«La lucha económica es una necesidad vital y constituye una introducción al progreso y el florecimiento económico del país», enfatizó.

Su Eminencia expresó sus felicitaciones por la ‘semana del gobierno' y honró el recuerdo de los mártires Rajai y Bahonar.

Asimismo, el Líder Supremo dijo que el ‘día de Quds de este año es un símbolo de la presencia y motivación de la nación iraní, y agregó: «Esta presencia, gloria y grandeza aumenta y expande la esperanza en la región y duplica la motivación de las naciones para la resistencia.»

El Ayatolá Jamenei consideró que la búsqueda de la justicia y el antiimperialismo, el llevar una vida sencilla, luchar contra el lujo y la vida al estilo aristocrático, el enfrentarse al abuso de los vínculos económicos y no económicos y el servir sinceramente son parte de las consignas atractivas del gobierno.

«Los principios y valores que el imam Jomeini recomendaba - y que fueron el factor de su carisma entre las naciones - están entre las consignas más fundamentales del gobierno, las cuales deben ser acatadas a la perfección», reiteró.

Su Eminencia señaló que trabajar para Dios es la clave para alcanzar el éxito divino y la fuente del amor en los corazones de la gente.

«Si por cualquier motivo se debilitase la lealtad a estas consignas, también el éxito que Dios nos otorga, disminuiría. Por tanto, seguid sirviendo con sinceridad y con el mismo fervor, entusiasmo y esfuerzo», enfatizó.

El Líder Supremo agradeciendo los informes, a los que se refirió como buenos, documentados, lógicos y basados en las estadísticas comparativas, recomendó: «Se deben recibir - con alegría - las críticas y objeciones de las personalidades, no os debéis privar de los constructivos y beneficiosos enfoques de la mayoría de estas personas destacadas solo por la forma en que se expresan».

«Simultáneamente a las explicaciones de obras hechas y puntos positivos, informad sinceramente a la gente sobre aquellos trabajos que no pudisteis realizar y tened confianza de que el pueblo no reprenderá a quien se ha esforzado por una obra pero no ha tenido éxito», agregó.

El Ayatolá Jamenei continuó explicando la necesidad de la lucha económica en tres dimensiones: «La primera desde el punto de vista del desarrollo económico y la solución de las dificultades económicas de la gente, la segunda desde la perspectiva de la necesidad de alcanzar los objetivos del plan estratégico, y la tercera desde el aspecto de los enfrentamientos con los objetivos bélicos del sistema de la arrogancia mundial en contra de la nación iraní.»