Durante el encuentro su Eminencia dijo: «Agradezco a Dios, por darnos nuevamente la oportunidad de estar en compañía de los queridos estudiantes, en esta reunión cordial y sincera en el bendito mes de Ramadán. Dios quiera que lo que vosotros habéis dicho y lo que nosotros diremos sea de beneficio para las universidades y para el gran movimiento de la juventud iraní.

Estos son días lindos, pues el mes de Ramadán posee muchas bellezas: El ayuno, la noche del decreto y el recuerdo del príncipe de los piadosos, el Imam Ali (P), que fue la manifestación de cordialidad y nobleza; todo ello sea aúna a la franqueza de vosotros que sois modelos portadores de esperanza para el futuro del país.

Vuestras propuestas y discursos han sido muy buenos, habiéndome gratulado. Espero que los funcionarios del país analicen estas propuestas y hagan de ellas una realidad.»

Uno de los jóvenes se refirió a los acontecimientos postelectorales del año 1388 (del calendario persa), a lo que el Líder Supremo agregó:«La interrogante que existe hasta ahora sin que haya una respuesta para ella es que si las personas que erraron y dijeron que -en aquellas elecciones- hubo fraude, ¿por qué no se remitieron a las instancias legales?

Dicen que en sus reuniones privadas aceptan que no nunca existió fraude en las elecciones, pero entonces ¿por qué no piden disculpas?

¿Por han creado tantas dificultades? ¿Por qué le dan tantos problemas al país?, ¿Qué sucedería si la gente empezase a pelear entre sí? ¿Qué hubiese pasado si Dios no hubiera ayudado a esta nación?»

Otro joven le preguntó al Ayatolá Jamenei, «¿qué consejo le da a los nuevos estudiantes que este año ingresan a la universidad?, a lo que su Eminencia respondió: «A todos ellos les aconsejo que sean verdaderos estudiantes, es decir, que busquen el conocimiento, que estudien muy bien. Y es que los jóvenes son elementos revolucionarios -entusiastas- con grandes ideales, y por esta misma razón tienen grandes responsabilidades.

Los funcionarios del gobierno deben tomar en serio el importante papel de los jóvenes. Quiero que sepáis que yo mismo tomo muy en serio el papel de los jóvenes en todos los ámbitos. Si nosotros queremos alcanzar los ideales del sistema islámico, que son convertirse en una sociedad espiritual, desarrollada y justa, necesitamos guiar a nuestros jóvenes y a nuestra sociedad hacia los valores islámicos.

Una sociedad espiritual no persigue objetivos mundanales, pues sus objetivos son mucho más elevados, una sociedad así busca el entendimiento entre todos los seres humanos y la comunicación con Dios.

Si nosotros creamos una sociedad con tales características -lo cual creo posible- esta será un verdadero modelo no solamente para los países musulmanes sino para todos los países del mundo.

Los jóvenes activos que tienen grandes ideales no deben en ninguna situación o bajo ninguna condición caer en la inactividad, ni sentirse atrapados como si estuviesen en un callejón sin salida. Nunca deben abandonar sus ideales, ni en los momentos en que saboreen la miel de la victoria ni en los momentos en que prueben lo amargo de la derrota.

En la época de la 'Defensa Sagrada' tuvimos tanto grandes victorias como amargas derrotas. El Imam Jomeini nos aconsejaba al respecto diciéndonos: No digáis ''hemos sido derrotados'', decid ''no obtuvimos la victoria.'' ¿Qué más da?, a veces se triunfa, a veces no.

Algunas personas abandonan los ideales cuando ven que el viento no sopla a su favor y que la corriente no sigue ni sus objetivos ni sus puntos de vista. Esto constituye un error. El Sagrado Corán dice: ''Cuando termines un trabajo prepárate para otro y entonces continúa tu trabajo.'' Por tanto, perder las esperanzas y cruzarse de brazos cuando no logramos lo que queremos es un error. Uno debe siempre perseguir sus ideales.»

Posteriormente, un estudiante le preguntó al Líder Supremo acerca de la relación que hay entre cumplir con las obligaciones de uno y buscar resultados, a lo que su Eminencia respondió: «Es cierto que el Imam Jomieni dijo: ''Estamos cumpliendo con nuestra obligación», pero ello no significaba que él no buscase resultados.» El Imam Jomeni fundó el sistema islámico y buscó los resultados de su trabajo. Cuando decimos que tenemos que cumplir con nuestras obligaciones significa que nuestros esfuerzos tienen que estar en conformidad con nuestras obligaciones. Incluso los profetas de Dios (P) buscaban resultados.

Cuando las personas que cumplen con sus obligaciones no alcanzan sus objetivos y resultados deseados, nunca se desilusionan porque saben que han hecho lo que tenían que hacer, que han cumplido con su deber, en cambio una persona que para lograr sus objetivos no actuó de acuerdo a sus obligaciones, cuando no alcanza estos objetivos se siente derrotada.

En la 'Defensa Sagrada', en la Revolución Islámica, y en todas las guerras contra el Profeta del Islam (PB) y algunos Imames (P), la gente que participaba en la yihad, actuaba de acuerdo a sus obligaciones, pues la lucha en el camino de Dios es una obligación. ¿Acaso esas personas que estaban cumpliendo con su deber, con sus obligaciones, no estaban persiguiendo resultados? ¿Acaso no tenían estrategias, planes, tácticas? Entonces, no hay ninguna contradicción entre cumplir con las obligaciones y buscar resultados y tener objetivos.»

Asimismo, el Líder Supremo de la Revolución Islámica que se debe trabajar en temas como el modo de vida de los musulmanes y el 'Despertar Islámico', y agregó: «El 'Despertar Islámico' es un fenómeno muy importante. Lo que está sucediendo en Egipto es una muestra de la profundidad de este tema. Los actuales acontecimientos en Egipto constituyen una escena verdaderamente dolorosa para nosotros, y es una consecuencia de los errores que se han cometido.

Vosotros podéis hacer una comparación entre la Revolución Islámica y lo que sucede en otras partes del mundo.

Hay que destacar que las potencias arrogantes del mundo están utilizando todos los medios a su alcance para combatir el movimiento del 'Despertar Islámico', vosotros sois testigos de ello. Podéis ver la diferencia entre lo que sucede en Irán y lo que pasa en otros países. Pese a todo, los enemigos no alcanzarán sus objetivos y hoy ya se han sembrado las semillas de revolución.

Otro de los temas importantes que os aconsejo analizar y estudiar es el trabajo que está haciendo el enemigo para causar discordias entre chiitas y sunitas. Ellos están atacando las comunidades chiitas en diversas partes del mundo, porque piensan que estas constituyen la base primigenia de la República Islámica, pero ellos están muy equivocados.

Las bases de la República Islámica no solo la constituyen los chiitas, pues entre los hermanos sunitas hay también clamores y voces que defienden a la República Islámica de Irán, y esto es algo que los enemigos no logran comprender.»

Al final, los jóvenes estudiantes participaron en la ceremonia de ruptura del ayuno y realizaron la oración del maghrib y de la noche, dirigidos por su eminencia, el Líder Supremo de la Revolución Islámica.