Cientos de profesores, miembros de los comités científicos e investigadores universitarios se reunieron con el Ayatolá Jamenei, Líder Supremo de la Revolución Islámica.
Durante su intervención el Líder Supremo enfatizó la necesidad de hacer esfuerzos incesantes por lograr que el país avance a nivel científico de forma acelerada, y agregó: «El desarrollo científico preparará el terreno para adquirir poderío económico y político, y al mismo tiempo, contribuirá a la grandeza de Irán y los iraníes en el ámbito internacional.»
El Ayatolá Jamenei señaló que esta clase de reuniones constituyen -en primer lugar- una decisión ejemplar para honrar a la ciencia y a los docentes de las universidades, y -en segundo lugar- tienen como objetivo el escuchar las diferentes opiniones de los honorables profesores sobre el quehacer universitario y científico del país.
Su Eminencia dijo que los diferentes puntos de vista de los profesores universitarios son instructivos y merecen atención.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que el desarrollo científico que el país viene experimentando desde hace doce años, constituye un movimiento acelerado de producción científica, que se basa en una perspectiva yihadista - es decir, de trabajo y esfuerzo- que aumenta cada vez más.
«Este movimiento científico es tan importante para el sistema islámico y la República Islámica, que hasta los centros científicos del mundo que aún siendo a veces hostiles al sistema islámico, confirman la existencia de este desarrollo científico», agregó.
El Ayatolá Jamenei explicó que el desarrollo científico del país en los últimos doce años ha aumentado dieciséis veces más en relación a los años anteriores y tres veces más a nivel mundial, y reiteró: «Los centros científicos internacionales afirman que si el desarrollo de la ciencia en Irán mantiene el mismo ritmo que hasta ahora, dentro de cinco años la República Islámica ocupará el cuarto lugar en desarrollo científico a nivel mundial.»
Su Eminencia refiriéndose al valor esencial de la ciencia desde la perspectiva islámica, dijo: «El hacer reiterados esfuerzos de toda índole con el objetivo de alcanzar el desarrollo científico de Irán no se debe solo al gran respeto que el Islam le tiene a la ciencia y a los sabios, sino que hay otro motivo: la ciencia trae consigo el poder.»
El Líder Supremo señaló que el Islam y la Revolución Islámica son los principales factores que contribuyeron a eliminar los obstáculos que impedían el desarrollo del país, y agregó: «Si no hubiese sido por la Revolución Islámica, seguramente las potencias hegemónicas no habrían permitido que un país como Irán - al cual tenían bajo su poder- aspirase al desarrollo y autosuficiencia científica. Esa es una realidad, y por eso todos debemos comprometernos a proteger los ideales y valores de la Revolución.»
El Ayatolá Jamenei se refirió al aumento de universidades como algo valioso y eficaz, y enfatizó: «Hay que tener en cuenta -mucho más que antes- el mejoramiento de la calidad de la educación universitaria y procurar que haya una proporcionalidad entre el aumento de la cantidad de universidades y el incremento de su calidad.»
En otra parte de su discurso, su Eminencia explicó: «Cuando hablamos de desarrollo científico nos referimos al desarrollo científico de acuerdo al modelo iraní, porque los modelos occidentales -que están basados en el colonialismo- no han podido crear una sociedad justa que carezca de pobreza, discriminación y corrupción moral.»
«El sistema islámico tiene previsto seguir el modelo de desarrollo islámico-iraní, el cual es un modelo independiente, producto de la guía islámica y las tradiciones iraníes», agregó.
Asimismo, el Líder Supremo de la Revolución Islámica se refirió al potencial que la lengua persa tiene para ser usada en diferentes ciencias, y reiteró: «Es necesario aprovechar el desarrollo científico del país y los recursos existentes para expandir la influencia de la lengua persa en el mundo.»
Al final de este encuentro, los profesores, miembros de los comités científicos e investigadores universitarios realizaron las oraciones del ocaso y la noche, bajo la guía del Ayatolá Jamenei, y participaron en la ceremonia de ruptura del ayuno.