Su Eminencia haciendo un análisis importante acerca de las raíces de la hostilidad de la arrogancia mundial contra la nación iraní, señaló: «Hay tres acontecimientos históricos vinculados al día 13 de Abán (del calendario persa): (1) El exilio del Imam Jomeini en el año de 1343, debido a su discurso en contra de la 'ley de la capitulación' que otorgaba inmunidad judicial a los funcionarios, agentes y militares norteamericanos, en suelo iraní. (2) La cruel masacre de estudiantes en el año de 1357 en Teherán, perpetrada por los agentes del régimen dictador apoyado por Estados Unidos. (3) La toma de la embajada norteamericana en el año de 1358, por parte del movimiento heroico de estudiantes.»
«Estos tres sucesos están relacionados de alguna forma con el gobierno estadounidense; por esta razón, el 13 de Abán fue nombrado el 'Día nacional de la lucha contra la arrogancia'», agregó el Líder Supremo.
El Ayatolá Jamenei señaló que los jóvenes estudiantes -héroes y creyentes- que en el año 1358 se tomaron la embajada estadounidense, descubrieron la realidad y verdadera esencia de esta sede diplomática, la cual -ciertamente- era un nido de espías y como tal lo presentaron al mundo.
«En esa época, nuestros jóvenes se refirieron a la embajada norteamericana como el 'nido de espías', y hoy después de más de tres décadas, las embajadas estadounidenses en los países europeos -que son sus aliados- son llamadas 'nido de espías', también; lo que demuestra que nuestros jóvenes se adelantaron históricamente más de 30 años con relación al resto del mundo», agregó su Eminencia.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica, explicando el significado de la palabra de origen coránico Estekbâr (arrogancia), dijo: «Se le llama 'arrogancia' a la gente y gobiernos que intervienen en los asuntos de otras naciones, e imaginan que tienen el derecho de imponerse sin tener que rendirle cuentas a nadie.»
«Lo opuesto al bando de la arrogancia lo constituyen las naciones y hombres que no aceptan el despotismo, la intervención ni la imposición del dominio de los arrogantes y luchan contra esto, siendo Irán una de estas naciones», reiteró.
El Ayatolá Jamenei afirmó que el gobierno norteamericano hace parte de la arrogancia mundial, porque asume que tiene el derecho de intervenir en los asuntos de todas las naciones, y agregó: «El pueblo iraní con su Revolución, en realidad, le puso paro al despotismo y dominio de Estados Unidos y después de la victoria de la Revolución Islámica, también cortó las raíces que la arrogancia había echado en el interior del país, y al contrario de otras naciones, no dejó esta obra incompleta, quitándole toda oportunidad de rehacer su poder.
Su Eminencia señaló que la tolerancia mezclada con arrogancia no le sirve a nadie, y enfatizó: «La práctica de la arrogancia por parte de Norteamérica es la causa por la cual los países -hoy en día- tienen un sentimiento de desconfianza y aversión hacia Estados Unidos.»
El Líder Supremo reiteró que la experiencia ha demostrado que cualquier gobierno o nación que confía en Estados Unidos sale ''lesionado'', aunque sea su aliado, y agregó: «Algunos ejemplos históricos de esto, es la confianza que el Dr. Mosadeq depósito en los norteamericanos quienes le pagaron gestando un golpe de estado en su contra; y la deslealtad de los estadounidenses para con el Sha Reza Pahlavi, después de que este huyese de Irán. Es por esto, que en la actualidad, el gobierno de Norteamérica es el más odiado entre las naciones, a tal punto que de realizarse una encuesta objetiva a nivel mundial, la opinión generalizada no estaría en contra de ningún otro gobierno aparte de él.».
El Ayatolá Jamenei expresó su apoyo a las autoridades y representantes iraníes en las negociaciones con el grupo 5+1, y reiteró: «Estas personalidades son hijos de la Revolución y funcionarios del gobierno de la República Islámica de Irán, que con mucho esfuerzo están llevando a cabo una difícil tarea, por lo que nadie debe desalentarlos, menospreciarlos o calumniarlos, ni mucho menos pensar que buscan reconciliarse con el enemigo.»
Su Eminencia aclaró que en las negociaciones con los seis países del G5+1 -entre los cuales figura Estados Unidos- se está discutiendo solo la cuestión nuclear, y agregó: «Con el permiso de Dios, no saldremos perjudicados en estas negociaciones, sino que ganaremos una nueva experiencia.»
Posteriormente, el Líder Supremo de la Revolución Islámica, manifestó: «Ya he dicho antes que no soy optimista respecto a estas negociaciones porque no se puede saber si se alcanzarán los resultados deseados por nuestra nación, sin embargo, me parece que no hay inconvenientes en tener la experiencia, con la condición de que se esté alerta y consciente de lo que está aconteciendo.»
El Líder Supremo criticando fuertemente a algunos medios de comunicación parciales y tendenciosos, dijo: «Hay algunos que siguiendo los métodos de propaganda de los enemigos quieren desviar la opinión pública, afirmando cosas como:"si cedemos en la cuestión nuclear, todos los problemas económicos se resolverán."»
El Ayatolá Jamenei, en respuesta a estas artimañas propagandísticas, recordó que las conspiraciones y planes de Norteamérica contra Irán, comenzaron mucho antes de que la República Islámica emprendiese su programa nuclear, y exhortó a todo el pueblo iraní -especialmente a los jóvenes estudiantes- a reflexionar al respecto.
