El lunes por la mañana, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, Líder Supremo de la Revolución Islámica durante las clases de jurisprudencia islámica, agradeció y elogió «la perspicacia, valentía y tacto de la nación iraní», el cual se tornó evidente una vez más con su participación en las esplendorosas marchas del 22 de Bahman, en ocasión del aniversario de la victoria de la Revolución Islámica de Irán.
«Esta participación del pueblo es la más grande de las mercedes divinas, y esto hay que agradecerlo toda la vida», reiteró el Líder Supremo.
El Ayatolá Jamenei haciendo una comparación entre la fiesta de aniversario de la victoria de la Revolución Islámica en Irán con la de otros países que han vivido una revolución, dijo: «La mayor y más destacada virtud de esta celebración es el hecho de que el pueblo iraní es el verdadero dueño de la Revolución, y rememorarla y conmemorarla es su propia responsabilidad.»
«Y el pueblo iraní defiende y protege este grandioso tesoro, porque es la fuente de su grandeza e independencia, y dondequiera que sea necesario lo demuestran a través de su participación», agregó su Eminencia.
El Líder Supremo agradeció a todo el pueblo iraní por ser participativo en los acontecimientos del país, y señaló: «En el momento que los enemigos de la independencia de la nación esperaban que la gente no respondiese al llamado de la Revolución y de la República Islámica, el pueblo salió a las calles a conmemorar su Revolución y el enemigo se quedó frustrado una vez más.»
Asimismo, su Eminencia dijo que los enemigos con su aparataje propagandístico unido a la imposición de estrictas sanciones económicas, realizan esfuerzos descomunales para tratar de que la gente se desencante de su Revolución, y agregó: «Con estos movimientos, el enemigo ha menospreciado continuamente al pueblo iraní. Sin embargo, cuando ven la amplia participación de la gente, analizan los hechos y llegan a la conclusión de que no se pueden enfrentar a la nación iraní.»