dado, nuestros funcionarios del gobierno, incluso llegaron a elogiar a los funcionarios estadounidenses, sin embargo la poca luz del presidente estadounidense hizo - inmediatamente después - que etiquetase a la República Islámica de Irán como ‘'eje del mal''», reiteró el Ayatolá Jamenei.
Su Eminencia continuó diciendo: «En otro momento, nuestras relaciones con cierto gobierno europeo fueron aparentemente buenas y dicho gobierno solía elogiar a Irán, sin embargo dicho gobierno formó un tribunal después del incidente del restaurante Mykonos y retiró a sus embajadores de Teherán, tratando de darnos una bofetada, pero nosotros les dimos una respuesta adecuada y una bofetada más fuerte desde este salón (Hussayniyyah)».
El Líder Supremo de la Revolución Islámica enfatizó: «Siempre que la República Islámica retrocedió en su política contra Estados Unidos y Europa, ellos aumentaron cada vez su insolencia y siempre que la República Islámica ha insistido en sus consignas y principios revolucionarios, la dignidad de la República Islámica ha aumentado.»
El Ayatolá Jamenei se refirió a la condiciones de la región y enfatizó: «Las condiciones actuales de la región son lo contrario de lo que habían calculado Estados Unidos y el sionismo internacional»
«Las potencias internacionales querían obstaculizar y paralizar a Irán con sanciones económicas, pero Dios quiso que ellos fuesen los que sufriesen crisis económica», agregó.
«Fueron ellos quienes planearon la fitna del año 1388 (del calendario persa) con el fin de derrumbar la República Islámica, pero hoy en día los gobiernos de la región que dependen de Estados Unidos están caminando hacia su fin o colapsando, uno tras otro», reiteró su Eminencia.
Además, el Líder Supremo de la Revolución Islámica manifestó: «Estados Unidos y algunas potencias occidentales invadieron Afganistán e Irak con el fin de acorralar a Irán, pero son ellos quienes hoy están acorralados y atrapados en un atascadero en estos dos países».
El Ayatolá Jamenei señaló que el ‘'despertar islámico'' en la región es un acontecimiento muy importante y enfatizó: «No se pueden calcular las dimensiones de lo que está sucediendo en Egipto, Túnez y Yemen; estas dimensiones no se conocerán sino en el futuro.»
«Poner a Hosni Mubarak, en una jaula y juzgarlo en un tribunal de justicia es algo muy significativo», agregó.
Su Eminencia dijo que Estados Unidos y algunas potencias mundiales están haciendo esfuerzos para tomar el control de los acontecimientos de los países de la región, y agregó: «Estos esfuerzos no han dado ningún resultado hasta el momento y por la gracias de Dios, tampoco darán ningún resultado en el futuro.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica expresó su preocupación por la situación de Libia y enfatizó: «La política de Occidente en Libia es muy maliciosa y astuta porque, aprovechando el levantamiento popular, están tratando de apoderarse del petróleo de Libia, consolidar su presencia en dicho país y controlar así el norte de África, especialmente Egipto y Túnez.»
En otra parte de su discurso, el Ayatolá Jamenei enfatizó la importancia de ser realistas a la hora de evaluar las condiciones del país y agregó: «Con el fin de llegar a un punto de vista correcto y realista de la situación del país, es necesario tomar en cuenta las actuales condiciones de la región y el mundo, pues la actual ola del ‘'despertar islámico en la región'', la crisis económica que ha asolado a Occidente y el surgimiento de movimientos extremistas en Occidente no tienen precedentes desde el comienzo de Revolución Islámica».
«La existencia de tales condiciones en la región y el mundo representa una gran oportunidad para la República Islámica, sin embargo si no hay una evaluación realista de las condiciones del país, esta oportunidad se puede echar a perder o convertirse en una amenaza», reiteró.
Su Eminencia dijo que la evaluación adecuada de las condiciones del país requiere de una visión realista y que se evite la estrechez de miras. Asimismo, agregó: «Al evaluar las condiciones del país, es necesario ver tanto las fortalezas como las deficiencias. También es necesario evitar adoptar una opinión que sea pesimista o absolutamente optimista.»
El Líder Supremo de la Revolución Islámica criticó el pesimismo prevaleciente entre algunos funcionarios del gobierno y destacadas figuras políticas y dijo que ese pesimismo se traducirá en desesperación de la sociedad y agregó que «algunos periódicos promueven el pesimismo con segundas intenciones.»
«Adoptar un punto de vista completamente optimista también estaría mal, pues daría lugar a una falsa sensación de satisfacción», reiteró.
El Ayatolá Jamenei dijo que la fortaleza más importante de la República Islámica es su capacidad para superar las amenazas que salen a su encuentro, y agregó: «Desde la victoria de la Revolución Islámica, la República Islámica de Irán se ha enfrentado a varias amenazas políticas, de seguridad, militares y económicas de las potencias mundiales, y ha conseguido superar todas estas amenazas, con el apoyo del pueblo y gracias a sus recursos y capacidades.»
Su Eminencia refiriéndose a la confianza mutua entre pueblo y gobierno, dijo: «Una confianza como la que el pueblo de Irán tiene en su gobierno puede ser encontrada en muy pocos países del mundo."
El Líder Supremo dijo que la participación de un 80 por ciento de la población en las últimas elecciones presidenciales y la imponente presencia de la gente en las manifestaciones celebradas con motivo del Día de Quds y el 22 de Bahman son claros ejemplos de esta confianza de la gente.
El Ayatolá Jamenei criticó los esfuerzos por minar la confianza de la gente en la República Islámica, y reiteró: «La gente ama la República Islámica y la defiende.»
Su Eminencia manifestó que algunas veces han habido algunas deficiencias y casos de negligencia en las áreas política, económica y cultural.
«Aunque se han hecho muchas cosas en el campo económico, las cuestiones relacionadas con el desempleo, la inflación y la cultura del trabajo no se han resuelto aún», agregó.
Al final de su discurso, el Líder Supremo de la República Islámica, enfatizó: «Si los puntos débiles son ignorados, sin duda nos veremos perjudicados.»