Durante el encuentro, que se celebró con motivo del aniversario del nacimiento de Fátima Zahr (P), la hija del Profeta Muhammad (PB), su Eminencia felicitó al pueblo iraní en esta bendita fecha que coincide con el aniversario del nacimiento del Imam Jomeini (ra).

El Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió a los panegíricos como una técnica artística que permite aumentar el conocimiento, crear esperanza y despertar sentimientos en los corazones de la gente.

Señalando la visión occidental sobre la mujer, el Ayatolá Jamenei dijo: «La perspectiva islámica y coránica sobre los derechos individuales y sociales de hombres y mujeres es la más razonable, la más digna y la más práctica.»

Su Eminencia describió las capacidades excepcionales y corazones entusiastas de los panegiristas como una gran bendición y una oportunidad valiosa para promover el amor y el respeto por Ahlul-Bait (P), y agregó: «Este es el rol de un panegirista. Inspira sentimientos y luego pone estos sentimientos al servicio del pensamiento.

El rol de un panegirista y un poeta -una profesión que hoy en día afortunadamente es muy popular en nuestro país- consiste en promover el conocimiento y la comprensión entre las personas a través de técnicas artísticas y distintos medios de expresión».

«La poesía y estilo que elijáis, y la forma de dirigiros al público debe estar orientada a incrementar el conocimiento de la gente y profundizar su comprensión de la religión y la vida», agregó.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que recitar una composición o poema de forma adecuada puede jugar un papel importante en la transmisión de conocimiento y la comprensión religiosa, y reiteró: «Esta es una oportunidad y hay que aprovechar esta oportunidad. Esta oportunidad no debe ser desperdiciada.

Un poema sin contenido pierde esta oportunidad. Si tiene un punto débil o erróneo, se habrá perdido esta oportunidad. Por otra parte, si vuestro trabajo literario sobrepasa -de alguna forma- los límites de la jurisprudencia islámica, también habréis desperdiciado esta valiosa oportunidad. De igual manera, si se hace caso omiso de las cosas importantes que la gente necesita saber hoy en día, se desperdiciará esta oportunidad».

El Ayatolá Jamenei dijo: «Imaginad que durante la época de la Defensa Sagrada, cuando el país necesitaba del valor entusiasta de la yihad, alguien asiste a una reunión y recita un poema ante la presencia de los jóvenes y los padres y madres, pero no menciona las necesidades del momento, prácticamente hubiese desperdiciado dicha oportunidad».

Su Eminencia dijo que poner tal talento -otorgado por Dios- al servicio de la creación de discordias y generación de conflictos sectarios, es otra manera de perder esta oportunidad.

El Líder Supremo señaló que los conflictos sectarios pueden ser provocados por el uso inadecuado de los diferentes medios de comunicación, y reiteró: «En la actualidad, crear discordia y conflictos sectarios son acciones equivocadas que no benefician en nada al país. Ni hoy, ni durante el tiempo del Imam Sadiq (P) han sido vistas como acciones adecuadas. Los Imames (P) evitaban esta clase de acciones.»

El Ayatolá Jamenei dijo que la gente presta atención a la conducta y moralidad de los panegiristas, así como a sus poemas y trabajo literario.

«Si os ganáis los elogios de la gente a través de vuestra moralidad, religiosidad y modestia, todas las cosas de las que he hablado influirán profundamente en la gente, pero si -Dios no lo quiera- ocurre lo contrario, si la gente ve señales de inestabilidad moral, decadencia moral y, Dios no lo permita, la inmoralidad -propiamente dicha-y otras cosas, entonces se verá reducido al mínimo el efecto del arte y las bellezas que existen en vuestro trabajo literario».

Otro punto en el que el Líder Supremo de la Revolución Islámica hizo énfasis fue en la necesidad de valorar la posición de la mujer en la sociedad.

Refiriéndose a las políticas occidentales sobre las mujeres, el Ayatolá Jamenei dijo: «El gran pecado que la civilización occidental ha cometido en contra de las mujeres no puede ser eliminado ni compensado a corto plazo, ni siquiera puede ser fácilmente descrito con palabras.»

Su Eminencia dijo que el papel de la mujer en la civilización occidental es mostrarse y preparar el terreno para que los hombres disfruten placenteramente, y enfatizó: «Occidente le llama a esto 'libertad' y se refiere a la conducta opuesta como ‘restricción' y ‘limitaciones'.»

El Líder Supremo reiteró que tal perspectiva se traducirá en la destrucción de la familia, y agregó: «Cuando la familia se debilita y destruye en una sociedad, se establece en dicha sociedad la corrupción. Los problemas que existen hoy en Occidente y las sombrías y malévolas leyes que consienten todo tipo de cuestiones sexuales los empujará al precipicio. Esta caída no puede ser evitada. Están condenados a la destrucción. Lo quiera o no, la civilización occidental no puede evitar esta caída.»

El Ayatolá Jamenei dijo que la caída de las civilizaciones, así como su ascenso ocurre gradualmente, y agregó: «La civilización occidental ha empezando a caer.»

Su Eminencia dijo que la perspectiva islámica y coránica sobre la posición de la mujer es la perspectiva más razonable y práctica, y enumeró una serie de privilegios exclusivos otorgados a las mujeres.

El Líder Supremo de la Revolución Islámica subrayó la necesidad de respetar y darse cuenta del valor de la mujer, y agregó: «Hay que comportarse con las mujeres de una manera respetuosa, cariñosa, noble y moral.»