El Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, se reunió el miércoles en Teherán con el director y funcionarios de la Organización de Energía Nuclear de Irán (OEAI).
Durante la reunión, en la que también participó un grupo de científicos nucleares, su Eminencia señaló que la nación iraní nunca ha estado interesada -ni lo estará-en las armas nucleares y que la República Islámica de Irán tiene la capacidad de romper la supremacía de las potencias que se valen de las armas nucleares.
«Irán le demostrará al mundo entero que las armas nucleares no pueden consolidar la autoridad de las potencias arrogantes», enfatizó.
El Líder Supremo dijo que los logros científicos y nucleares están directamente vinculados a los intereses nacionales del país y su éxito en el futuro.
El Ayatolá Jamenei dijo que si las naciones logran alcanzar de forma independiente los avances en los campos de la energía nuclear, aeroespacial, y la ciencia y la tecnología, no habrá más lugar que quede para la hegemonía tiránica de las potencias mundiales.
Su Eminencia señaló además que las potencias arrogantes se empeñan regularmente en difundir propaganda y publicidad con el objetivo definitivo de impedir el progreso y desarrollo científico de Irán.
«No hay duda de que la toma de decisiones en los países en los que se oponen a nosotros son muy conscientes de que Irán no está interesada en tener armas nucleares ya que la República Islámica de Irán considera la posesión de armas nucleares como un gran pecado, desde el punto vista conceptual, teórico, práctico y de la jurisprudencia religiosa, y también cree tener y almacenar dichas armas es algo inútil, costoso y peligroso», reiteró el Líder de la Revolución Islámica.
El Ayatolá Jamenei dijo que desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979 se le han impuesto sanciones al país, aunque la cuestión nuclear data apenas de unos cuantos años atrás.
«El problema clave de las potencias arrogantes es la resistencia de una nación que ha decidido mantenerse independiente y rechazar la tiranía», dijo su Eminencia.