«¿Acaso cuando Estados Unidos le impuso el bloqueo económico a Irán al inicio de la Revolución, era por la cuestión nuclear? ¿Es que cuando atacaron al avión de pasajeros iraní matando a sus 290 pasajeros, existía el pretexto de la cuestión nuclear? ¿Acaso en los primeros años de la Revolución en que los norteamericanos planearon el golpe de estado en la base Shahid Nudyé, existía el tema nuclear? ¿Es que el apoyo armamentístico de Estados Unidos a los grupos antirrevolucionarios desde el comienzo de la Revolución Islámica fue debido al programa nuclear de Irán?», cuestionó su Eminencia.
El Líder Supremo respondió negativamente a estas interrogantes, y afirmó: «Entonces, la cuestión nuclear de Irán no es más que un pretexto, y si un día cedemos, Estados Unidos inventará decenas de nuevos pretextos a fin de continuar su hostilidad hacia nuestro amado Irán; excusas como el desarrollo de misiles, la oposición de la nación iraní al régimen sionista y el apoyo de la República Islámica a la resistencia.»
El Ayatolá Jamenei dijo que después de lo antedicho, queda claro el por qué de la hostilidad de los norteamericanos hacia la República Islámica, y agregó: «Por esta misma razón, la nación iraní continuará con sus programas y rechazará las peticiones norteamericanas, y nuestro pueblo sostiene que Estados Unidos no debe cometer ninguna equivocación respecto a Irán.»
Su Eminencia dijo que tanto él mismo como las autoridades del país deben tener en cuenta este importante punto: «En el enfrentamiento con los enemigos, la República Islámica de Irán -dese el comienzo de la Revolución Islámica hasta estos días- nunca ha tenido problemas que no haya podido solucionar y en el futuro tampoco los tendrá.»
«En la primera década de la Revolución no teníamos muchos recursos como dinero, armas, experiencia, organizaciones, fuerzas armadas experimentadas, etc., mientras que los oponentes de la Revolución Islámica -y las potencias de Occidente y Oriente que los apoyaban- estaban en el auge de su poderío y capacidad, pese a lo cual no pudieron doblegar al pueblo iraní», continuó diciendo el Líder Supremo.
El Ayatolá Jamenei enfatizó que hoy, las condiciones de Irán y sus oponentes son muy diferentes respecto al pasado, porque la República Islámica cuenta con desarrollo científico, tecnológico, credibilidad internacional y millones de jóvenes talentosos y preparados para trabajar; mientras que sus oponentes, es decir, Estados unidos y sus aliados, están atravesando serias e innumerables dificultades de tipo político-económico, como divergencias en el seno de la política nacional, la inactividad de 16 días de varias de las instituciones gubernamentales norteamericanas; escasez de recursos y reducción de miles de millares de dólares en el presupuesto nacional; profundas discrepancias entre Norteamérica y Europa en diversas cuestiones, entre las que destaca la crisis y el ataque a Siria.
«En la actualidad, Irán es una nación consciente, poderosa, con desarrollo científico-tecnológico, y no se puede comparar con el Irán de hace 30 años», enfatizó.
Su Eminencia afirmó: «Los enemigos de Irán continuarán presionándonos, pero nosotros debemos soportar y superar estas presiones, apoyando nuestras capacidades y recursos internos.»
«Reitero que respaldo las posturas y esfuerzos del gobierno en el campo político y diplomático, las negociaciones que está llevando a cabo son una experiencia y hasta posiblemente sea algo beneficioso; por supuesto que de haber resultados será mucho mejor, pero si no los hubiese, significa que para resolver las dificultades, el país deberá sostenerse sobre sus propios pies.
Además, repito mi recomendación anterior: ''no debéis confiar en la sonrisa del enemigo'', porque por una parte sonríen y muestran disposición para dialogar, pero por otra, dicen raudamente: ''todas las alternativas están sobre las mesa...'' Ahora, ¿qué es lo que pretenden?... no se sabe.», dijo el Líder Supremo.
Asimismo, el Ayatolá Jamenei refiriéndose a las declaraciones de un político estadounidense que pidió que se usase una bomba atómica contra Irán, dijo: «Si los norteamericanos son serios y sinceros en sus negociaciones deben cerrarle la boca a esta clase de personas delirantes.»
«¿Cómo puede ser que un gobierno que piensa que tiene la responsabilidad de intervenir en los asuntos del mundo y en cuestiones nucleares, amenaza a otro país con atacarlo con armas atómicas?», cuestionó su Eminencia.
El Líder Supremo de la Revolución Islámica dijo que en la actualidad, debido al dominio de los grandes poderes capitalistas de las compañías sionistas sobre el congreso y el gobierno norteamericano, Estados Unidos se ha convertido en un deudor de las organizaciones sionistas y el régimen de Israel.
«Los pobres norteamericanos no tienen otro remedio que tener en cuenta las opiniones del régimen sionista, sin embargo nosotros no estamos obligados a eso. Nosotros desde el primer día dijimos -y hoy también lo decimos- y lo seguiremos diciendo: El régimen sionista de Israel es un régimen ilegal y bastardo», sostuvo el Ayatolá Jamenei.
Al final de su discurso, el su Eminencia dijo: «Espero que con la ayuda y misericordia divina, los jóvenes de espíritu entusiasta protejan su país, y con sus creatividad e innovaciones lo hagan llegar a la cima.»